SerEl día quiere sentir, el día quiere ser noche. No sabe bien la razón y la razón desconoce. Solo sabe lo que ha oído de las más fugaces voces: dicen que la noche vive y que muy viva es la noche.Día quiere trasmutar, el día piensa en la noche. El viento hoy le ha contado de un escritor de poemas, de sus poemas de noche, de sus noches con poemas.Día esta desesperado, día no quiere más día. Trabajo, gentío, calor, sed, fatiga y la ira. Cansado el día está. Noche será, dice día.Y el poeta que en la noche su poesía escribía, y el hombre y la morena, y el ardor y el sodomita, hoy solo pasan la noche, están esperando al día.Balada del Hombre TristeSale a buscar amor el hombre triste,vacío y triste, sale.Busca el amor que le priva la mente,que le privan las calles, que la vida lepriva.Ha de buscar en todos.Tras lasaceras cloradas, en el pasamanos delauto, en la barra de aquel sitio dondeescucha un blues, en la humedad delaliento en sus lentes. Buscar es unacarga ominosa. Le recuerda el vacío alhombre triste.Nada le llena, solo la búsqueda ha sidoel tentempié del vacío,el perpetuo andaral otro, al amor siguiente. Cree ver lavida gotearse de sus manos.No entiende a los simples, alos que no piensan el sentir. No halla,pero busca otro ser triste con quienhablar del vacío que deja amar loprofundo, de amar al amor. Y le es el
amor un tribunal perpetuo en el que creenunca saldrá culpable.Detrás de sus ojos reside eldesiderátum. Las formas andantes leson como el Arca del Pacto. Pero élsabe que hay dentro del hombre y sesiente que va al mismo matadero quelos otros. No ha notado que este es elgran poder de los simples: hacernoscomo ellos.Andan sus manos, manos célibes,manos sin manos, buscando un rostropara llamar suyo, buscando un cuerpo,buscando un argumento bien pensado .La búsqueda ha trastornado al hombre,y no sabe de seguro la distancia entreamar y poseer. Pues cuando se lleva alos labios el vaso agrietado del amor, laúltima gota le trae todos sus cristales.Cree ver un latido en los ojos dealguien que le ha dicho bueno días. Lafábrica interna ha comenzado afuncionar y sus obreros preparan lamateria de otro intento. Pero él ya noespera, aunque espera. Ha encontradola pérdida en los otros, la pérdida decualquier cosa que los haga sentir.Regresa, el hombre. Entra a buscar elamor, otro amor. No sabe aún que hayamores que solo se da uno mismo, ¿oquizás sabe? Entra el hombre triste,vacío y triste entra. Mañana sale.AdiosNo renuncio a ti, sino al frío de sentirte deotro, del ajeno al que por instantes odio.No renuncio a ti, sino a la eterna búsquedade ese amor que no me es predestinado.No renuncio a ti, sino al vacío demis ojos cuando a los ojos tuyosno encuentra asechando.No renuncio a ti, sino a la idea dequererte, que pulala en mi cerebro.
No renuncio a ti pero de ti me marcho.Nada te dejo, solo tu gran necesidad de mi,y la ausencia del abrazo oportunoen esas noches que tiemblas en la camay no eres nadie.
Franciel Carmona Ramos (Cuba, 1995).
Ilustración: la imagen ha sido remitida por el autor de la obra.
Muy lindo y muy profundo el análisis de tus poemas me encantó el tercero
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