"Uomo libero” de Raffaele Gatta, por Rita Bompadre - Centro de Lectura “Arturo Piatti”

"Uomo libero” de Raffaele Gatta, por Rita Bompadre - Centro de Lectura “Arturo Piatti”

“La pobre Italia reducida a una colonia de desempleo fabril/Crucero turístico conducido por proxenetas/Ya no es una patria de virtud, sino de prostitución mediática”. El título explícito pertenece a la obra “Uomo libero” de Raffaele Gatta, con prefacio de Diego Fusaro. El libro aborda la decadencia de la conciencia y la decadencia inexorable de la sociedad, inmersa en una superficialidad sorda y aséptica, conmueve el sentimiento de soledad, analiza el condicionamiento voraz y cruel en las elecciones, reduce la estructura moral a una intangibilidad consciente y desencantada de la libertad.

"Una mirada al pasado" un artículo de Edinson Martínez - Pondera lo que observa y traga grueso

Foto de Sam Miri: pexels-public domain

Un viejo amigo y tocayo a la vez, regresando de Chile se trajo un montón de libros para obsequiar entre sus conocidos, en el grupo venían títulos nuevos y otros ya no tan recientes, a mí me correspondieron con su respectiva dedicatoria dos de estos últimos. Uno de Isabel Allende (El plan infinito), y el otro de nuestra paisana María Elena Lavaud (La Habana sin tacones). Ambos me los leí con especial interés, de modo simultáneo mientras escribo estas notas y culmino al propio tiempo Otras fabulas del agua (2022) del poeta zuliano Alexis Fernández, a quien dedicaré un artículo especial en los próximos días. 
Sobre la escritora chilena es poco lo que este servidor podría agregar en torno a su ya prolongada carrera literaria, abunda en todo el

Poemas de Andrea Fregoli - Mejor obviar este desatino y concentrarse en el deseo

Foto de ALTEREDSNAPS

Me resulta inevitable escribir. Fluye la tinta como fluye el Paraná (incontenible) a la vera de mi ciudad, Rosario, urbe de poetas (que son un poco músicos) y de músicos (que son un poco poetas). Sé que en cada momento se escriben millones de páginas (tantas más deslumbrantes de lo que nunca alcanzaré). Pero yo igual ocupo mi lugar frente a la hoja en blanco y me esfuerzo en mi poema. Y cuando me parece que ha logrado cierta completud (efímera, evanescente, perfectible) lo envío al mundo para que siga su propia vida. Mi palabra se dispersa y se realiza. El mundo no se va a detener. La literatura mucho menos. Luego vuelvo a la tarea y nace otro poema.

Pequeña bailarina, un relato de Sebastián Trujillo - Habíamos fallecido en la tierra en instantes exactos

Foto de Alexander Krivitskiy

Al frente había un mar que deseaba intensamente alcanzar. Allí resplandecía un sol blanco. Otro oscuro y bestial encima de mí. 
“Vagabundo, ¡contempla!”
Y desde la luz nívea apareció una entidad angelical, suprema. Sustentaba dentro de sí un diamante con una espiral tallada a cuchillo. Enseñándomela, continuó: “este ha sido tu camino”. “Y yo soy magia”.
“Ebrio, extraviado en la multitud, te desplomaste en la ciudad. A pesar de la estupidez acumulada en tus entrañas, tuviste razón al sospechar que tu genero deambula carente de sentido. Aunque no sea gran revelación. Sin embargo, tu alma buscaba algo allende a tu cálculo, a cualquier sitio imaginado. La Divinidad se conmovió observándote bajo puentes pintados de grafitis,

La misericordia de la noche eterna: Vanessa Sosa - Baqcañal, Seuro y Mejjzenaz

Los delirios son inmensos.  
Algunos siegan vidas, otros juzgan, otros callan pero bastan tres para entretenerme.  
Mis delirios, en cambio, guían ahora a todo mi organismo jorobado a pastar entre esta noche nueva y eterna. A pastar, entre los agónicos paisajes, en los que ahora perpetuo las siluetas de mis huellas.   
El desconchado bosque ante el que deambulo, me sonríe más allá, y, más acá, tejo el camino que me lleva de regreso a ti. Porque camino entre los imperios carcomidos que nos comprometen a ti y a mí, mi dulce desiderata, y en los que pinté todas mis edades. Pero, sábete que, desde nuestro escondite, me vislumbro cada tiempo como un recién nacido. No por eso temí perderte.   

