¡Vamos a destruirle la vida!, un texto perteneciente al libro «Jezabel» de Eduardo Sánchez Rugeles

Mira-qué-triste perdió su encanto primerizo. La rutina de recrear miserias ajenas no tenía efectos inmediatos y prácticos. Nuestra imaginación había desahuciado la totalidad del entorno. El último año del colegio fue demasiado largo. No pasaba nada. No hacíamos nada. Solo fumar, tomar ácido, tirar, ver porno en casa de Cacá, dar vueltas por Caracas en la camioneta de Flema, volver a fumar, volver a tirar, cansados, sin ganas, excitados por inercia. Y fue allí, en ese ciclo de placer domesticado, entre las sábanas sucias, donde Cacá inventó el más desalmado de todos nuestros juegos.

Desde Ciudad de México: «Advertencia», un relato de Adrián Lara

Aproximadamente, las siete cuarenta y tres. Los camaradas arrasaban en la cancha y la bola iba y venía en oleadas y manotazos con estilo. El encargado de la música había puesto algo suave que, lejos de fastidiar el ambiente nocturno de la calle, armonizaba con el ritmo del juego de todos contra todos: rap de la vieja escuela, principios, mediados de los noventas americanos. ¿A quién diablos le importaba si entendían o no las letras de protesta, opresión y violencia? Por fortuna, ninguno de los presentes consumíamos ilegalidades –ni polvo, ni pasto, ni trago alguno–. Sólo corríamos, competíamos y pasábamos el rato lejos de los problemas, la delincuencia, la pereza…

Juan Luis Henares: «La llamada» | Microrrelato

Sueño con recibirla, luego jamás regresaré a este trabajo. A partir de ella seré la mujer que lucha por construir una nueva vida y un mundo distinto. La espero y deseo. 
Lo observo, mas el teléfono no suena, tengo que volver a la realidad. Me visto con la mejor ropa y preparo mi cuerpo para venderlo al primer postor. Es que debo sobrevivir, pues esa llamada sigue siendo solo una bella utopía.

«La muerte que no se pudo comprobar», un cuento de Graciela Enriquez perteneciente al libro: «El indigente y otros cuentos»

Llego el martes13; en la comisaría todavía no hubo ninguna llamada a las clínicas y hospitales públicos de la zona, tampoco durante toda la mañana y tarde de aquel día. 
Uno como cualquier otro; solo lo de siempre alguna picadura, una leve quemadura, una quebradiza y algunos esguinces sumado la rutina de toda guardia.
El cambio de esa guardia diurna trajo un llamado al 911 al dar las 22hs. Fue solicitado para una ambulancia, un extraño accidente ocurrido en esa noche. 
Fabiana Francesetti , descendiente de padre francés y madre latina, hermana mayor de cinco hermanos, dos mujeres y tres varones. Ese día su agenda era normal; universidad, trabajo, algo de compra, un encuentro con

Investigar es la esencia del periodismo, un artículo de Raúl Allain (*)


La esencia del periodismo es investigar para encontrar la verdad. El desarrollo histórico del llamado “periodismo de investigación” es relevante porque ha marcado una diferencia total con la llamada “prensa del corazón” y más aún con lo que ahora se denominan “fake news”, noticias falsas o fabricadas que circulan en las redes sociales y que muchos las “comparten”, generando así más desinformación.
Los trabajos de periodismo de investigación más conocidos se sitúan en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y casi todos se ubican en los Estados Unidos. El florecimiento del nuevo género se produce entre 1955 y 1973. Por esas fechas, y

«Operación Medina», un relato del psicólogo y escritor Miguel Ángel Acquesta

                       
Todos los asesinatos son intencionados...La diferencia está en el grado de estupidez. "El hombre del lago" (2004), Arnaldur Indagando.
Buenos Aires-Miami. 7 de septiembre de 2024.


