En el vasto escenario de la naturaleza y la destructiva influencia del hombre, surge la "Vindicación del Caos" de Alberto Jiménez Ure. A través de sus versos, el poeta nos sumerge en un universo en el que el orden y la corrección ceden ante el poder del desconocimiento. La naturaleza, testigo silente de nuestra voraz presencia, no piensa para no tener que defenderse de aquellos que, traicioneros, la exterminan.
En este poema, Ure nos presenta su tesis, donde proclama que el todo emergió del vacío, un nacimiento condenado a corromperse para recordarnos el poder que reside en aquello que ignoramos. A lo largo de los versos, contemplamos la fragilidad de nuestra existencia, nuestras disputas efímeras por la supervivencia, y nuestra persistente incapacidad para comprender la belleza y los sufrimientos que nos rodean.
El caos se convierte en protagonista y motor de la poesía de Ure, ya que solo a través del desorden de los sentidos podemos comprender cómo el todo irrumpió desde la nada. El poeta nos enfrenta a la realidad cruda y mítica de la naturaleza, a nuestra condición de monstruos y a la futilidad de nuestras pretensiones de poder y riqueza.
Vindicación del Caos
Aquí está La Naturaleza,
Aquí El Hombre que la destruye.La primera, afortunadamente, no piensaPara no tener que defenderse del otroQue, alevoso, la extermina.
Es mi thesis la «Vindicación del Caos»,Porque El Todo irrumpió de La Nada:
Es, infaustamente, El Nacimiento destinadoA corromperse para que ninguno de nosotros subestimemosEl poder que tiene todo cuanto ignoramos.
Aquí está La Naturaleza,Aquí toneladas de seresQue simulamos estar vivos frente a ella.Albergue de disputas por permanencia y procreación,Jamás le importará que explotemos sobre su faz multicolor:O que deviniésemos para que igual lo hicieran
Los sufrimientos que acaban con nuestras presunciones.
Es mi thesis «La Vindicación del Caos»,Porque sólo mediante el desorden de los sentidosPuede entenderse que El Todo irrumpiese de «La Nada».
Aquí está La Naturaleza,Aquí las tribulaciones que impugnanNuestras fugaces sensaciones de felicidad.Ella, siempre mítica,La que no toma venganzaY a quien le atribuimosUna ferocidad antropomórfica.También nosotros, pandémica plagaDe iracundos contra la especie que conformamos y otras:Y los descendientes serán ilusos y permanecerán,Sempiternamente, presas del pánicoAnte aquello que ninguno percibeY que irremediablemente nos aguarda.
Es mi thesis «La Vindicación del Caos»,Porque no somos cosa distinta a ello:Lo que nunca tendrá orden ni corrección.Lo que sobrevino para, absurdamente,Intentar conseguir Poder y Bienes de Fortuna.
Y arreció la querella entre nosotrosPara después apagarse como la respiración.
Y fallecieron todos los hombres, mujeres y vástagosDel tiempo cuando las tormentas eran eléctricas,Porque ellos exaltaban el uso de las armas letalesE imponían el Credo de la Muerte frente al Credo de la Vida.
Aquí están los arrecifes que fijan en sus piedras la belleza,Aquí nosotros que acudimos a verla a bordo de máquinas.
Los que necesitan golpearse se gritan y amenazanFrente a La Naturaleza que no piensa para no tenerQue defenderse de quienes, alevosos, la destruimos.
Aquí hallamos cualquier tipo de plántula, animal o insecto.Aquí los auténticos monstruos que somos,Los ufanos de «entendimiento».Pero es mi thesis «La Vindicación del Caos»: sin cuya aprobaciónEl Orden no trasciende la intencionalidad que lo precede.
Aquí están los clones sucesivos, que no por ello descendientesDe quienes igual lo fueron de La Bestia, del rostro que ocultamos,De su anti-parte que no contrario: pueblan, enfurecidos, el Mundo.
