En una Villa de Francia todos estaban alterados;
María Antonieta había perdido sus zapatos.
No sabía dónde, ni como, ni cuando los había extraviado
Entonces armaron una comitiva de soldados y guardias reales; entre ellos aquel que pretendía a la niña, aquel que tenía la ilusión de casarse un día con ella.
-Mi dulce María Antonieta yo iré hasta los confines del mundo, encontrare sus zapatos y lo traeré ante usted - Así se despedía con un gesto de saludo a la joven. Partiendo junto con el resto de la comitiva.
Allá se veía a lo lejos a los fieles soldados emprender tal desafío, el pueblo miraba como se alejaban a tierras extranjeras.
Entre los aldeanos se comentaba, no entendían porque ir tan lejos, si la joven hacia rato que no salía de palacio.
- Si fuera parte de la corte buscaría en todos los rincones del castillo- un muchacho campesino, con la mirada extraviada en la nada, enamorado, suspirando por el amor de María Antonieta.
-¡Que dices Rubén! ¿Porque sueñas con sueños que no puedes soñar?- le dice un amigo que estaba a su lado
Y así el pueblo continuaba alborotado preguntándose ¿Como perdió sus zapatos que importa, si puede tener muchos más? ¿porque son tan importantes esos?-
El tiempo pasó y pasó... Nadie nunca los encontró,
los años transcurrieron y los siglos también; cuando a luz de un nuevo horizonte nacía un nuevo milenio. El siglo XXI llegaba y tal vez la sorpresa de hallar aquellos zapatos que dieron de que hablar por tantos soles y lunas. Las personas vestían y lucían muy diferentes al SXVIII pero siempre en el tema del amor y de cosas pendientes fueron, son y serán iguales ya que nunca cambiarán.
Una subasta de reliquias y antigüedades estaba dando comienzo lo más insólito de aquel remate eran un par de zapatos de época. Según afirmaban eran de María Antonieta de Francia, quién fue ajusticiada en 1793.
Un excéntrico joven un poco más grande que cualquier chico de ciudad; compro tales zapatos y así como apareció, desapareció sin que nadie se diera cuenta de su presencia.
Luego entró en un bosque, uno de los que aún existían. Comenzó a decir algunas palabras raras y un portal se abrió, destellando luces de colores fluorescentes y antes que se esfumara en el mismo, un gracias Merlín se escuchó. Las luces se extinguieron y allí no paso definitivamente nada.
Cuando en un santiamén el joven campesino enamorado desde siempre de María Antonieta reaparecía en pleno SXVIII con los zapatos de La princesa. Merlín estaba allí esperándolo; se abrazaron, rieron y más tarde después del gran salto en el tiempo, se presentó en palacio.
-¿Tú quién eres? - un guardia a las puertas de palacio
-Me llamo Rubén y traigo los zapatos de la princesa-
Todos quedaron asombrados, los padres de María Antonieta quedaron atónitos y al llegar al salón real ella quedó enamorada a primera vista de él.
Nunca les contó la verdad y para guardar tal secreto les dijo: - Un buen espíritu del bosque me los entregó para que no caigan en manos equivocadas - los reyes y quienes estaban allí
no supieron como reaccionar si era verdad o mentira. Vieron sonreír al rey y a la princesa tan feliz que todos rieron también. Y nadie más pregunto el como y donde.
María Antonieta desbordaba de pasión entonces como en los cuentos de hadas; los reyes
aceptaron su matrimonio y la boda fue comentada por todas partes, caminos y senderos recorrió la noticia llegando a oídos de los soldados que marcharon a tierras lejanas. Fueron de regreso y llegaron justo cuando la princesa daba el si ante el altar y Rubén a su lado ya era su esposo.
Enfureció el noble guardia de ira y bronca amenazándolo ante todos a un duelo, aunque no tuvo éxito también lo desenterraron.
Y esta vez los zapatos de María Antonieta fueron robados y por esta situación Rubén le cuenta de su hazaña en la que se aventuró guiado por Merlín para recuperar sus zapatos
Ella allí murió mucho más de amor por él, vivieron por un tiempo muy felices hasta que Merlín lo vuelve a buscar contándole a Rubén que aquel soldado encontró el portal y se aventuró en el llevándose los zapatos de María Antonieta.
Esta vez cruzaron juntos al nuevo milenio y nuevamente los zapatos estaban en una subasta como la primera vez. Recuperaron los zapatos y persiguieron al guardia y este volvió a cruzar por el portal cerrándose tras él.
Al llegar nuevamente al SXVIII lo ajusticiaron por haber secuestrado a la pareja y hacer desaparecer sus cuerpos.
Mientras que Los jóvenes quedaron varados en este milenio amándose como el primer día. Más tarde lograron ser padres de un par de mellizos varones, luego de un año, una niña, y
por último para mediados del año 2020 tuvieron otro varón. Ellos vivían su vida y su amor sin que nadie sepa quiénes eran ellos en realidad. Y que por aquellos zapatos que los unió saltaron una vez más por el portal y allí se quedaron viviendo muy felices.
Solo los recuerdos y los sueños de un pasado remoto los entristecía haciéndolos volver en su mente porque no olvidarán jamás. En el XVIII los reyes lloraban su ausencia y lo hicieron por muchos años sin resignación hasta que un día, una carta con una rara noticia les llegó diciendo:
- No sé preocupen por nosotros. Tienen 4 hermosos nietos. Y somos muy felices...
Graciela Enríquez, argentina /BsAs. 26 de septiembre de 1962 empezo a la edad de 10 años a escribir y se introdujo en su gran pasión «La colección de Robin Hokk». A los 55 años pública el primer libro. Y detras de él fueron naciendo los demás Cuentos de hadas y fantasías (2017). Ela... La heredera (2018). El indigente y otros Cuentos (2019). Ha participado en diferentes antologías nacionales e internacionales y da vida a un Diario literario mensual de Cuentos de hadas y fantasías. Donde invita mes por mes a diversos artistas de todas las ramas del arte así como escritores y poetas a participar y compartir sus obras y trabajos.
Email enriquezgraciel9@gmail.com
Instagram @gracielaenriquez5
Página y grupo Cuentos de hadas y fantasías.
Titulo de la obra: " El zapato de María Antonieta" / cuento de ficción
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