Llevaban algunos meses reuniéndose en forma secreta, por lo general en la casa de Walter, cercana a la Estación Boulogne. Extremaban los recaudos para no generar sospechas en los vecinos. Evitaban toda forma de comunicación entre ellos que resultara detectable. Habían pasado a la clandestinidad a comienzos de julio, cuando se anunció la quinta ola de la Pandemia con sus secuelas de

Federico Ambesi: Cuento entre algodones

Una de las nubes, apenas formateadas en el cielo, se tiñó de gris entre tantas nubes blancas. Lloró durante largo tiempo, sin derramar una lágrima
luego, vio cómo el colapso hizo devenir en lluvia
a esas perfectas blancuras, que, sin embargo,
regresaban
y regresaban
una y otra vez.
La nube gris creció hasta convertirse:
un ente venoso compuesto de exhalaciones volcánicas, dioses y muerte.
el colapso interior.

Crónicas venales y salvajes: «Ahora imagino cosas», un texto de Julián Herbert


Ahora imagino que
están bebiendo en el bosque.

Ahora imagino que
sos tan feliz, tan feliz.

Ahora imagino que
un amigo me está traicionando.

Ahora imagino que
extrañas sombras siguen mis pasos.

Ahora imagino que
mi tajada es más pequeña.

Ahora me acuerdo que
fui tan feliz, tan feliz.

Ficción especulativa: «La máquina», un texto de Lúgher

Sellada la compuerta superior, le destapó el cráneo al paciente y acaparó su corteza cerebral hundiéndole los vastos filamentos en nada. El cronómetro corría riguroso en la pantalla de la columna metálica en el centro del cuarto, habían sido reiniciados los diez minutos reglamentarios por sesión. La camilla de operaciones estaba ajustada de tal modo que, ahora era como un sillón que enderezaba la columna de su ocupante parcialmente anestesiado; también había sido modificada la tonalidad de la iluminación que desprendía la lámpara y reducido su rango, dando por sentado el cambio de protocolo al pasar de un haz disperso a un halo compacto de luz lívida que esclarecía el concreto punto de interés. 

«Delicatessen», un relato del escritor y actor argentino Juan Pablo Goñi Capurro

En el calor del mediodía misionero, dentro de la humedad sofocante, Magdalena sostiene a su bebé en el regazo, sentada en un tocón, casi desnuda. Los ojos de la joven madre dicen tanto, que ya no le queda nada para las palabras; quizá eso explique su silencio. Por algún lado, pero cerca, están sus otros seis hijos. El séptimo te lo apadrina el presidente, le dijeron al Alberto, por eso se decidió a tenerlo. ¿Y? Del presidente, ni noticias. Sergio será otro niño huesudo que crecerá en la selva hasta alcanzar la edad para dedicarse al tabaco, como el padre y los hermanos mayores.

Desde Caracas: «24 horas», un relato de Sujenis Carolina Urbina

Llegó el día, ahí está, mi segundo hogar recibiéndome, aquella gran sala de emergencia y el tic-tac de un reloj. En ella me aguardan ojos llenos de perlas cristalinas por el dolor que ha venido a tocar sus cuerpos y otras miradas que se han quedado en letargo, con pupilas que ya no brillarán.
Mi corazón late fuerte y se agita, comienza en mi una hidrólisis aumentando mi adrenalina desbordando en todo mi cuerpo el cortisol.
Volteo la mirada y suspiro, he entrado por aquella puerta grande, blanca, con coctelera en rojo sangre encendida indicando que nos aguardan grandes escenas cargadas de acción, al

María Belén Martire: Sujeto imaginable | Poesía

Si tuviera la oportunidad en mi vida de pintar un océano eterno
seria sobre nuestra existencia absoluta
el mar es la fuente de vida de todo ser humano
pero dejé de creer en esa teoría cuando te vi por primera vez.