Han transcurrido milenios y todavía vemos a gente decapitada,Ahorcados, ejecutados, hambrientos y suicidas-homicidas:Hombres, mujeres y niños uniformados para infundir terrorMediante actos crueles que impiden que nos resistamos al Mal(Que si es antropomórfico, que se viste y atrae con su pestilencia)
Aquí están los que ridículamente usan manteosPara inspirar lástima frente a los que portan apagaseresY esparcen muertos en este que es y será territorio de nadie,Simulación de materia indestructible y mutable.
Aquí están las nubes saturadas de aguaY los obstinados a bordo de aviones, entranfe:Quieren llegar a La Nada, sin saber que no partieron.Pero es mi thesis «La Vindicación del Caos»:Porque antes de El Nacimiento ya estuve cansado,Motivo por el cual no pido a mis semejantes que asimilenMi pensamiento nihilista y míAfortunadamente frustrada vocación sacerdotal.
Aquí está La Realidad antropomórfica que se pone máscarasY no renuncia a la idea de ser uniformada para querellarse.
Aquí está La Naturaleza,Aquí las criaturas que la infectamos:Los desesperados por sobrevivir desconociéndonos.Aquí están los volcanes que expelen lava hirviente,Aquí la descomposición de la luz y los olvidados.
Yacen quienes ya no infieren entre sus iguales,Los enviados a la quiescencia, los adeptos de La Sabiduría:Ceremoniosa siempre, que a la Eternidad falsifica.
Aquí están los gobernantesQue, sin pudicia, emplean los dineros públicosPara comprar las armas con las cuales hostigaránA quienes los eligieron para jurídicamente representarlos.Aquí estamos nosotros, los sometidos por regímenesComandados por despiadados criminales y dementes.
Aquí estamos los hombres,Sin los cuales la identificación y percepción universalDe las cosas e ideas no sería posible la irrupción del Conocimiento.Aquí la Razón, utopía de conquistaDe los Derechos Humanos contra los gobiernos despóticosO logro de la Felicidad mayor para todosMediante reformas legislativas y la aplicación de la Violencia.Que jamás lucirá legítima cuando se inflige contra el Alma.Pero es mi thesis «La Vindicación del Caos»:Porque infunde el terror entre los Hacedores del Mal.
Y aquí estoy: filosóficamente,Uno de los seres menos inhumanosQue todavía ocupan un espacioEn la realidad y tiempo que padecemos o disfrutamos.Soy una de las formas de la Simulación de la Existencia,La Razón contra el Entorno Fatal: lo forzoso ocultoQue tiene momentos para mostrarse.
Soy un escritor convicto y confesoPor haber cometido obras literarias,Pero alguien que no busca absolución oficial.
Soy un escritor culpablePor haberme dedicado a la Literatura,Pero permanezco impenitente.
Soy uno de los vástagosDe quien fue igual lo fue,Y padre de otras criaturas similares:Pariente del escritor escocés y necrófilo Andrew URE:Pero, es mi thesis «La Vindicación del Caos».
Aquí está La NaturalezaY un depresivo-obsesivo,Según dictamen psiquiátrico.Me dediqué a la Literatura por propensión natural,Que no por asirme al Catálogo de Atractivas Ofertas LaboralesDe la Sociedad Postmoderna.
Para conducir mi existencia,Siendo todavía infante,Elegí el Juicio y descarté las ceremoniasPara la Capitulación de la Inteligencia.Cometo Literatura porque la praxis escritural niegaLa Castración Intelectual de Origen Secular.Pero es mi thesis «La Vindicación del Caos».
El curso del tiempoY la intervención de ciertas lecturasFilosóficas o literarias me impulsaronA concluir, sin prisa, que el Derecho NaturalEs el principal amigo del escritorY el Mercado el peor entre tantosSepultureros fortuitos que lo asedian.
Mediante la Narrativa, fundamentalmente,Materializo la puesta en escena de mi inventiva.Con mi Poesía, de inspiración obviamente Presocrática(Gnómica, aforística o enunciativa)Fijo y organizo mis lucubraciones.
