¡Adiós, Guinea, adiós! (Ceiba 45)Me fui cantando en solitariouna canción de amor y olvido,las marcas de mis piesdejé en la arena,que las olas borraron poco a poco.La última vez que viviría,soledad, distancia,la última vez que sentiríahúmedas las sábanas.Siento esa tierra,la he pisado descalza,la he tenido en mis manosdejándome su marca.He luchado, he vencido,he creído, he perdido,he llorado por nada,me ha empapado la lluviami piel y mis sandalias.He vivido la selvade olores penetrantes,he sido liana viva,he contemplado absortala imagen de la ceiba,he sentido la fuerzadel que ama en la distancia.He soñado, he sufrido,me ha envuelto la nostalgia.He sonreído al día,he sido compañerade las tareas vacías.La noche fue mi amante,yo amor que nunca olvida.
COBARDE (Ceiba 52)No quiero que me recuerdenque fuiste mi compañía,del hedor que echa tu frentese infectaron las campiñas. […]Cementerio de cuervos es tu cuerpoque comieron cobardíaentre extraña sinfonía,de morteros, cencerrosy coros de ratas muertas.
Fotografía de Sergey Pesterev (en Unsplash). Public domain.
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