Te hace falta valor, coraje, resistencia para probar mi corazón,
que es una granada a punto de estallar.
No eres la clase de tipa que deja sus promesas
a merced del viento.
Prefieres la comodidad de un apartamento
o un carro último modelo.
Te hace falta valor, coraje, resistencia para probar mi corazón,
que es una granada a punto de estallar.
No eres la clase de tipa que deja sus promesas
a merced del viento.
Prefieres la comodidad de un apartamento
o un carro último modelo.
uno se va a morir a solas a solas en lo oscuro
lejos de lo que uno fue o creyó ser
uno se muere entre los sentimientos más simples
en la sorpresa enorme de estarse muriendo
uno se hace un hueco en la oscuridad
y se echa ahí como un animal.
—¿Molly?
Apenas prestó atención a la llamada de su tutora. Últimamente su madre no traía clientes a la casa y aquello empezaba a escamarla. Cualquier cambio en la rutina nunca era buena señal.
—Tu nombre es Molly, ¿verdad?—la mujer le colocó delicadamente la mano sobre el hombro—. Aunque me he fijado que tus compañeros te llaman por otro nombre: Sara…
Llovizna. Los pies y tobillos hinchados de Goyo me preocupan y, en consecuencia, llamo al médico, el cual opina que los pies hinchados de Goyo son una cuestión mecánica y no circulatoria. Bueno. Quizás. De pronto pienso: ¿para qué sirven hoy las vidas de Goyo y de Nuria? ¿Las vidas de la mayoría de la gente? A continuación amplío la perspectiva: ¿para qué sirven las vidas de los miles de millones de animales de distintas especies que pueblan la tierra?
Jorge Cappa mantiene viva la lumbre poética de su obra anterior, pero ahora la enfrenta al caos del tiempo. La Deshora oscila entre el lirismo y la canción narrativa, llevando sus símbolos —la escalera, el espejo, el giro incesante— a territorios concretos como la pandemia, el exilio y la ciudad. A diferencia de la etérea melancolía de Lumbre de marfil, aquí la poesía se abre al diálogo con la historia, sin perder su musicalidad ni delicadeza.
Un tenue rayo de luz solar logró atravesar las densas nubes de invierno. Debilitado y frenado aún más por las mil y una partículas de procedencia desconocida que formaban la contaminación acumulada de hace antaño, chocó con el vidrio de los gigantescos invernaderos y murió allí, fallando en su intento de contribuir alguna luz cálida a la iluminación artificial. En reemplazo del sol, el centenar de lámparas neón alimentaba las plantas de superalimentos que crecían en macetas eficientes, ordenadas en filas como si fueran soldados.
En esta entrevista para Herederos del Kaos, conversamos con Alejandro Gallegos Rojas, escritor ecuatoriano que ha hecho del microrrelato su territorio. La orgía de los gusanos condensa memoria, deseo y obsesiones humanas con la precisión de un bisturí y la libertad del narrador. Su economía verbal captura universos y arrastra al lector a la ironía, el absurdo y la reflexión íntima.
En un hermoso hogar de una hermosa zona de la ciudad (la localidad de Nolgate, sede de la prisión estatal), el doctor Munck examinaba el periódico vespertino mientras su mujer descansaba en un sofá cercano, hojeando perezosamente el desfile de colores de una revista de moda. Su hija Norleen estaba arriba, durmiendo ya, o quizá disfrutando a escondidas de una sesión nocturna con el nuevo televisor en color que había recibido la semana anterior por su cumpleaños.
No sé en qué momento empecé a obsesionarme con este tema. Tal vez fue aquella tarde en la que un viejo amigo, periodista también, me contó cómo en una cobertura en un país del que prefiero no dar el nombre, sintió —literalmente— que sus pensamientos no eran del todo suyos. Lo miré incrédulo, claro, pero él tenía esa mirada de quien ha visto algo que no se puede desver. Desde entonces, la idea de que alguien, en algún rincón, pueda meter mano en la maquinaria íntima de nuestra mente, me persigue.
En el tránsito humano por asentar la voz en figuras tangibles para que las personas fueran capaces de leer y entonces conseguir que, el soplo del aliento inteligente que nos separa del resto de los seres vivos, no sucumbiera al olvido, los humanos hemos librado una ardua batalla desde el mismo instante en que se tuvo consciencia de la existencia misma. Es como si el instinto de la especie, tomándose de la mano de la voluntad, buscara dejar una huella en su paso por la vida, por el mundo en su ya largo trajinar. Los libros, en ese sentido, han salvado a la humanidad de la desmemoria.
