No soy pobre,eso afirman las reglas económicasdel Banco mundial.Esta fue la primera afirmaciónsalida de mi boca íntimacuando quiso dar fe delsustantivopor el que este cuerpo responde,pero su garganta se deshaceante tanta pobreza.No puse atención al discursoque denunciaba el desarrollo desemillasque comprendieron la ridícula importanciade los reconocimientos socio-políticospostmortem.Ni siquiera tuve conocimiento de poetasque disfrutan el sexo con sectores socialesque aplauden la ausencia de lirismoen las antologías poéticas del siglo XXI.No aplaudí la existencia de televisorasque censuran la verdad del hombredesempleado a la fuerzaal creerse mensajero de ancianasque viven de la angustiapor el asesinato de la niñaque ofrecía su cuerpo a cambio de medicinaspara aliviar a la madre en el brocal del Infierno.Esas abuelas ignoranque formé parte de quienes trabajanpor menos de diez dólares al mesy que soy el únicoque tiene la máquina de escribirque se niega a redactar tratadosa favor de estados cuestionables..Como el mejor ejemplocreí en la madre de las antologías literarias,en la Virgen de la Caridad de Cobre,en la luna roja, en la menguante,en prisioneros políticos(antes de ser liberados, ya no);Creí en amigos, en negros,en la literatura de amor;estoy seguro que el asesinato de Cristofue prematuro.Por eso no me arrodillo ante un pontíficeque no vista los harapos del mesíasPara lograr esta creenciarescaté a las muchachasque abandonaron el derecho de ser madres,dispuse cinco segundospara llorar por los asesinados;averigüé cuándo seria la próxima lluvia,e hice una pausa enormea través de las hojas del olivo y el álamo,a favor de los niños que solventan sus fatigasen el vertedero de la primera ciudadque tuvo bibliotecas.También ofrecí un beso a la personaque renegoció la deuda con el salvajismoy di a mis amigos la opción de difundir los versosque no me publicaron.De ahí que no necesitecontinuar haciéndole preguntasa la criatura que salió de mi boca.Ella afirma que si yo fuera pobreno hablaría con poetas.
Si algún día hacen oficialque soy un personaje de esosentonaré el salmo que da cierre a este poema,solo entonces renunciaré a los premios literarios,a las razonesque me hacen recibir bajo mi techoa los faltos de palabra, a drogadictas,prostitutas,y a los que están a punto de retroceder.Con esa actitud insignificanteganaría tiempopara elaborar el plan de devoluciónde los favores que recuerdo.El Escriba lo redactó de esta manera:“Para ser pobre hay que ir más abajo
Rolando Reyes López. (Pedro Betancourt. Matanzas. 1969).
Miembro del Taller Literario “Placido Valdez desde 1995.
Resido desde el año 1971 en el Municipio de Jovellanos. Matanzas. Cuba. Graduado de Bachiller. Actualmente es jubilado por Baja Visión. poetadecuba@gmail.com
Fotografía de Ban Yido (en Unsplash). Public domain.
Bello. Realmente si tienes una gran riqueza de talentos y palabras. Te quiero muchísimo
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