'Postludio: Lo trágico del silencio', texto perteneciente al libro 'Historia del silencio, del renacimiento a nuestros días', Alain Corbin


«En el silencio no hay sólo un elemento sano, amable; hay también un elemento oscuro, telúrico, terrible, hostil, que puede surgir del fondo del silencio, infernal, demónico», escribe Max Picard.

A lo largo de la historia de Occidente, la primera forma de angustia suscitada por el silencio lo es por el silencio de Dios, por aquello que Georges Simón considera la «inmensa epopeya del silencio de Dios».302 Hemos

'Salida honrosa' y 'El álbum tabú', textos pertenecientes al libro 'Absurdos', de Alberto Jiménez Ure

'Salida honrosa' y 'El álbum tabú', textos pertenecientes al libro 'Absurdos', de Alberto Jiménez Ure

Salida honrosa

—Por haberme indebidamente apropiado de dineros del Tesoro Nacional y en descargo de mi culpa, me cortaré la mano izquierda —anunció, avergonzado, el Ministro de las Finanzas Públicas Abel Hidroito ante el Comisario Contralor Supremo y los demás integrantes del Poder Ejecutivo.

  Con un fortísimo y preciso golpe de hacha que —sin vacilación— se infligió, separó su mano del brazo.

Poemas para Alejandra Pizarnik: "Blusera", de D.R.Mourelle


Decir no
como en un canto de perros
dormir muliplica
maestros
para morir sus lecciones
tonadas rotas
bajo el hacha de una lágrima
vacilante
de tan bella
horrible
monstruo joven
de tan espanto
confiable

muda para otros

Poemas para Alejandra Pizarnik: “En medio la muerte", de Ivana Simeoni


Soy a pesar del viento
un cuerpo duro
un antes, en membranas
y del ahora
esa sensación de calma.
Soy a pesar de un rayo
algo blanco
la derretida, soy
la vela apagada.
La muerte con el cuerpo
se equivoca,
nos eleva mudos
atentos
por callarlo todo.


Ivana Simeoni, Rosario Santa Fe Argentina.


(Texto perteneciente a «Poemas para Alejandra Pizarnik», Ivana Simeoni.)


Dos poemas de Gustavo Tisocco


De pequeño me decían
-no vayas al río-
que puedes morir.

Yo me sumergía en profundas odiseas,
nadaba entre espasmos tórridos
y gemía en el agua.

Buscaba cada vertiente
y cuanto mas profundo
el limite líquido-aire
traspasaba mi cabeza inquieta,
más brincaba mi corazón,
más estallaba mi sexo.

Poema para Alejandra Pizarnik, de Rolando Revagliatti


Tambien están -sondeo en el espejo- las ataduras

los objetos infinitesimales

albergados en la disonancia
los influjos lerdos atisbando
ralos

lo que aún crece.

Poemas para Alejandra Pizarnik: 'No más alla', de Lucevan Vagh Owen Berg


Ya es hora de guardar
estos disparos..
estos instantes únicos
de sangre
estos túneles nupciales.
Ya es hora de cerrar
esta interminable respiración,
esta certeza única del corazón,
esta liquida voz...
esta alma, trágica y nocturna.
Ya es hora de acabar

Ensayo: 'Los breves propagandistas', de Edward Bernays

  ¿QUIÉNES SON los hombres que, sin que nos demos cuenta, nos dan nuestras ideas, nos dicen a quién debemos admirar y a quién debemos despreciar, qué debemos creer acerca de la propiedad de los equipamientos públicos, sobre los aranceles, el precio del caucho, el plan Dawes o sobre la inmigración?

'Batallas de antes', relato de Ernesto Moreno

“Umbrarum hic locus est”

Catorce años habían pasado desde la última vez que estuve aquí, en la casa de mis padres. Una pesadumbre ominosa me acompañó durante todo ese tiempo, de saber que algún día tenía que regresar, que no podía quedarse así, que era inexorable.

¿Cambiar? ¿Suicidarse? ¿Matarlos a todos...? | Juan Carlos Vásquez

En "¿Cambiar? ¿Suicidarse? ¿Matarlos a todos...?", el autor nos presenta la historia de "Doble A", un hombre que sufre de amnesias fragmentarias debido a una interrupción neuropsicológica del hipocampo. A lo largo del texto, vemos cómo "Doble A" lucha con sus impulsos violentos y su adicción a la adrenalina, mientras contempla la idea del suicidio y se ve arrastrado por pensamientos oscuros y delirantes como una forma de evasión.  En la primera parte, vemos a "Doble A" debatiéndose entre el suicidio y la idea de matar a todos. En la segunda parte, se describe cómo "Doble A" prende fuego a una gasolinera y disfruta viendo cómo se propagan las llamas. En la tercera y última parte, "Doble A" se encuentra en prisión y experimenta una serie de síntomas físicos y mentales. A través de la historia, el autor reflexiona sobre la naturaleza humana y los límites de la cordura.

