Outsiders

Foto de Tomas Andreopoulos

En el mundo de la literatura, hay quienes desafían las normas, desobedecen las reglas y se sumergen en lo desconocido. Estos escritores rebeldes, anárquicos y fuera de los estándares convencionales nos llevan a explorar los límites de la creatividad y la expresión, ofreciéndonos desafíos continuos que nos invitan a adentrarnos en lo inexplorado en el fascinante universo de las letras.

En el vasto escenario de la naturaleza y la destructiva influencia del hombre, surge la "Vindicación del Caos" de Alberto Jiménez Ure. A través de sus versos, el poeta nos sumerge en un universo en el que el orden y la corrección ceden ante el poder del desconocimiento. La naturaleza, testigo silente de nuestra voraz presencia, no piensa para no tener que defenderse de aquellos que, traicioneros, la exterminan.
El primer microrrelato titulado "San Sebastián. Génesis" narra la experiencia de un exsacerdote que se ofrece voluntariamente para convertirse en estéril en un ritual dedicado a la diosa Cibeles. A medida que reflexiona sobre su decisión, comienza a ver a las personas como meras manifestaciones de sus genitales y se horroriza ante cualquier contacto físico. Como resultado, se retira a vivir en una cueva y se dedica a un culto sanguinario. Sin embargo, finalmente se encuentra en un prostíbulo, donde se viste con ropa femenina y se convierte en una prostituta, sugiriendo una transformación radical y una búsqueda de identidad a través de la pérdida de la santidad.
El segundo microrrelato, "Experimentum crucis", está inspirado en el escritor cubano Virgilio Piñera y su obra "René". El relato se centra en un personaje obsesionado con la auto-penetración y la búsqueda constante del placer sexual extremo. El protagonista se llena de piercings y se convierte en un "power bottom" voraz, buscando múltiples penetraciones al mismo tiempo. A medida que su obsesión se intensifica, llega a un punto en el que decide introducir una vara de acero por su nariz para experimentar nuevas sensaciones. El relato culmina con una escena fatal.
Tripolar" es un relato escrito por José Alberto Capaverde, también conocido como "El Seis". En este texto, el autor nos sumerge en su mente peculiar y nos presenta sus intereses y obsesiones. Desde su fascinación por la frenología y la conducta humana hasta su admiración por figuras como Franz Joseph Gall, Carl Jung y Sigmund Freud, Capaverde nos muestra su enfoque en la exploración de la mente y la psicología. Expresa su desconfianza hacia los nuevos teóricos del psicoanálisis y su preferencias por costumbres antiguas. A través de su narrativa
oscura y enigmática, el autor nos lleva a un viaje por sus pensamientos mientras se encuentra hospedado en un manicomio, donde describe encuentros sexuales intensos y delirantes. Al finalizar, desafía a los "hombres normales" a preguntarse cómo se encuentran en comparación con su realidad. Con un estilo único y controvertido, Capaverde nos invita a cuestionar nuestras percepciones de la normalidad.
El primer relato "Kali Yuga" de David Crauley describe la vida en una ciudad del mismo nombre, también conocida como "Gran Puta". Los personajes masculinos están desilusionados y frustrados por su vida, y buscan desesperadamente sexo en un mundo que se siente vacío y sin sentido. A pesar de sus esfuerzos, no pueden escapar de las malas sensaciónes.  
El segundo relato de Crauley "Qué frío es tu espejo" es un texto oscuro y melancolico que narra la historia de un hombre que se siente atrapado en su propia soledad. El protagonista se dirige a alguien, pero no está claro si se trata de una persona real o imaginaria, o incluso si se refiere a sí mismo. A lo largo del texto, el narrador reflexiona sobre el dolor, la angustia y la locura, y se aferra a la idea de que el amor y el deseo son fuerzas feroces que pueden herir desproporcionadamente. 
He parido un conejo negro, con negros ojos y dueño del culo más sucio que jamás haya visto. Parece no dormir, pero reposa a pesar de que todo el cuerpo pulsa como un motor al que gobiernan pulgas y nervios por igual. De este animal me asombro cada día, pues el sol y su luz divina no doblegan su sombra. Nada lo hace reír, a excepción de mis derrotas mundanas, tan absurdas como yo. Y es cuando me rindo, que hablamos sobre sus meditaciones (dedica tardes enteras a la observación) De él aprendo, me ha enseñado todo lo que sé.

