Perdí el bondi que iba para el sur. Volvía a mis pagos. Preparé algunas pocas cosas, total pronto estaría ahí como gran soldado romano la vieja. Éramos re pibes, mi hermana ya se había ido a Buenos Aires a estudiar psicología en la UBA. Lejos quedaba nuestra vida en el sur. Se perdía un poco más cada año como se pierden las olas mar adentro.
Llegué a la termi. El aire denso y circundante me recordó a esa vibra de la gente que está de paso por la vida, a modo de gaviota. Entré.
Tenía los pasajes, el dinero cash (mercado pago no existía), el