'Ravotril', relato de Alberto Fuguet

'Ravotril', relato de Alberto Fuguet

Un avión despega de madrugada, el primer vuelo del día desde El Tepual. Una mujer con una trenza se persigna. El chico mira por la ventanilla y ve el pasto húmedo por la lluvia de la noche, unos pantanos, un río, varios esteros, vacas, cerros, una bahía pequeña repleta de botes.

'El diario de Porfiria Bernal', de Silvina Ocampo

Silvina Ocampo

A Juli

Pocas personas creerán este relato. A veces habría que mentir para que la gente admitiera la verdad; esta triste reflexión la hacía en la infancia por razones fútiles, que ya he olvidado; ahora la hago por razones trascendentes. Las personas consideradas honestas, son muchas veces las insensibles, las que no se conmueven ante un destino complejo, o las que saben con sumo sacrificio o habilidad

Xu Lizhi: poesía de un trabajador de Foxconn (1990-2014)

Xu Lizhi: poesía de un trabajador de Foxconn (1990-2014)

"En mi lecho de muerte"

Quiero mirar otra vez al océano, contemplar la inmensidad de lágrimas de media vida
Quiero trepar otra montaña, intentar recuperar el alma que he perdido
Quiero tocar el cielo, sentir ese azul tan ligero
Pero no puedo hacer nada de eso, así que dejaré este mundo

Todos los que oyeron de mí
No deberían estar sorprendido de mi partida
Aún menos deberían suspirar o afligirse
Estaba bien cuando vine, y bien cuando me fui.

'Palabras para Julia', de José Agustín Goytisolo


Tú no puedes volver atrás 
porque la vida ya te empuja 
como un aullido interminable. 

Hija mía es mejor vivir 
con la alegría de los hombres 
que llorar ante el muro ciego. 

Te sentirás acorralada 
te sentirás perdida o sola 
tal vez querrás no haber nacido. 

Yo sé muy bien que te dirán 
que la vida no tiene objeto 
que es un asunto desgraciado. 

'Un poema crece inseguro en la confusión de la sangre', de Herberto Helder


(De “PHOTOMATON & VOX”)
(walpurgisnacht)

Yo no duermo, apenas respiro como la raíz sombría
de los astros: raya la laceración sangrienta,
estancada entre el sexo
y la garganta. Yo nunca
duermo,
con la herida de mi propio sueño.
A veces muevo las manos para sostener la luz que salta

'A la doble que soy', de Lauren Mendinueta


Hay fotografías en las que no me reconozco.
Mi yo cobarde al mirarlas
me obliga a pensar que existo en una sola
y no en la suma de quien soy
con esa otra que me suplanta en la imagen.
Cuesta creer que la desconocida también soy yo
esa mujer suspendida y fea

'El anticipador', relato de Morley Roberts


-Admitiré que no se trata de un plagio -dijo ferozmente Carter Esplan-; será el destino, el demonio, pero ¿es menos irritante por eso? ¡No, no!

Se pasó la mano por el cabello hasta erizarlo. Lo agitaba una febril excitación; una mancha roja ardía en sus mejillas; se mordía el labio tembloroso.

Novela: 'Melancolia de la resistencia', de Lásló Krasznahorkai (fragmento)



Y con esta agudeza no sólo veía la afinidad entre propiedad y propietario, sino también el profundo parentesco que existía entre la calma sepulcral de la sala y el frío sin vida del exterior: como un espejo inexorable que siempre muestra lo mismo, el cielo reflejaba con indiferencia la desolada tristeza que manaba de abajo, y los castaños deshojados, envueltos en un gris cada día más sombrío, se inclinaban bajo un viento

Poemas: 'Cuando el niño era niño y... poesía', de Peter Handke


Cuando el niño era niño andaba con los brazos colgando,
quería que el arroyo fuera un río,
que el río fuera un torrente y que este charco fuera el mar.
Cuando el niño era niño no sabía que era niño,
para él todo estaba animado

Joan Didion | Noches azules (fragmentos)


" ¿Por qué experimenté, entonces, una sensación tan intensa de traición al cambiarme el permiso de conducir de California por otro expedido en Nueva York? ¿Acaso no era una transacción perfectamente natural? Se acerca tu cumpleaños, tienes que renovarte el carnet, ¿qué más da dónde lo renueves? ¿Qué más da que hayas tenido el mismo número en el permiso desde que te lo asignó el estado de California cuando tenías quince años y medio?

Jacques Sternberg | Ficción Ultrabreve


LAS PRUEBAS


Primero y principal, conviene desconfiar de los objetos. En especial, de los objetos perdidos.

No recoger ningún objeto tirado en la calle ni en cualquier otro lugar público.

