Durante su trayectoria en la Universidad de Oriente, impartió clases de inglés para diversas carreras universitarias, así como cursos de posgrado en Gramática Inglesa, Traducción, Interpretación y Análisis del Discurso, esta última dentro del Programa de Maestría en Lengua Inglesa.
En el curso académico 2005-2006, trabajó como Profesor Invitado en el Instituto Universitario IESIG, hoy Universidade de Mindelo, en Cabo Verde.
Además de su labor docente, cuenta con una amplia experiencia como traductor e intérprete. También ha desarrollado una sólida actividad como investigador, con varias publicaciones en el ámbito de las ciencias humanísticas. En el terreno literario, ha publicado poemas, cuentos y un ensayo galardonado con el primer premio en un concurso convocado por la revista mexicana En sentido figurado.
Actualmente reside en la ciudad de Mindelo, en la isla de São Vicente, Cabo Verde.
Justo en el medio.
Entre crédulos y escépticos
Está el de buena voluntad
Que busca la verdad
Sin sesgos sépticos.
Entre escépticos y crédulos
Está el que es motivado por la duda
Y también el inconforme émulo
Que pedazos de certeza anuda.
Entre los diestros y siniestros,
Justamente en el medio,
Hallamos el óptimo remedio
En las manos del magno maestro.
Entre la izquierda y la derecha
Encontramos a la inquieta razón
Del acalorado corazón
Que de su propia convicción sospecha.
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Némesis de negro.
Némesis, tu presencia nocturnal mucho me irrita
Cada vez que de hollín pintas mi alma en vilo,
Némesis, arma de un solo filo
Que espanta la quietud que mi vida necesita.
Latente estás en el tictac que jamás para,
En el bruxismo de mi beba en su sueño sin sosiego,
En los ambiguos estertores que me abruman,
En el goteo titubeante de una pluma
Y en la burlona voz del viento barlovento,
Todos se funden
Y terror me infunden.
Némesis de negro, exculpa a este cautivo
Que no ha sido nunca tu enemigo
A pesar de sus lícitos reproches;
¡Oh!, Némesis, absuélveme esta noche.
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Explicando mi semiosis.
Podré apretar el puño, sí,
Y contestar contundente al que me agrede
O de impotencia descargarlo en las paredes.
De oler podré abstenerme al taparme la nariz
(Evocando un gris quinquenio, hoy negro más que gris).
Alguna vez podré cerrar los ojos
Sin por ello dejar de ser rebelde,
Sino para no ver todo en rojo
Y disfrutar de un dispar matiz, de un verde.
Podré en tiempos de pandemia no cerrar los brazos
Y demostrar así mi amor a los que quiero,
Mas en mi boca, aun cubierta por el velo
Protector, verán mi risa sin retraso.
Podré taparme los oídos para bloquear
La estulticia y obcecación de los políticos,
Pero eso no me impedirá escuchar
El eco de su razonar raquítico.
Tal vez me aísle en mis espacios
Cotidianos, reales y virtuales,
Y continúe reacio
A la eterna estupidez de los mortales.
Podré replegarme en mi conciencia,
A mi modo convertirme en paria
Y no renunciar a mi rancia renuencia
A tener una actitud gregaria.
Pero no cerraré mi corazón
Ni obstr
uiré mi inteligencia
Y permaneceré abierto a la razón
Aunque venga de mi disidencia.
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