Cuando te vi por primera vez, el mundo se detuvo 
mi mente dejó de procesar información
y el aire no entraba correctamente hacia mis pulmones
el día que te conocí por primera vez…

Reseña sobre el libro de, John Gray, Filosofía Felina. Los gatos y el sentido de la vida | Por Claudia Fulgencio

El reciente libro Filosofía felina. Los gatos y el sentido de la vida, publicado en México por la Editorial Sexto Piso, (2021); es el nuevo ensayo del escritor británico, John Gray, filósofo y politólogo, uno de los pensadores contemporáneos que ha reflexionado sobre la religión, la utopía, el progreso y el antropocentrismo, con miras a cuestionar al ser humano y cuál es su lugar en el mundo, además, de concebirlo como una especie voraz y aniquiladora del medio ambiente.
Si bien, en su libro Perros de paja, Paidós (2002), el filósofo perfila su crítica contra el antropocentrismo y reflexiona sobre la relación de

José Luis Guerrero Carnicero: El dragón y Jorge | Relato

Jorge tiró suavemente de las riendas de su caballo hasta que este se detuvo totalmente. Se fijó en las ramas chamuscadas de los árboles, y observó que de algunas todavía se desprendían pequeñas, y casi imperceptibles, columnas de humo. El dragón no podía estar muy lejos. Desmontó y amarró el caballo a un árbol, comprobó el estado de la espada que llevaba colgada en su cintura y aferró con fuerza el astil de su lanza para infundirse valor.
No tardó en tener contacto visual con el dragón. Estaba plácidamente tumbado y, aparentemente, distraído.
Se acercó sigilosamente por su espalda y levantó la lanza, la

«Pecado de Avaricia», un cuento de la autora argentina Liliana Fassi

Ya no tiene dudas: todo va a terminar mal. Mejor dicho, todo va a terminar. 
Ojalá la noche antes no hubiera salido a hacer su trabajo, pero eso era impensable. Si no hubiera pasado por esa calle, pero era la de los martes y él nunca cambiaba su itinerario, si el auto no hubiera estado esa noche en marcha y con la puerta abierta, si él no hubiera visto lo que había en el asiento del acompañante… si… si… eran demasiados síes; pero ya era tarde.

Una hora atrás, regresaba a su casa con el carrito atado detrás de su bicicleta, esa bicicletita para niños había sido el mejor hallazgo del mes; con las ruedas y unas maderas que había ido llevándose

Desde Gran Canaria: «A pesar de...», un poema de Alexandra

... los años y de los daños
De las ediciones sin límites y las apuestas a riesgos
A pesar de las rutas, las grutas, los laberintos, de volar, involarse y volver a volar
A pesar de los sedimentos de la memoria y las asíntotas del tiempo 
De la insurrección de los cuerpos con mentes en estado de sitio
A pesar de enredarse la cordura infame en cabellos deshilachados por el frío 
De la espalda en peso
De las caderas al ritmo de piernas 
De clavícula en cruz como mejor moneda dando la cara

«Primera mañana de mayo», un texto perteneciente al libro «Vida del Ahorcado» de Pablo Palacios

Ocurre que los hombres, el día una vez terminado, suelen despedirse de parientes y amigos y, aislándose en grandes cubos ad hoc, después de hacer las tinieblas se desnudan, se estiran sobre sus propias espaldas, se cubren con mantas de colores y se quedan ahí sin pensamiento, inmóviles, ciegos, sordos y mudos. Ocurre también generalmente que estos mismos hombres, transcurrido ya cierto tiempo, de improviso se sienten vueltos a la vida y comienzan a moverse y a ver y a oír como desde lejos. Ya cerca, un mínimo número de esos mismos hombres introducen sus pellejos en agua, bufan, tiritan y silban. Luego ocultan todo su cuerpo en telas especiales, dejando fuera

«El Tulpa», un relato psicológico de la escritora mexicana Mariana López Rodríguez

—Las cosas malas nunca te las dicen.
—Lo que les voy a contar no me sucedió a mí, pero si a una amiga. Siempre he pensado que lo más peligroso es la soledad, la cual nos puede llevar a sobrepasar los límites de nuestra propia razón. Existe gente que los vemos tan normales en el exterior, pero tan solos que dan vida a sus máximos compañeros y amigos en forma de Tulpas. Mi amiga sentía tanta soledad que me lo empezó a contar como una opción. Yo le decía como puedes pensar eso, eres joven, bonita, tienes un buen trabajo, no te desesperes pronto llegará. En mi afán de saber lo

