Mira-qué-triste perdió su encanto primerizo. La rutina de recrear miserias ajenas no tenía efectos inmediatos y prácticos. Nuestra imaginación había desahuciado la totalidad del entorno. El último año del colegio fue demasiado largo. No pasaba nada. No hacíamos nada. Solo fumar, tomar ácido, tirar, ver porno en casa de Cacá, dar vueltas por Caracas en la camioneta de Flema, volver a fumar, volver a tirar, cansados, sin ganas, excitados por inercia. Y fue allí, en ese ciclo de placer domesticado, entre las sábanas sucias, donde Cacá inventó el más desalmado de todos nuestros juegos.
Mostrando entradas con la etiqueta Eduardo Sánchez Rugeles. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Eduardo Sánchez Rugeles. Mostrar todas las entradas
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
ENTRADA DESTACADA
«Donde las mariposas revolotean creando turbulencias químicas», un texto de la escritora inglesa Susana Medina
Photo ©Derek Ogbourne Estamos en el amor: un amplio espacio donde las mariposas revolotean. Pero tu cuerpo, pero mi cuerpo, encajan, todo...