¡La había amado locamente!
¡La había amado locamente!
Un buitre me estaba desgarrando los pies a picotazos. Ya había destrozado las botas y los calcetines y ahora me desgarraba los pies. Después de cada picotazo que me daba, se ponía a volar inquieto, describiendo círculos en torno a mí. Luego proseguía su tarea.
ASÍ lo acordaron: si los mandaban a un campo numerado, al campo especial Berlag, los tres se suicidarían; ellos a ese mundo numerado no irían.El típico error del presidiario. Cada preso se rige en el campo por el día vivido y cree que en alguna parte fuera de su mundo hay lugares peores que aquel en el que ha pasado la noche. Y es cierto. Esos lugares existen, y el peligro de que lo trasladen allí siempre pende sobre la cabeza del preso, ningún presidiario aspira a ir a otra parte.
Tengo un animal peculiar; es mitad gatito y mitad cordero. Es parte de mi herencia paterna. Se ha desarrollado, pero tuvo que llegar a estar en mis manos para hacerlo. Antaño tenía más de cordero que de gatito; ahora tiene de los dos a partes iguales.
La cabeza y las garras son de gato; el tamaño y la figura, de cordero. De ambos son unos ojos centelleantes y salvajes, un pelaje suave y tupido, unos movimientos que tienen tanto de brincos como de lento deslizarse. Al lucir el sol, cuando está sobre el alféizar, se ovilla y ronronea. En la pradera corre como un loco y
Experimenté una inmensa alegría. Yo era un estudiante pobre, sin un cópec en el bolsillo —había gastado los últimos en un anuncio solicitando un empleo—. Y tuve la suerte de encontrar un magnífico trabajo.
Una nublada mañana de finales de octubre recibí una carta en la cual se me invitaba a presentarme en el Hotel de Francia, situado en la calle de la Marina. Hora y media más tarde y cuando la lluvia, que empezó a
Nos disgusta tanto releer los libros que hemos escrito justo porque frente a ellos parecemos falsificadores de moneda. Nos hemos adentrado en la cueva de Alí Babá y sólo hemos sacado a la luz un miserable puñado de plata. También tenemos la sensación de regresar a estados donde nos metamorfoseábamos como una serpiente se muda de su piel ajada.
¿POR qué resulta a veces tan arduo decidir hacia dónde caminar? Creo que existe en la Naturaleza un sutil magnetismo y que, si cedemos inconscientemente a él, nos dirigirá correctamente. No da igual qué senda tomemos. Hay un camino adecuado, pero somos muy propensos, por descuido y estupidez, a elegir el erróneo. Nos gustaría tomar ese buen camino, que nunca hemos emprendido en
No temas a los fantasmas que pueblan esta casa; ellos
son el menor de tus problemas.
Personalmente, los ruidos que hacen me reconfortan.
Los crujidos y pisadas en mitad de la noche,
los objetos que desaparecen o cambian de sitio, a mí
Un gozque famélico, todo hueso y pellejo, se las ha ingeniado para colarse por el agujero de la tapia. Olisquea furioso bajo la luz de la luna, correteando de aquí para allá, gimoteando de hambre; de pronto se detiene, y comienza escarbar la tierra correosa con exaltación maníaca, levantando una profusa polvareda.
En el vasto escenario de la naturaleza y la destructiva influencia del hombre, surge la "Vindicación del Caos" de Alberto Jiménez...