Justo acaba de caer rendido por el sueño, al apagar todas las defensas conscientes del cerebro, es mi turno de emerger como el aspecto inconsciente de la existencia. Como lo dicta la naturaleza de mi percepción cognitiva que se esconde hasta poder emerger en el velo de la noche, poseedora de la capacidad de ser consciente de su propia existencia, y con el sello personal de tener la obsesión de sobre analizar en infinidad de oportunidades todo hecho que pudiera dejar una impresión digna de mención en mi memoria.
A la edad de ocho años, montado en la vieja Steyr-Waffenrad de mi tutor, quien en esa época había sido llamado a filas en Polonia y estaba a punto de marchar sobre Rusia con el ejército alemán, di mi primera vuelta bajo nuestro piso del Mercado de las Palomas en Traunstein, en el despoblado de un mediodía provinciano consciente de su importancia. Habiéndole cogido el gusto a aquella disciplina para mí totalmente nueva, pronto salí pedaleando del Mercado de las Palomas
Ricardo empezó su trayectoria musical en la Republica del Zorzal, lugar que consideró su recinto sagrado. Sus canciones se escuchaban en los aparatos móviles, en las radios portátiles de pulso, computadoras, y en los negocios y locales de las ciudades. Ricardo recibió varios discos de oro y estuvo entre los mejores artistas de las primeras décadas del siglo XXI.
Ligeramente curva, la gigantesca superficie recordaba la de un planeta fotografiado poco antes de que la sonda se posara sobre él, mientras que arriba la oscuridad azulosa se abría mostrando efectivamente la noche estelar. Sé que desde esa imagen han pasado millones de años y sé que en el sueño me llamo Paul. Nací en Quincy, Illinois, el 23 de febrero de 1915, y esta mañana, al ir a buscar el diario que me dejan todos los días en el antejardín, vi que el número de mi casa estaba cambiado.
En el contexto de la Crisis de 1929, conocida como la Gran Depresión, la peor crisis económica por la que ha pasado Estados Unidos, es decir, durante este importante proceso social del siglo XX como marco histórico, se desarrolla la historia del pueblo de Dogville en la película del director y guionista Lars von Trier y que tiene por título el mismo nombre del lugar donde suceden los hechos que reseño enseguida: donde termina el camino junto a una vieja mina
Salvando las distancias:
Generacional, profesional, geográfica,
Dos corazones se enrolan en salvar al verso aquel,
Donde se guardan historias que viven entre los sueños.
Y para no truncar los sueños
Desvelámonos a voluntad
De día, de noche, sin reproches,
Como almas en pena que vagan
Saltando letras,
Reconociendo sílabas rescatadas del olvido.
El Fedro es un análisis de las dinámicas y los peligros del tiempo controlado que se vuelven accesibles para los que leen, los que escriben y los que aman. Según Sócrates, un logos verdadero tiene esto en común con un amor real, que debe vivirse en el tiempo. No es lo mismo hacia atrás que hacia delante, no se puede entrar en él en cualquier lugar ni eternizarlo en su acmé ni descartarlo cuando decae la fascinación. El que lee, como el mal amante, podría tener la sensación de que
Por ocasión de la despedida, que no serás tan larga como el tiempo entregado a sus funciones de embeleco y paseador de suelas, va a remetirse el presente a una consecución de bromas o afiches mal pegados en la frente del iluso, pasión o incógnita del enclochetado, verás y creerás o paso al disminutivo, la puerquecita se resbala del caracolino y nadie la recibe, o le pasan las manos cuando su cadera ya se desentona del conjunto, formación perniciosa del que
Dina Bellrham, además de ser poeta, estudiaba medicina, y esta formación influyó significativamente en su obra. Sus poemas reflejaban una comprensión profunda de la anatomía y los procesos corporales, lo que le permitió utilizar términos médicos y científicos de manera poética. La forma en que describía el cuerpo y sus funciones no solo revelaba su conocimiento técnico, sino que también aportaba una dimensión de realismo y precisión a su escritura.
Traspaso sigiloso el temp
como una needle sobre la stoffa
que se desgaja en la músik de un elevator.
El soleil es agua
en otra galaxy de autopistas virtuals,
y mi coração es un Sputnit,
eu viajo a la luna de dreams.Para comprend moi he decidido.
apague-mede algún esboço,
alguien está retratándome al other side.