«En el lugar equivocado», un relato de Fino Sosa perteneciente al libro «El Gen de la Bestia»

La fiesta había terminado, mi rencor y yo éramos los únicos que permanecíamos despiertos. Por enésima vez me preguntaba que hacia en este lugar. Restos de papel picado, serpentinas y globos desinflados invadían el salón, el caos imperaba en los rincones más improbables. El piso estaba alfombrado por una masa chiclosa de restos de comida y líquidos sospechosos, los cuerpos anestesiados por los vapores de la fiesta yacían semidesnudos y desparramados, cubiertos de cotillón desmembrado. Durante toda la noche los invitados se habían entregado a un festejo sin freno como pocas veces en la vida, si a esto que vivíamos se le

Desde Estados Unidos: una muestra poética de la autora chilena Paula Cucurella

Plegaria al padre enfermo

Hoy, replicar una sonrisa, mostrar los dientes, 
dejar un ventilero 
amarfilado, mientras a la cuna de tierra 
la boca del estómago
acariado en tintas salivas para regar
la mesa donde tarde 
la taza ofreció remanso. Si pongo agua ¿cuántos
cuento? Si la pregunta 
llegara a mis labios y tú respondieras, yo 
descalza llegaría 
a colocar otra manta que tus tibias piernas
no extrañan y secreta

«Silencio y soledad», un cuento de Neftalí Nava

Tengo años en silencio y pocos meses en soledad. Busco lo insonoro en los rincones de mi casa y en cambio me encuentro con el barullo de la desolación. Mi morada alguna vez fue prolífica en silencio... Pero hay más que el indeleble bullicio de la soledad en mi hogar, estoy yo. Se me olvida que yo existo y que sigo con vida. A veces creo que soy un espejismo insomne de la morada, que soy un fuego fatuo de éter inocuo; un fantasma en pesar. Pero al verme en el espejo, me percato de que soy de carne, y poseo osamenta; que soy humano y que vivo. ¿Por qué vivo? Solamente gastando aire, inventando cuentos mientras rememoro el mutismo del pasado.

Una muestra poética de Andrea Garza

Bestia fabulosa
Para A.

Recuerdo que eras
como un perro mutilado,
te posabas afuera de mi casa
con esos ojos que han visto
a la noche devorar al mundo
y supe con verte que
entre nosotros iba a correr
sangre.

Y no satisfecha la fiera
besa con blanda furia
mi sacro
coxis y
costillas.

Desde Sevilla: «Niños sin corazón», un relato de David Crauley

Eran tíos extraños; al atardecer se sentaban en una silla eléctrica y esperaban que sucediera, pero la electricidad no corría y la muerte pasaba de largo, no se fiaba de los tíos que se sentaban al atardecer en una silla eléctrica a esperar que todo dejara de doler más de lo que dolían mil voltios de golpe sin vuelta atrás: nunca más volvería a doler, creían aquellos condenados. Podía ser, hasta podía ser que, justo en el momento de no volver atrás, cuando mil chispas les empujaran hacía adelante o hacia afuera de las heridas, los colores del arcoíris se solidificaran como gemas preciosas en el cielo carmesí de los extraños soñadores del éxtasis eléctrico, pero ya no habría vuelta atrás, los colores también morían, sobre todo los colores del éxtasis. 

