Ladraba como loca, y la baba se le escurría por las comisuras de la boca como si fuera una cascada asquerosa y apestosa… Aprecié que la pared empezaba a agrietarse, y que la alcayata a la que estaba amarrada la correa temblaba, con brusquedad…
Las piernas me comenzaron a temblar cuando vi que los ojos de la dálmata se pusieron rojos, y que después llamearon… También, de pronto, noté que sus colmillos se pusieron amarillos, que sus uñas se volvieron negras, deformes y más largas, y que las manchas que tenía alrededor de los ojos se le esfumaron. Un segundo más tarde, reaparecieron, pero no como antes, que daban la sensación de que llevaba lentes. No. Ahora daba la impresión de que estaba ojerosa… La última cosa que apareció fue una terrible sonrisa, que le deformó toda la cara, que ya era de por sí horripilante….
Mi corazón latía muy rápido, tenía los ojos muy abiertos, y no podía dejar de ver los desesperados intentos de ese animal de zafarse…
Finalmente, sucedió…
JUAN ROGELIO (Ciudad de México, 4 de abril de 1994). He publicado poesía con Legüera Cartonera; en Teresa Magazine; en Fanzine Parasitosis; Perro Negro de la Calle; La Letrina; Elipsis Revista; Los Demonios y los Días; Óclesis, Víctimas del Artificio; en la Red de Escritores y Escénicas Potosí; en Puerta Escarlata; en Revista Literaria Raíces; Maquina Combinatoria; y Palabra Infinita. Varias de ellas fueron recitadas, por el locutor André Michel, en Spotify, para la colección #AudiosDeConsumo, del grupo Existencias; y otra más por Gerardo María Giraldo Pérez, para la edición 22 del podcast El Buen Cruel. En narrativa, he colaborado con Caracola Magazine; en Perro Negro de la Calle; en Fanzine Parasitosis; Comunidad Tus Relatos; delatripa; Pandemic Society; en la revista Unión José Revueltas; en El Narratorio; y en Cardenal Revista Literaria. Cuento con una página en Facebook, donde comparto, entre otras cosas, algunas de mis obras
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