Al final de la Luna de Miel, los esposos Pirandelo conversaron en el Hotel «Los Páramos» sobre la posibilidad de tener dos hijos para dar forma a una dicha hasta ahora circular.
-Quiero un par de chicos -promulgó Ana María-. Un varón y una hembra, por supuesto...
-Estoy de acuerdo contigo, mi amor -correspondió Jorge Antonio-. Aún cuando no tengo una gran fortuna, es suficiente para criar muchachos y dejarles aceptables bienes en caso de que muera.