«Ausencia», un relato del escritor argentino Juan Luis Henares

Como todas las mañanas se quitó el sobretodo y el gorro de invierno, y en el preciso instante en que el tren iniciaba la marcha acomodó su cuerpo junto a la ventanilla al final del vagón trasero. Miró a través de ella los árboles agitarse con el viento; en el horizonte, al sur, negras y cargadas nubes anunciaban la lluvia que ya caía en el pueblo vecino. 
En el campo observó que algunos chicos, descalzos y con los pies llenos de tierra, saludaban el paso de la máquina; metros más adelante otros, alertados por el silbato, apuntaban con sus gomeras dispuestos a lanzar piedras a los vidrios. Las gallinas huían ante las corridas y ladridos

Desde Monterrey: «Un Cambio de Dirección», cuento de Jesús Llanes Esquivel

Nada es tan insoportable,
como un hombre afortunado.
Balzac.

—Estás sudando, colega–espetó, soltando una carcajada combativa.
—Estoy acalorado–respondí, temeroso por no saber decir no, en el momento exacto. “A qué doctorcito tan calenturiento”, siguió mofándose. Tosí, nada más.
Resultaba un horror presenciar su despliegue de personalidad. A empujones me llevó hasta una sala equipada con el instrumental de rigor de un laboratorio. Nada extraño, a no ser encima de una de dos planchas de acero un ataúd oxidado. Dentro del féretro hervía en sus orines y heces un hombre harapiento. Su herida

Desde Alicante: «Las Francis», un relato de Miguel Ángel Pacho

PRÓLOGO: Quedan 7 días para que acabe este curso, ¡que gozo y que alegría, por dios! Os sitúo en el espacio, para que os ubiquéis… Dichos eventos que contaré se suceden en el colegio LAS FRANCIS, donde la comida es radiactiva, ¡sin coñas! A continuación os narraré, desde mi punto de vista, lo que sucedió el último mes de dicho curso escolar, a la vez que os iré contando anécdotas y analizando los distintos personajes que aparecerán en la historia del colegio, incluido yo mismo. 

A falta de una semana para que acabase el tiempo lectivo, a 13 de Junio, antes del verano, sucedió un suceso raro de cojones… por no calificarlo de paranormal, por

Desde México: «En un mar de muertos», un cuento de J. R. Spinoza

La inscripción está grabada con letras doradas, justo en la placa debajo de un cuadro en particular. Uno que muestra a un hombre parado junto a un faro mirando abajo hacia el océano, donde centenas de esqueletos arrastran a otro sujeto idéntico a él a las profundidades marinas.
Dicha pintura se ubica al centro del salón de juegos de Il casinò della vita. La contemplo por unos momentos, como esperando hallar alguna respuesta o que provoque una epifanía que me ayude a salir de este embrollo. Mi padre decía que un hombre con fe, vale más que uno con suerte.
Lo cierto es que tengo pocas posibilidades. Es la penúltima ronda y sobre la mesa están dos reinas (de diamante y de corazones), un ocho de picas y un as de tréboles.

Desde Marzabotto: dos poemas de Yuleisy Cruz Lezcano

Evasión

En este mar de hierba cortada,
el flujo del aire 
molesta las urracas sentadas.
El día y su neblina helada
guarda un azul de primavera.
Un crujido de botas aplasta quimeras
sin mucho olor.
Las primeras violetas se doblan
y por amor
juran fidelidad a la tierra.
La tierra oculta un inferno
en las delgadas fracturas de la piedra.
La tierra es una grande piedra
con el fuego adentro, 
cruza las piernas 
para que nadie vea

«Carta de un escritor», un cuento de Gerson López Cárdenas

Quizá esta carta sea lo último que escribamos Manuelita…

Recuerdo que, siendo niño, aferrado con mi mano a la sombra de mi madre, me embelesaba leyendo los letreros guindados de paredes, vallas y locales. A pesar de la dificultad y de no saber su significado, me encantaba leer las palabras que eran largas y extrañas para mi edad: Fe-rre-te-ría, char-cu-te-ría, ce-rra-je-ría, ce-men-te-rio, la-bo-ra-to-rio, entre otras que me cautivaban tan solo por su tipografía y estética. Era como si estuviesen vivas. Es que siempre he sido un logofílico. 