Confieso entender el 
lenguaje de los machetes y 
les pregunto:
¿Cómo me quito la pena de recordarte?
la vergüenza de haber
descifrado la sangre,
¿Cómo escondo las catedrales que
sembré para ti?

¡Maldita sea!
y todo por quererte
a ultranza,
vana ilusión,
por querer darle
carne y esqueleto
a tu recuerdo.

Silencer fue una banda del subgénero depressive suicidal black metal, creada en Estocolmo, Suecia en 1995. Conformada en sus inicios por el guitarrista Andreas Casado (Leere), y el vocalista que se hacía llamar Nattramn. Esta banda que hurgaba en las más oscuras profundidades de la mente humana trataba en sus composiciones generalmente sobre la misantropía, la muerte el suicidio y la locura. 
(Experimento de 2012: someter a mi álter ego al juicio de desconocidos que creen conocer sus vísceras).
SIN LASANGRE persigue sueños que ni siquiera ella parece ver muy claros. Tiene un puñado de ideales y mata o muere por ellos con la misma pasión. No conoce las medias tintas, ni el perdón ni la diplomacia. Se tortura por placer, mira alrededor con desdén, y continuamente levanta ídolos privados, de oro y de barro.

Aliméntense hijos de mis entrañas

llenos de antidepresivos drogas alcohol y muchos somníferos

duermo en los días y en las noches despierto por más dolor

Mi masoquismo ha llegado lejos

los quiero en mi vida pero los mato de a poco
Y yo solo
                       lo siento...


La boca ha muerto:

a qué te sabe mi lengua formolizada?

aun serpenteante

vaporizando espermas

cobijando vástagos mitóticos..

sus papilas insomnes...

a qué te saben estos dientes cianúricos?

y su calco de juguete-de-niño.

mis besos rancios

aferrados a mutismos

su océano letárgico

filtrando hálitos...

Un poco de hostilidad no puede hacer daño en un mundo melifluo e incruento hasta el hastío.
Escribir y leer no es una terapia de grupo. Es un acto íntimo y absolutamente individual y no puedes pensar a quién le puede gustar, es más gratificante pensar en los que pueden sentirse ofendidos.
"Nadie podrá acercarse a la noche y acometer la tarea de conocerla, sin antes haberse sumergido en los horrores del alcohol. El alcohol, en efecto, abre la puerta de la noche; la noche es un recinto hermético y secreto, que se hunde en lo hondo de los mundos, y no se podrá mirar en sus adentros, sino por la vía del terror y del espanto”.
La censura-neocolonial no sólo funciona porque hay o existe una actitud de “dejadez”, sino porque hay un intento político-cultural por controlar, por domesticar y por idiotizar al poeta-paradigmático, al poeta-exótico, al poeta-alucinante y al discurso de éste. Este decir lírico del poeta, este decir antifilosófico (antiplatónico), siempre es un problema para todos los Estados institucionalizados yanquista-demokráticos, “socialista”-totalizantes y para los Estados neofascistas. 
Las sillas eléctricas son cada vez más humanas, los anuncios son cada vez más oníricos, los propios sueños cada vez más razonables, las leyes cada vez más bárbaras.
Para que el pensamiento crezca, se tiene que especializar. Pero entonces ya no es pensamiento, es reflexión. Una hilacha de pensamiento tiene el encanto de lo imprevisible; la reflexión, el efecto estimulante del paseo medio planeado. Hay que apreciar al dios en cada cosa.

Foto de Tomas Andreopoulos: pexels-public domain.


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