Soy gemelo univitelino. Dolorosamente, mi hermana idéntica expiró a catorce minutos de emerger a este plano existencial. Mamá comentaba sobre mi persistente llanto sin motivo definido. Nos mudamos a otro país cuando comenzaba la etapa escolar. Mamá dijo cierta vez que el lunar ubicado en mi cuello, justo en el reborde cabelludo, era exactamente igual al de mi fallecida hermana gemela. Florecieron dos hermanos y una hermana más.
La mañana le explotaba en la cara como una descarga eléctrica.
Ella estaba hundida, atravesada por una onda expansiva tan letal como implacable, era el ruido del mar dentro de un caracol y al estallar los círculos concéntricos desarmaban su cuerpo en cada paso que intentaba dar. Cerrar los ojos no era la solución, era lo que el instinto mandaba. Tenía las tripas llenas de agua fría que se había tragado con urgencia pornográfica
Natalia esperaba sola, sentada delante de un cartel publicitario, aburrida al punto de perder el entusiasmo que la había llevado a la oficina por la mañana. Ni siquiera había entrado a la sala de espera, los postulantes eran tantos que colocaron sillas plásticas en el corredor de la terminal. Ser la ochenta o la última, era lo mismo, no tenía otras tareas para el día. Desde las siete mantenía a raya las ganas de fumar por si salía algún ejecutivo a tomar aire, cosa de no predisponerlo en
Entre finales de los años ochenta y mediados de los noventa, escuchaba thrash metal. Mi afinidad por la música extrema es innegable, y desde entonces he mantenido un vínculo estrecho con la escritura —un lazo que nunca se rompió, aunque con el tiempo mis gustos musicales hayan evolucionado. La esencia, sin embargo, permaneció intacta.
En un artículo titulado “El horror hecho música” traté la carrera de Anna-Varney Cantodea y Luror, entre otros. Esta vez quiero profundizar en la vida y obra de
No hay que beber para olvidar… Hay que beber para recordar.
Hoy es 31 de Julio y es mi cumpleaños, he amanecido con ganas de jugar al “chico sucio”, con deseos de convertirme en uno de esos personajes que salen modelados en plastilina por “The Amaizing Mr. Bickford”, de levantarme de un golpe y sin cepillarme los dientes, ni lavarme la cara, sin afeitarme la barba, sin usar ropa interior para andar así desnudo bajo mis
No sabías
pero te seguí con la exactitud de una hereje.
Era mi castigo y mi credo
el latido que dejabas olvidado en los papeles.
Te miraba como quién contempla
la página arrancada del infierno,
no por temor sino por la promesa de que dolerías.
Esta mujer (preciosa), posee todo para considerarla una amante perfecta, y no me refiero solamente a su suculento cuerpo, que volvería loco de amor, a cualquier enamorado. Dueña de unos pechos, perfectos, consistentes, blancos, con pezones rosáceos, y de donde brota leche materna, cual manantial de milagros eróticos. De piernas tan agraciadas, bien torneadas, exquisitas, y de una longitud ideal, para cruzarlas, y enseñarlas como muestra de la sensualidad total.
A week before commencement, at which Stoner was to receive his doctorate, Archer Sloane offered him a full-time instructorship at the University. Sloane explained that it was not the policy of the University to employ its own graduates, but because of the wartime shortage of trained and experienced college teachers he had been able to persuade the administration to make an exception.
Las notas que por fin han conquistado estas páginas son el resultado de reiterados intentos por centrar las ideas sobre un contenido asaltado a cada rato por el asombro de las casualidades. Culminando de leer El afgano y, contrario a mi costumbre, me tomé una fotografía con el libro en las manos para inmediatamente postearla en mis redes sociales. Al margen, se me ocurrió enviar la misma foto a unos pocos amigos recomendándoles al pie de la imagen la lectura de la novela.
David González ( 1979), radicado en Viedma, Patagonia Argentina. Poeta, escritor, teatrista y gestor cultural. Ha colaborado en diversas publicaciones, antologías poéticas y festivales poéticos virtuales de latinoamérica, Eeuu y España. Ha participado en diversas ferias del libro y eventos culturales de Argentina. Obtuvo el 1er premio del Concurso Literario de Narrativa Inédita 2021 Subsecretaría de Cultura Zapala. Obtuvo la Beca Creación del Fondo Nacional de las Artes 2021
La paciente está inquieta. Pobre mujer, hace unas semanas la trajeron, su prometido, el señor Arthur McPerson, fue víctima de un atraco la noche antes de su boda. Los padres de la joven son los respetables Lord y Lady Stanley; debido a ello tuve que reforzar la seguridad del hospital: no fueron pocos los reporteros que asomaron la cabeza. Al principio mantuve la compostura, luego traje los mastines y electrifiqué la verja.