Una muestra poética de Yamila Tomasa Ferrá

No le digas a nadie

( Casi una imitación de la Carta al Maestro de Emily Dickinson) 

 

Maestro: si usted viera como una bala alcanza a un pájaro 

La muerte del pájaro sorprendió a José Arcadio Buendía perseguido por el fantasma de Prudencio Aguilar 
me sorprendió cuando recogía las alas flácidas y azules 

«Años dorados», un relato inédito de Daniel Espinosa Cuevas

Decidí contarles esta historia porque quizá, sea la última vez que escriba. He tomado una decisión, cuyo acto ejecutaré una vez que termine esta narración y, es altamente probable que sea lo ultimo que haga en vida.
Todo empezó hace poco mas de dos meses. En realidad comenzó hace varios años, pero hace dos meses inició el comienzo del fin o tal vez el inicio de un nuevo comienzo. En fin, trataré de no confundirlos con mis elucubraciones de viejo. Tengo ya, 72 años pero no crean que estoy chochando. Aun estoy perfectamente lucido y consciente de mis actos.

Desde Córdoba, España: una muestra poética de María José Mures

Esqueje

“Verdad es que la poesía también se escribe con el cuerpo”.
CERNUDA.


Mueve mis caricias con tus manos 
hasta que llegue 
el fin del universo,
sigue meciendo la cama
simula ser 
esqueje en mi cuerpo.
No sé qué estambre
me une a ti
que sin estar cosida
deseo seguir cosiendo.

«Tesis sobre la muerte del arte», un ensayo de Emiliano Peláez Castañeda

I

Mi nombre es legión, pues somos muchos
Marcos 5,9

 

La cultura es un remix. Todo documento de cultura es a la vez documento de imitación. Barthes entendió bien esto: “el escritor se limita a imitar un gesto siempre anterior, nunca original; el único poder que tiene es el de mezclar las escrituras”. Al contrario de lo que el canon se ha esmerado en sostener, no existe el genio detrás de la obra, no hay Autor-Dios que crea a partir de la nada. Toda creación -palabra que debería ser justamente sustituida por producción- es siempre

«Caso Solsiret: la violencia no tiene género», un artículo de Raúl Allain Vega

La titular del Ministerio de la Mujer, Diana Miloslavich Túpac, declara inocente al presidente de la organización gobernante Pedro Castillo y sus vínculos con el senderismo. Diana Miloslavich se expresa a favor del aborto que es ilegal en el Perú salvo cuando representa peligro “para la salud y la vida de la madre”. “No existe situación, razón objetiva o dificultad humana que autorice matar a un inocente. Un mal no se combate con otro mal”, expresa la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) mediante su Comunicado. El episcopado advierte que “el valor primordial de la vida ha sido consagrado claramente en nuestra Constitución”, por lo que

Jorge Luis Betancourt en dos textos de «Un animal de triste apariencia»

LA OTRA MEJILLA

A mis amigos náufragos del mundo.

Sin besar al prójimo
sin ofrecer la otra mejilla,
tirar la piedra, el paño,
corres tres siglos en vez de
mirar la pasmosa coincidencia.
La Habana se destruye
en los amigos que se van
ante el ojo de buey.
No queda más escombro,
polvareda que cae
en la herida del muro,
en la espera repetida
tantas veces.

Presentación del libro «Diálogos internos» de Antonio Rolando Arenas

Presentación

En este nuevo encuentro hay tres aspectos que confluyen:

1) Mi entusiasmo de poeta por querer estar aquí transmitiendo a otras personas, posibles lectores, o nueva generación los alcances de mi libro “Diálogos internos”. Un libro con interés humanístico que descarga un mensaje esperanzador, de lo contrario no sería poesía.

2) La Feria del libro México –un país soberano ubicado en la parte meridional de América del Norte.

ENTRADA DESTACADA

"Entrevistas y reportajes" en el mundo de las letras y las artes escénicas

Esta selección de entrevistas y reportajes realizados por Juan Carlos Vásquez para diversos medios y revistas, reúne a una amplia variedad ...