En "¿Cambiar? ¿Suicidarse? ¿Matarlos a todos...?", el autor nos presenta la historia de "Doble A", un hombre que sufre de amnesias debido a una interrupción neuropsicológica del hipocampo. A lo largo del texto, vemos cómo "Doble A" lucha con sus impulsos violentos y su adicción a la adrenalina, mientras contempla la idea del suicidio y se ve arrastrado por pensamientos oscuros y delirantes como una forma de evasión.

'El canto de la rosa', texto perteneciente al libro 'El fantasma de Prospect Park', Albo Aguasola

'El canto de la rosa', texto perteneciente al libro 'El fantasma de Prospect Park', Albo Aguasola

No es mío ninguno de estos mundos, pero los poseo con autoridad absoluta


O2.

La noche siguiente al siniestro había llovido en cantidad y los caminos encharcados impidieron que algún desprevenido visitante tuviese la ocurrente idea de acercarse por el parque, el fantasma había peinado la zona en busca de diversión, pero no la había encontrado. 

'Monseñor', relato de Juan Luis Henares

—¿Por qué has pecado hija?  
—No lo pude evitar Monseñor, cuando lo veo siento algo que recorre mi cuerpo y quiere salir; es más fuerte que yo.
—Es el Demonio, es el pecado en tu cuerpo, debes expulsarlo. Reza diez Padre Nuestro y diez Ave María, y trata de no repetirlo; no solo has engañado a tu marido, también defraudaste al Señor.

'La bajada aniquilante', texto perteneciente al libro 'Tacet, un ensayo sobre el silencio', Giovanni Pozzi.


En cuanto a la inmersión en la nada, la describe admirablemente una contemporánea y paisana de Jacopone, Ángela de Foligno. Partiendo de la percepción de una presencia divina en forma de oscuridad (un negativo que contiene en sí algo positivo), Ángela pasa a la visión de lo que solo puede definir como la negación de aquel sutil resto. Lo designa genialmente con la fórmula «no oscuridad», la cual elimina toda oposición —al negar

'No es culpa de nadie', cuento de Víctor M. Campos

Es cierto que aprendí cosas inapropiadas para mi edad y que esas cosas, con el paso del tiempo, distorsionaron la lectura de las otras cosas. No es culpa de nadie. Quien debió enseñarme las otras cosas, me enseñó éstas: puso en mis manos un saber que me distrajo de esos saberes comunes y corrientes que imagino que son los saberes de un niño normal. 
Fui un niño que pasaba buena parte del día alerta a cosas que para la mayoría de los niños ni

Dos poemas de Pedro Mieles Cantos

Dos poemas de Pedro Mieles Cantos

Bienvenida

Sueñas cerrando los ojos y todo se vuelve una película o más bien una serie de cortometrajes de bajo presupuesto. Ves a lo lejos una tienda de discos en la 6ta avenida y la catorce; una tienda vacía, ausente, desolada. Nadie está excepto tú. Buscas algún disco de Charly García o Bowie o algo de The Doors o Stravinski,

'El silencio de la escucha', texto perteneciente al libro 'Tacet, un ensayo sobre el silencio', Giovanni Pozzi


Para escuchar conviene callar. No solo obligarse a un silencio físico que no interrumpa el discurso ajeno (o que, si lo interrumpe, lo haga en función de una escucha posterior), sino también a un silencio interior, o sea, a una actitud dirigida a acoger la palabra ajena.

Hay que imponer silencio al trajín del propio pensamiento, calmar el desasosiego del corazón, la agitación de las preocupaciones, eliminar toda clase de distracción.

"Otoños paralelos", un poema de Julia de la Rúa

Hay otros otoños, no de hojas secas de árboles que permiten que caigan libres
Libres de ser pisadas
Libres de ser barridas por grandes escobas manejadas por hombres pacientes
De ser recogidas con mimo
Decoradas o soñadas, amadas

'El columpio', relato de Sara Ixchel Godinez González

No puedo escuchar el ruido de los columpios, es horrible, siempre que escucho ese sonido, tan definido por el subir y bajar de su rechinido, tan inconfundible, lloró. Me recuerda a mi niñez…
Ese recuerdo de niñez, en el jardín verde de mi casa, con la brisa de la mañana y con un tono grisáceo en el aire, el olor de la humedad en ese ambiente y mis botas de hule rojas, estaba agachándome para ver los

'Discípula de Jung', relatos de Wafi Salih


ARQUETIPO

Intentaba contradecirlo, explicarle, al menos explicarle, que deseaba no estar sin él, los dientes rechinaban, silbaba las vocales, eran lagartos de agua que se desparramaban, formando un

'El domador', relato de J. R. Spinoza


      El circo de los hermanos Silva era famoso por su espectáculo de leones, en el cuál las bestias mostraban su destreza brincando aros de fuego y caminando sobre dos patas. Recorrían la República Mexicana de norte a sur. Ulises Silva tenía más de veinte años siendo el domador del circo. Yo me escabullía detrás de las gradas para verle ensayar. Si tuviera que escoger cual de sus prácticas me impresionó más, sería la siguiente:

'Las palomas de mi ciudad', poema de John Francis


En mi ciudad 

las palomas no vuelan, 

ni sueñan que tienen alas, 

tampoco saben que ellas 

son el símbolo de la paz. 