No siempre es el ruido lo que interrumpe. A veces es el silencio equivocado.
Querer escribir al lado de alguien que le teme a las pausas más que a los errores no es una anécdota: es una metáfora brutal del mundo en que vivimos. No importa si estás a punto de resolver una frase, si estás en plena comunión con una idea, si la palabra por fin se asoma después de días de niebla. Alguien aparece.
"È poco il poco che rischiara”de Sonia Petroni (Eretica Edizioni, 2025 pp.72 15,00€) es un homenaje acariciador a la poesía, entendida como savia vital, una delicada atención hacia uno mismo, una consideración atenta de los demás, en la maravillosa e inquieta comprensión subjetiva del mundo. Sonia Petroni extiende su mirada sobre el don de la naturaleza, capaz de establecer correlaciones con el amor a la vida e intensifica la urgencia comunicativa del cambio y la regeneración moral
Me encuentro en el “Gran Teatro”de Huelva. Tengo en mis manos la invitación, es una postal y leo: “XXI FESTIVAL DE CINE IBEROAMERICANO”. Me llama la atención que en vez del punto que tiene la vocal i en la palabra CINE sobresale una estrella blanca, grande de cinco puntas. Debajo de la palabra IBEROAMERICANO que es más pequeña que las letras anteriores, constan tres claveles rojos, como si estuvieran amarrados, atados a la poesía, a la resistencia, a la dignidad, a la libre libertad, a la vida. Y desde donde yo
Una furgoneta blanca de aspecto descuidado y con múltiples arañazos, entre los que se distinguía un gran vinilo rojo donde se podía leer, “Carnicería Montes, las mejores carnes de la Sierra Norte”, atravesaba de manera apresurada las calles del centro de Madrid. El conductor, un hombre de mediana edad llamado Miguel Montes, manejaba el volante de manera brusca y nerviosa.
“El Uno se hace Dos, /el Dos se hace Tres, /y a través del Tercero/el Cuarto completa la Unidad” (Maria Profetissa). Este título pertenece a “Quartine” de Gabriele Giuliani expresa en su contenido el pensamiento alquímico que distingue toda la orientación del libro. La poesía de Gabriele Giuliani rompe la interpretación esotérica y simbólica de los secretos de la existencia humana.
Aquella crisis sin precedentes trajo profundos cambios que marcaron una nueva dirección al devenir de la humanidad. Aunque la información examinada no permite asegurarlo, es probable que por entonces se hiciera habitual, sobre todo entre ciertas minorías que se dedicaban al estudio de la naturaleza, el uso del término antropoceno para referirse a su propio presente histórico, entendido como
En el autobús camino de la planta cárnica las caras de los otros pasajeros, alimentados con fruta y cereales, le hicieron sentirse enfermo y sucio. Deseaba acercarse a ellos y tocarlos para asegurarse de que pertenecía a un mundo esencialmente similar. Pero sabía que no era así, y que si lo intentaba ellos se retirarían como en un zoom de la televisión.
“Un lunghissimo addio” de Paolo Parrini abraza la dolorosa despedida y la prolongada aceptación de la existencia, envuelve, con un estilo maduro y consciente, la profunda reflexión personal sobre el tema originario del desapego, sobre el cruel retorno de las separaciones. Paolo Parrini eleva la punzante invocación que resuena a lo largo de la intensidad discreta
Nos conocemos tan bien que sé hasta lo que no me dice. Nuestra relación no fue la mejor; fuimos lo que hoy día se denomina una pareja tóxica. Yo intentaba estar cerca de ella; ella decía que no quería nada. Yo conocía nuevas personas para olvidarla; ella reclamaba infidelidad y celaba a un hombre que, por decisión suya, era su "nada", como me dijo claramente un día.
Valiente, audaz, espiritual, onírico, erudito en cuanto a filosofía, literatura, cine, con tendencia a la introspección, cómico, sentimental, satírico, y profundamente humano Gabriel Bertotti nos invita a disfrutar de nuestro tiempo leyendo un libro. Editado por Sloper, una editorial independiente de Mallorca, donde también ha publicado «Historia de Los Ángeles», sin
En En Vindicación del Caos, Alberto Jiménez Ure enfrenta la naturaleza al hombre destructivo. Sus versos muestran un universo donde el orde...