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Tres poemas de "Los placeres del silencio" de Francois Villanueva Paravicino

Tres poemas de "Los placeres del silencio" de Francois Villanueva Paravicino
‹‹Por dondequiera que fui, / la razón atropellé, / la virtud escarnecí, / a la justicia burlé / y a las mujeres vendí››.
ZORRILLA 

De donde emerge tu alma, aquella oscura sublimidad,
 insultaste a la ley de inocente, con sagacidad, 
y tu ser forjaba, con grandes rupturas, aquella verdad,
 burlándote de los soberbios y su doble santidad.

"Un par de póker", un relato de Francois Villanueva Paravicino - Debo regresar a casa…

Foto de Inga Seliverstova

Voy a contar la historia/ de un girasol/ que girar nunca pudo/ hacia el amor.
 CÉSAR CALVO


Al verla con aquellos labios rojos, mejillas sonrosadas y ojos dormilones, sentí un fuego interior. Al pasear por los pasadizos de la Feria de Libros de Amazonas, mientras me develaba su predilección por el poeta César Calvo, le dije que en casa tenía un hermoso ejemplar de Pedestal para nadie.

Sacrilegio: Un cuento de Francois Villanueva Paravicino - "Cuando la crítica se vuelve arte"

―Profesor Giovani, en este cuento encontré el excesivo uso del sufijo «mente». El relato en sí me gusta, pero no sé si está bien utilizar muchos «mente». Si al menos corregiría eso, yo creo que el cuento sería bueno y estaría pasable. La historia sí está en algo, es un tema muy literario, pero no soporto que existan en demasía aquellos sufijos que estropean cualquier cuento, que, si mal no recuerdo, encontré un poco más de ochenta veces que comete aquellas imperfecciones. Hasta en una sola línea de cuatro palabras existen tres de ellas: «Ataqué cruelmente, justamente, deliberadamente». ¡Es terrible, la verdad! ―dijo Lucas sujetando con las dos manos los papeles que contenían el cuento de Pablo, quien, con la cabeza agachada, parecía avergonzado―. Además, no me gustan las acotaciones entre corchetes que

Una muestra poética de Francois Villanueva Paravicino: "Visiones de este infierno y de otros abismos siderales"

Foto de Ahmet Polat

Mirad, ciegos; oíd, sordos,
mi calma es un océano embravecido bajo una tormenta
que ataca desde las altas esferas y desde sus pupitres;
los dioses me matan de hambre y ustedes por necios;
mis mejores años se llevaron el polvo de las clases,
los gritos, las burlas, los llantos, un gran sobreesfuerzo  
y cierta alegría, una melancólica alegría.

El comprador de libros: un cuento de Francois Villanueva Paravicino, autor de "Los placeres del silencio"

Foto de cottonbro studio

‹‹El gran Ulises no era bello, pero era elocuente, y sin embargo enamoró a las diosas marinas››. Ovidio

Soy existencialista, no por leer a Camus ni Sartre, sino por ética. Pienso demasiado en el vacío de la muerte, y aunque hace poco era cristiano y releía la Biblia, el horror a la nada me aturde. Acabo de despertarme, la luz se filtra de sesgo por la ventana, partículas doradas de polvo caen sobre El Quijote, El sonido

«Cazar una fiera», un cuento de Francois Villanueva Paravicino

Portada: 71. imagen generada por Juan Carlos Vásquez a través de Midjourney Al - Al Art Dalle (AI Art de Illusion).

La historia "Cazar una fiera" de Francois Villanueva Paravicino cuenta cómo el protagonista, Reyes, se encuentra con uno de los mandos más despiadados del Sendero Luminoso en su ciudad, Huanta. Y cómo su objetivo de "cazar" a la Fiera (es decir, capturarlo o matarlo) se transforma en ayudarlo a escapar. La descripción de la apariencia de la Fiera y la forma en que se mueve crea una imagen vívida de un personaje peligroso. La historia también sugiere el impacto personal de la violencia política en la vida cotidiana de las personas en el Perú de los años 80 y 90, cuando la historia está ambientada...

Dos poemas de Francois Villanueva Paravicino

Las cenizas del ocaso

«porque la noche está de ojos abiertos» 
BENEDETTI

El arrecife de coral, al pie del abismo, era un dulce
que paladeaba la hioides, la hioglosa y el septum medio.
Podía alucinar aquel efecto de hachís como si bebiera el vino
y en mi sonrisa relampagueaba el invicto de las tragedias del arconte.
Eran huracanes cuyo ojo yo domaba con látigos,
sentía el poder cubriéndome de crueles carcajadas y yo, ileso, 
disfrutaba las ofrendas como la artemia salina de lo efímero.
Vislumbraba aquel sendero de espinas y rocas abruptas,

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Vindicación del Caos · por Alberto Jiménez Ure

En el vasto escenario de la naturaleza y la destructiva influencia del hombre, surge la "Vindicación del Caos" de Alberto Jiménez...