Las palomas de mi ciudad 

viven en calles con rejas, 

'Caos a las tres de la mañana', relato de Freddy Quiñones Serran


Me pregunto: ¿qué vacío el mío a estas horas de los duendes?, donde todo es posible si abrazo desesperadamente un poco de imaginación, pero soy testarudo y no lo hago, me oculto en los ágrafos pensamientos. Mejor descanso y mañana lo escribo, me digo. ¡Vaya estupidez! Como si las palabras, las ideas, se mantuvieran fijas, dispuestas a ser apreciadas cuando tenga la gana de hacerlo. Lo que sea que vaya a ser escrito a las tres de la tarde no será lo mismo a las dos de la mañana. Las palabras son como las aguas de Heráclito, se mueven eternamente por los abismos y las constelaciones perdidas, por lo cual nunca serán las mismas; se

Tres cuentos de Ale Montero

Tres cuentos de Ale Montero

Silente

Era un espacio multidimensional, oscuro, postapocalíptico. Flotaba en aquel negro cosmos. ¿Este universo era astronómico o microscópico? Tal vez me desplazaba dentro de un átomo. Vi una puerta en medio de la nada. Me acerqué flotando lentamente. De la mirilla se escapaba un penetrante resplandor. Observé por ahí. Quedé inmóvil. Me vi observándome por la mirilla. 

Poema: "Nombrarte es sonreír", de Dante Vázquez M.

Pienso que te pienso, América querida,
como madre, amiga y amante guerrera, 
amordazada a merced de la ceguera 
de tu sangre en la revolución perdida.

América, madre, vida colorida, 
es tu flora y fauna riqueza sincera, 
canto natural que inspira y nada espera, 
el amor real que sana toda herida. 

'El festin', poema de Adrián Calderín Gutiérrez


En féretro de siglos el vampiro

yace. Algunos esperan su regreso 

del más allá. Se profetiza un beso

fatal y demoniaco. En su retiro


secular se fraguaron bacanales

y conjuros mortales, sacrificios

de vírgenes doncellas. Los inicios

del rito se preparan. A raudales

Ensayo: 'Pequeño gran discurso para Arno Schmidt, de Günter Grass

Ensayo: 'Pequeño gran discurso para Arno Schmidt, de Günter Grass

HAY que saber honrar a un colega. Es la primera vez que ejerzo este oficio en público: así, se vuelve una aventura alabarlo a usted, estimado Arno Schmidt, y tratar de argumentar en nombre del jurado por qué le adjudicamos el Premio Fontane de Berlín. Para quien no lo sepa aún: Arno Schmidt vive entre nosotros desde hace 50 años; y cuando abrimos la boca —incluso quienes no lo hayan leído—, caemos en su forma de expresión: Arno Schmidt contagia.

Poema: "Natalicio XIII", de Ihmisiä Vihaava Gotiikka


Este dolor insensato,
De pulmones rotos, que aclaman
Hacia los bosques pusilánimes
A mi alma para la atención de un auxilio remoto
Puede ser un temple, sabor a lágrimas de antaño
Que por lo menos dejare con sangre
Algo de la esencia que ha dejado este mundo
Son mis tormentas de papel.

'Infancia, asfixia y alucinación', relato de Juan Carlos Vásquez


La sensación de incertidumbre, de rapto hacia otra realidad, persistió durante mucho tiempo. «Voy a morir», pensaba al abrir los ojos de par en par en la madrugada, y veía los reflejos de la luna colarse por la ventana entre la oscuridad. Así me acuesto y así me despierto: de lado, con la

'La canción del grillo', relato de Albo Aguasola

'La canción del grillo', relato de Albo Aguasola

El hombre estaba allí, abandonado y taciturno, como había sido siempre. Moviendo de un lado al otro el pie, en un gesto de profundo desprecio y de fastidio ante la vida. Miraba todo con dolor, sentíase soberbio y a la vez cansado, tal vez estaba ante esas horas difíciles de la existencia. 

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Esta selección de entrevistas y reportajes realizados por Juan Carlos Vásquez para diversos medios y revistas, reúne a una amplia variedad ...