'Última reserva', relato de Michel G. Basnueva

Se me antojaba imposible que el ala de su sombrero entrase por la puerta giratoria. Con un giro elegante pasó entre los cristales sin quedarse atorada y levantó la vista. La seguían ocho hombres delgados que, uniformemente sincronizados, transportaban un arsenal de maletas con sus manos enfundadas en guantes. 
Me quedé inmóvil ante su imagen y lo que hacía: con las manos recogidas a la altura de los cachetes, acariciaba las yemas de sus pulgares mientras contemplaba la lámpara en forma de sombrilla que colgaba del techo.  

—¡Murano! —exclamó, como si decirlo provocara un placer que solo ella experimentaba por aquella polvorienta antigüedad
—. ¡Que pasado de moda!

Los sirvientes no se detuvieron. En fila de a cuatro, se me acercaron y colocaron las maletas al mismo tiempo en el suelo alfombrado del recibidor. 

—¡Bienvenidos al Hamilton! —me atreví a dirigirme a uno de ellos al ver que la mujer seguía contemplando la lámpara—. ¿A nombre de quien está la reserva? 

Sabía a qué nombre estaba, pues todas las habitaciones del hotel estaban cubiertas desde que abrió la temporada de caza y cada nombre de la lista ya había firmado su entrada. Solo faltaba Ms. Margaret Pool y, aunque era mi primer año en el Hamilton, la habitación que había solicitado la última reserva parecía ser misteriosa como aquella mujer. «Habitación diecinueve», me dijo Rubén antes de tomar el autobús a la ciudad. «Es una cliente habitual del hotel, solo entrégale la llave. No la acompañes y mucho menos entre en la habitación». 

—¿Ms. Margaret Pool? —volví a preguntarle a uno de los sujetos que entraron las maletas.

Pero, como la primera vez, no recibí respuesta. 

Sus ojos parecían desprovistos de brillo y tenían cierto matiz algodonado. 

—Perdón, ¿alguno de ustedes me puede responder?

—No hablan, querida.

No sé cuándo se acercó al mostrador. Cuando levanté la vista mis ojos se quedaron fijos en los labios de Ms. Margaret. Desde pequeña he admirado a las mujeres que mantienen el pulso recto cuando se maquillan. El carmín delineaba perfectamente su boca y extendía la comisura de una forma elegante, magistral. 

—¿Ms. Margaret Pool? —repetí con un hilillo de voz.

Después, me incliné sobre el libro para anotar la hora y hacer una cruz donde tenía que firmar.  

Veía su sombra en la moqueta recogerse y alargarse mientras confirmaba quien era. 

—Habitación diecinueve —afirmó ella sin que yo dijese nada. 

—La misma —y me volteé para tomar la llave, pero no estaba en el cajetín. 

Juro que la había visto antes junto a los ganchos vacíos de las ya entregadas. 

—¿Buscabas esto? —preguntó, agitando las llaves entre sus dedos.

Señalé desconcertada hacia el cajetín y Ms. Margaret pareció descubrir que no entendía.  
 
—Me la enviaron por correo certificado, bonita —contestó a la pregunta que no hice.

Volví sobre el libro para indicar dónde firmar y uno de sus sirvientes tomó la pluma para rubricar un garabato junto a mi X. No tuve tiempo de reprochar que solo el titular podía firmar la entrada. Después, Ms. Margaret me dio la espalda y, caminado entre la fila de sirvientes, se dirigió al pasillo principal. 

Los sirvientes se inclinaron a la vez, tomaron las maletas y la siguieron. 

—¿Disculpe? 

La comitiva se detuvo cuando la mujer lo hizo. 

—La habitación diecinueve es independiente y el hotel está lleno. No tenemos cuartos para su servicio.    

—Descuida, preciosa —dijo sin girarse—. Ellos… duermen en las maletas. 



Michel González Basnueva (1993), sociólogo y escritor, nació en Santa Clara, Cuba. Miembro de la Asociación Hermanos Saiz. Galardonado con: Premio Calendario 2021 con la novela juvenil “El canto de la ballena azul” (Cuba); Premio Hermanos Loynaz 2018 con la novela para niños “Por las nubes” (Cuba); Premio Reina del Mar Editores 2020 con la novela infantil “¿Alguien vive en este asteroide?” (Cuba); Ganador del I Certamen Internacional de Cuento Corto Castilla la Mancha de Parla 2020 con el cuento “Coto de caza” (España) y del I Concurso de Microficción convocado por la Revista Manumisión 2021, (México). Obtuvo el segundo lugar en el Premio Internacional de Narrativa Reinaldo Arenas 2020 con el conjunto de cuentos “Coto de caza” (Estados Unidos). Finalista en el concurso: Fundación de la Ciudad de Santa Clara 2020 (Cuba). Mencionado en el Concurso Carmen Rubio 2020 con el cuento infantil “La orquídea y el elefante” (Cuba). También ha publicado en antologías nacionales y revistas internacionales.


ILUSTRACIONES: El retrato ha sido remitido por el autor de la obra.



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