En mis trabajos literarios,Muchas veces describo o recreo atrocidades.Pero son igual filosóficos, religiosos,Grotescos, absurdos o escabrosos.Yo develo la Conciencia Lúcida e igual la Conciencia AtrofiadaDe la especie a la cual, infaustamente, parece que pertenezco.
Aquí estamos La Naturaleza y yo:En el Panorama de la Literatura Venezolana y Universal,Un hacedor que inspira suspicaciasY murmuraciones malsanas.En la tradición literaria Latinoamericana.Un autor que pudiera despertar curiosidadY que tiene modestas oportunidades de difusión.
Pero, soy un escritor que no cesaY que no se desplaza en los trenesDonde viaja la mayoría de los creadores.Me inicié en el andén y no le temo a los rieles y vagones.Pero, los extremos hacia donde intento diseminar mi literaturaNo son los de la comarca donde nací:Que me ha ininterrumpidamente preteridoSin conocerme, que no admite mi disidenciaNi mi Pensamiento Distinto.
Pero es mi thesis «La Vindicación del Caos».No resisto las pretensiones académicasQue intentan ubicar o clasificar el producto de mi imaginación.Pero, sugiero a los investigadores y críticosQue (simplemente) lo enfrenten o desechen conformeA sus necesidades intelectuales sin incurparme o viceversa.
Porque es la ejecución de un Arte,La Literatura no admite ser cosificadaPara que alcance Plusvalía Económica o Académica.Los críticos no deberían conformar pelotonesDe «inteligentes mercenarios» al servicioDe fusilamientos o consagraciones de obras literarias,Leídas y discutidas en los conciliábulos.Porque los libros son los objetos de la Resistencia del JuicioAnte una Realidad Irredenta.Muchos críticos, con su mueca horrendaDe pretendida erudición y talento, falsifican y vulgarizanEl conocimiento tras un antipático y asfixiante fichaje.
Aquí todavía están los imperios,Aquí yo mirándolos retomar sus viejas y criminales conductas:Y sus adherentes que los admiran sin saber nada profundoSobre ellos ni las transparentes naves espaciales que empleanPara sobrevolar al Planeta Tierra y perturbar nuestras mentesCon decibelios u ondas de frecuencia imperceptibles al Hombre.
Aquí resucitan los fundacionistas y decapitadores,Aquí miramos las cabezas de sus víctimas en las «redes sociales»:Ese «Intangible Mundo» donde todo sucede y nada se olvida.
Pero, es mi thesis la Vindicación del CaosQue dará orden y sentido a la Conciencia Universal:Ya no del «Bien» ni «Mal» sino La Nada.
Aquí están mis enemigos, empero que yo de nadiePorque no existo más allá de su ignorancia: no estuve ni estoy.
Alberto Jiménez Ure (Tía Juana, Venezuela, 13 de abril de 1952) es un escritor venezolano. Su obra literaria consta de más de treinta publicaciones en diversos géneros: novela, cuento, ensayo y poesía. En la Universidad de Los Andes, fue uno de los fundadores de la Oficina de Prensa Institucional, donde coordinó o supervisó varios medios de comunicación oficiales El Universitario, Informador ULA y dirigió la revista internacional de Arte y Literatura ALEPH universitaria. Junto al fallecido intelectual Carlos Contramaestre, participó en la redacción del Acta de Fundación del Consejo de Publicaciones de la citada casa de estudios superiores.
En diferentes diarios y revistas de Venezuela y el exterior, ha publicado más de mil textos [artículos de opinión política y cultura, ensayos y reflexiones]. Fue corresponsal y asesor literario de varias revistas internacionales, entre las cuales Luz en Arte y Literatura (California, USA), Generación Abierta a la Cultura (Buenos Aires, Argentina), Nueva Generación (Buenos Aires, Argentina) y Piel de Leopardo (Buenos Aires, Argentina). Nota biográfica completa.
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