Novela: 'Oscuro bosque oscuro' de Jorge Volpi (fragmento)


Primera tarea (fragmento) 

A las 14:00 en punto, 
así quedará asentado en los informes, 
el sargento Amat y el subteniente Drajurian se encuentran ya 
en el oscuro bosque oscuro, 
rodeados por sus hombres,
listos para acometer su drástica tarea. 

'El oso en una calle de Delhi', poesías de Earle Birney

Earle Birney

Desde la Rama del Avellano
Conocí a una señorita
en una calle casi desierta
ojos de avellana
y pequeños pies de algodón
sus piernas nadaban cercanas
como una amorosa trucha
sus ojos eran árboles
donde los muchachos se recostaban
manos en la oscuridad y

Poema: «La tercera dimensión» y «Estadias en el mundo paralelo», de Denise Levertov

                                             
Quién me creería
si dijera, “ Me agarraron y

me abrieron
del cráneo a la entrepierna, y

todavía estoy viva, y
me paseo complacida con

Poemas inolvidables de Gwendolyn MacEwen

Gwendolyn Macewen | Poemas en Braille

Poemas en Braille
I
todas tus manos son verbos
ahora tocas mundos y sientes sus nombres-
a través del objeto hacia el nombre
no en el sentido inverso (en invierno
Yo soy Midas, mi nombre es oro)

la silla y la mesa y el libro
se extienden desde tus dedos;
todos tus movimientos

Poema: «Olvidando», de Vahan Tekeyan


Olvidando, sí, me olvidaré de todo.

Uno después de otro. Los caminos que he cruzado.

Los caminos que no crucé. Todo lo que ocurrió.

Y todo lo que no ocurrió.

No voy a seguir transportando,
ni arrastrando el pasado silencioso, o ese "yo"
que era más hermoso y más grande
de lo que jamás podría haber sido.

Dos cuentos de Dino Buzzati


Una muchacha que cae 

Con despecho comprendió que una treintena de metros más abajo otra muchacha caía. Erasin dudas más bella que ella y llevaba un vestido de media tarde con mucha clase. Quién sabe por qué, la otra descendía a una velocidad muy superior a la suya, hasta el punto que en pocos instantes la distanció y desapareció allá abajo, a pesar de los llamados de Marta. Sin duda iba a llegar a la fiesta antes que ella; tal vez era un plan calculado de antemano para suplantarla. 

'Sredni Vashtar', relato de Hector Hugh Munro 'Saki'


Conradín tenía diez años y, según la opinión profesional del médico, el niño no viviría cinco años más. Era un médico afable, ineficaz, poco se le tomaba en cuenta, pero su opinión estaba respaldada por la señora De Ropp, a quien debía tomarse en cuenta. La señora De Ropp, prima de Conradín, era su tutora, y representaba para él esos tres quintos del mundo que son necesarios, desagradables y reales; los otros dos quintos, en perpetuo antagonismo con aquéllos, estaban representados por él mismo y su imaginación. Conradín pensaba que no estaba

Raymond Carver | Vecinos


Bill y Arlene Miller eran una pareja feliz. Pero de vez en cuando se sentían que solamente ellos, en su círculo, habían sido pasados por alto, de alguna manera, dejando que Bill se ocupara de sus obligaciones de contador y Arlene ocupada con sus faenas de secretaria. Charlaban de eso a veces, principalmente en comparación con las vidas de sus vecinos Harriet y Jim Stone. Les parecía a los Miller que los Stone tenían

Selección de poesía | Jeton Kelmendi

Selección de poesía | Jeton Kelmendi

Acortando distancias 

Después de la noche de hoy
Disfrutando de la mañana.
Después del mañana
De vuelta a otra noche.
Estoy más cerca de ti.
Yo y tú, nos soñamos.

Dos poemas de 'Mariné Petrossian'


SE TERMINÓ TODO

Quiero que nieve tanto
que yo me sorprenda
me sorprenda tanto que
no pueda hablar
no pueda caminar

que nieve tanto

'El ruido del trueno', relato de Ray Bradbury

'El ruido del trueno', relato de Ray Bradbury

El anuncio en la pared parecía temblar bajo una móvil película de agua caliente. Eckels sintió que parpadeaba, y el anuncio ardió en la momentánea oscuridad: 

Safari en el tiempo S.A. Safaris a cualquier año del pasado. Usted elige el animal nosotros lo llevamos alli, usted lo mata.

Poema: «Porque fui todas las cosas», de Lorna Goodison


Porque fui todas las cosas...

Porque fui todas las cosas
espíritu salvaje
abadesa
Magdalena.

Ahora inicio el orden de la gracia
me hago dueña de la llave de las posibilidades.
Todo lo que no soporto ver, o lo que adoro
en otros, está en mí.

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