Inmobiliario sexual (Diario de una modelo en Nueva York): Katrina Vargas Parisi

Foto de Nina Hill

Flash. Flash. Esta es mi vida. Flash, flash, flash. No soy un ser humano, más de lo que soy una cosa, un mueble. Usan tu cuerpo como un maniquí vivo para ponerle ropa, anillos, collares. Cuando una agencia de modelos se encarga de tu seguro, no asegura tu persona, sino tu imagen. Si algo llega a pasar y quedas desfigurada, pierdes el seguro. No poso con mi cara de “Ven a mí”. Lo hago con cara de “Tú tampoco me importas”. Flash.
Un gato me sacó de la depresión. Hay un gato en la casa y es el único que me oye y que me recibe emocionado cuando llego. Haber conseguido un gato es tal vez la mejor idea que he podido tener, porque creo que en el fondo, mi problema se trata de sentirme necesitada. Quiero que alguien ansíe mi llegada. No me culpes; soy tan humana como tú.

Desde España: "Nordeste", un relato de Guillermo Martínez - Prefiero que se vaya sin despedidas

El cuento narra la experiencia de un hombre anónimo que asiste a un club de lectura dirigido por Chantal. Desde el principio, muestra cierta incomodidad y nerviosismo en este entorno, donde se encuentra rodeado de mujeres de cierta edad.  El grupo discute sobre un libro de poemas de Raymond Carver, utilizando términos como minimalismo, prosaico y existencialismo.
Cuando llega el turno de leer del protagonista, confiesa que no entendió el libro y lo devuelve. Esto genera una reacción de sorpresa y murmullos entre los miembros del grupo. A pesar de esto, el narrador continúa leyendo su propio escrito, que trata sobre su primera semana como soltero después de una ruptura amorosa. Describe cómo su exnovia le dejó a su perro y cómo lidia con esta situación.

Funeral de mi mejor amigo imaginario: Zauriel - Aceptarlos sería negarte

Foto de Kristal Tereziu

Se fue apagando cuando dejó de creer en mí 
(al igual que todos los demás). 

El doctor dijo que no quedaba nada por hacer. 
Nunca lo hubo. 
En el velorio nadie lloró.

Sigo aquí 

Me voy a cobijar con las sábanas del SEMEFO, 
estoy quebrado, cariño, 
todos mis amigos 
imaginarios que aún no mueren de 
sobredosis intencional 

Norma-alidades: dos relatos breves de Juan Carlos Vásquez sobre el tiempo y el exceso

Foto de gya den

Los retóricos y los oradores copan la escena, invitan a asociar los puntos fuertes de un baile con un salto. Jasmine McDon se ha implantado en la dentadura colmillos de tigre. DJ Andrew abre un telón entre fuegos artificiales y presenta lo que será el sexbinón, un aparato de placer infinito que tiene como fin simplificar lo complejo en las relaciones sexuales de géneros opuestos. La información estará permanentemente almacenada y podrá descargarse.
Intento desentenderme, pero una cantidad incalculable de hechos y gestos, de palabras e ideas me persiguen cuando, en pleno bombardeo a Yemen, el trending topic es el rescate de una perra Shih Tzu de un incendio en una casa de la provincia de Sichuan, en China.

"Culpa y proyección: De cómo el hablante cambia la lógica por beneficios de aceptación grupal"

Foto de Dan Cristian Pădureț

Supongo que la creatividad y la inteligencia no son precisamente sus mejores amigos. Y para ellos denigrar es la mejor manera de generar un aplauso, cuando no, utilizarán su propias culpas para culpar a los demás y con esto encontrar apoyo y aceptación en un grupo que también busca desprestigiar a alguien más hasta el círculo infinito: el mundo en que habitamos.
 ¡No me digas que la mejor manera de hacer reír es denigrar… 
Una de las formas más comunes en que las personas utilizan su propia culpa para culpar a los demás es a través de la proyección.
Desde tiempos antiguos, las personas han tendido a buscar a alguien a quien responsabilizar por sus propios errores y fracasos. En algunos casos, esto puede ser una respuesta natural a la culpa y la

Sacrilegio: Un cuento de Francois Villanueva Paravicino - "Cuando la crítica se vuelve arte"

―Profesor Giovani, en este cuento encontré el excesivo uso del sufijo «mente». El relato en sí me gusta, pero no sé si está bien utilizar muchos «mente». Si al menos corregiría eso, yo creo que el cuento sería bueno y estaría pasable. La historia sí está en algo, es un tema muy literario, pero no soporto que existan en demasía aquellos sufijos que estropean cualquier cuento, que, si mal no recuerdo, encontré un poco más de ochenta veces que comete aquellas imperfecciones. Hasta en una sola línea de cuatro palabras existen tres de ellas: «Ataqué cruelmente, justamente, deliberadamente». ¡Es terrible, la verdad! ―dijo Lucas sujetando con las dos manos los papeles que contenían el cuento de Pablo, quien, con la cabeza agachada, parecía avergonzado―. Además, no me gustan las acotaciones entre corchetes que

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"Entrevistas y reportajes" en el mundo de las letras y las artes escénicas

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