Ascoreza, mezcla de asco y pereza,hacia los que se muestran sumisos con los poderosos,
mientras que con los débiles se comportan con vileza.
Ascoreza, de la corrupción política,
que todos conocemos con certeza
y no enfrentamos con suficiente firmeza.
Dos tierras, una misma voz poética
Fragmentos de La pregunta 7, de Richard Flanagan
Considerando que ver la televisión en Rosebery había sido, principalmente, una secuencia de actos de creación individual por parte de mi hermana pequeña y de mí, fue irónico volver allí, muchos años después, con un equipo de documentalistas de la BBC. Aterrizamos con un hidroavión en lo que queda del río: uno de los tres embalses.
Desde Viena — 2020, un relato de Pablo Manzano
Extraño las clases de yoga, zumba, salsa, taichí y body combat. Los encuentros con el grupo de movimiento corporal expresivo, las cenas de parejas, los intercambios de parejas, las maratones multitudinarias, los festivales de música, teatro y cine, las tertulias literarias, el coro de la iglesia, el club de swingers, las manifestaciones, las coreografías masivas/reivindicativas en la vía pública, las ceremonias de ayahuasca y temazcal, los paseos en bicicleta con 50 ciclistas y otras actividades de masa crítica.
—
Por su constitución quizás delicada, o que parece delicada, J no tiene la proclividad a pasarse el día ordenando papeles, lavando loza sucia, barriendo o pasando la aspiradora, planchando o lavando ropa, etc, contestando sus mensajes telefónicos, su anticuado correo sobe todo imbuido como está, o a lo mejor ya vive así, por un temor vago, siempre presente, que tiene sus alzas y sus bajones según cómo se vaya dando la mano macro o microcósmica.
—
Decir especie humana incluye lo siguiente:
latigazos en la espalda de humanos de otra raza.
Quinientos baquetazos a modo de justicia.
Un campo de concentración donde obligan a un hombre
—
Nada fue como imaginé que sería, nunca lo es. Creí que iba a morir, pero no fue así. Estaba escribiendo en mi mesa de siempre, con mi pluma de siempre, frente a mis recuerdos y al lago azul de Ypacaraí, cuando me convertí en un árbol. Esto no sucedió de un momento para otro, sino muy lentamente, como un gusano que muda en mariposa.
Muchas cosas extrañas ocurrieron entonces.
—
«Antes de dormir/es sagrado/medir suavemente/el electrocardiograma natural/de mi corazón/que reposa sobre el tuyo». Los versos se encuentran en el libro de Leonardo Lastilla "Incantesimi" (GPM Edizioni, 2025, págs. 100, 11,99 €) y despliegan su dirección emocional en el seductor hechizo de la vida. Leonardo Lastilla aboga por la práctica del lenguaje poético como el arte de combinar el encanto del verso con el deseo de evocar la evocación de una entidad, capaz de describir un ritual de sugestiones en el efecto de la conversación con otro, el
—
Llegamos al campo de madrugada pero los guardias nos mantuvieron de pie en el tren, apretujados con hambre y frío. Cuando finalmente nos ordenaron bajar, un grupo de prisioneros vino a darnos la bienvenida, estaban limpios y sonrientes a diferencia de nosotros, pensamos que no era un lugar tan terrible y con optimismo dejamos el vagón.
—
Cuando leí la entrevista que publiqué en Letralia —esa conversación larga, franca, llena de silencios que dicen más que las frases— confirmé lo que ya intuía: Antonieta Madrid fue una escritora que supo moverse siempre en las orillas. Entre la crónica y la fábula, entre la docencia y la diplomacia, entre la discreción y la ambición formal. Este texto parte de esa entrevista que yo mismo realicé, y se despliega hacia su trayectoria y su resonancia.
—
(Ambos salen de la sala —porque ya se acabó el almuerzo— al corredor: allí se ubican en un banco que les sirvió de columpio hasta que supieron pisar la pata flotante: sus distancias eran las requeridas y Pascual prendió la grabadora y la dejó mirando a Yeiner —no sacó libreta porque no acostumbra tenerla ante un amigo—).
—
Te hace falta valor, coraje, resistencia para probar mi corazón,
que es una granada a punto de estallar.
No eres la clase de tipa que deja sus promesas
a merced del viento.
Prefieres la comodidad de un apartamento
o un carro último modelo.
—
uno se va a morir a solas a solas en lo oscuro
lejos de lo que uno fue o creyó ser
uno se muere entre los sentimientos más simples
en la sorpresa enorme de estarse muriendo
uno se hace un hueco en la oscuridad
y se echa ahí como un animal.
—
Cara A
—¿Molly?
Apenas prestó atención a la llamada de su tutora. Últimamente su madre no traía clientes a la casa y aquello empezaba a escamarla. Cualquier cambio en la rutina nunca era buena señal.
—Tu nombre es Molly, ¿verdad?—la mujer le colocó delicadamente la mano sobre el hombro—. Aunque me he fijado que tus compañeros te llaman por otro nombre: Sara…
—
Llovizna. Los pies y tobillos hinchados de Goyo me preocupan y, en consecuencia, llamo al médico, el cual opina que los pies hinchados de Goyo son una cuestión mecánica y no circulatoria. Bueno. Quizás. De pronto pienso: ¿para qué sirven hoy las vidas de Goyo y de Nuria? ¿Las vidas de la mayoría de la gente? A continuación amplío la perspectiva: ¿para qué sirven las vidas de los miles de millones de animales de distintas especies que pueblan la tierra?
ENTRADA DESTACADA
«Donde las mariposas revolotean creando turbulencias químicas», un texto de la escritora inglesa Susana Medina
Photo ©Derek Ogbourne Estamos en el amor: un amplio espacio donde las mariposas revolotean. Pero tu cuerpo, pero mi cuerpo, encajan, todo...













