Mostrando entradas con la etiqueta Gabriel Valdovinos Vázquez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gabriel Valdovinos Vázquez. Mostrar todas las entradas

«El ausente», un relato de Gabriel Valdovinos Vázquez


El reloj checador marca las 7:53 p.m. en la tarjeta de Raúl, y observa que curiosamente la entrada se registró a las 7:53 a.m. de ese mismo día.

Doce horas intensas dedicadas a aquel trabajo cuyos ingresos lo obligan siempre a recurrir a las tarjetas de crédito, financiamientos hipotecarios, comerciales y demás recursos para alcanzar a solventar las necesidades básicas de su familia.

«Huellas mágicas», un relato de Gabriel Valdovinos Vázquez

¡Mira que viejo te has puesto! Cada año te encuentro con nuevas cicatrices. Siempre me hago el propósito de retocarte un poco y a fuerza de posponerlo, cada vez será más complicada tu restauración.

Lo primero que perdiste fue ese pedazo de tu oreja izquierda. Mi hijo mayor tendría tres años aproximadamente. Los mismos que tenías tú. Los dos llegaron casi al mismo tiempo a nuestra familia.

«Desempolvando la esperanza», un relato de Gabriel Valdovinos Vázquez

¡Me da gusto encontrarte de nuevo! Apenas al abrir esta caja y ver el envoltorio de periódico y plástico más grande, me imaginé que eras tú.
Bien recuerdo que nos quedamos platicando largo rato en los primeros días de este año, antes de guardarte aquí.
Aun con el buen sabor de boca por los sencillos platos y espirituosas bebidas, pero sobre todo por los gratos momentos, los fuertes abrazos, los sinceros apretones de mano, la cercanía en

«Cruz de Sangre», un relato de Gabriel Valdovinos Vázquez


*Relato ficticio enmarcado
 en hechos históricos reales.

—¡Despierta Paula!
—¿Qué pasa Tiburcio?
—Para la oreja, agudiza el oído. ¿Oyes un galope allá por el rumbo de la barranca de Alcaraces?
—¡Ay, Tiburcio! ¿Serán tus nervios que no te dejan ni pegar los párpados?

'Confidencias paternales', relato de Gabriel Valdovinos Vázquez

Esta noche el majestuoso plenilunio potencia mi sensibilidad y mi nostalgia. Las vivencias de mi infancia se conjugan con la vorágine de emociones que actualmente conforman mi realidad, haciendo imprescindible uno de esos reconfortantes encuentros contigo, de los cuales obtengo siempre una respuesta, una alentadora esperanza, una palabra de aliento o simplemente un hombro donde apoyarme, para, junto a ti, enfrentar las tempestades.

Viajero de Noche Buena, relato de Gabriel Valdovinos Vázquez

Podría decir que aquella era una noche cualquiera. En algunas casas cercanas se escuchaba música, pleitos y bailes, como frecuentemente sucedía; de pronto, empezaron a sonar disparos de armas de fuego por todas partes, cosa que también era habitual, más no en forma tan abundante.

'El pan de la discordia' relato de Gabriel Valdovinos Vázquez


El corazón de Alicia latía cada vez más aprisa, conforme las manecillas del viejo reloj se acercaban lentamente a la hora tan esperada.
Repasaba en su mente una y otra vez el plan trazado, cuidando que no quedara ningún detalle por atender. 

'El hijo de la guerra' relato de Gabriel Valdovinos Vázquez

Creí que era esa la peor noche de mi vida. Triste fue darme cuenta que había sido sólo la primera de las peores e incontables que le prosiguieron.
El apacible sueño de los pobladores de aquel caserío entre pinos, fue abruptamente interrumpido por aullidos furiosos, disparos, maldiciones, gritos de dolor, muerte y confusión.

'El Punto le dijo a la Coma', texto perteneciente al libro 'Jubileo' de Gabriel Valdovinos Vázquez

En un inusitado encuentro, el Punto y la Coma, antiquísimos amigos, se saludaron efusivamente después de una larga y circunstancial separación.
¡Hola, diminuto y fino amigo! Como siempre, luces pulcro, distinguido y refinado. Cuéntame dónde te has ocultado por tanto tiempo, tu semblante denota que no has visto la luz y tu levita huele a ropero de abuelita.

'El manual del hechicero', texto perteneciente al libro 'Jubileo' de Gabriel Valdovinos Vázquez

Tú y yo compartimos una realidad coincidente en el tiempo, tal vez no siempre en los entornos. Las mismas travesuras que hice yo siendo niño en un rincón del campo cerca del mar, las hiciste tú en una fresca montaña o en un barrio citadino. Tus recuerdos te llevan a calles iluminadas y concurridas; los míos, pernoctan entre veredas oscuras, fogatas titilantes y luces de mechas y petróleo.

'Pausa', texto perteneciente al libro 'Destellos', de Gabriel Valdovinos Vázquez

Esta carta es mi humilde aportación para un enfermo del Hospital Regional de Málaga, España. Espero sea un bálsamo para todos quienes, sin estar recluidos en un sanatorio, vagamos como víctimas de esta convulsiva realidad.

No abras los ojos, no es necesario; es mejor así. Quédate tranquilo, en calma; sólo déjame estar contigo unos minutos. 

ENTRADA DESTACADA

Vindicación del Caos · por Alberto Jiménez Ure

En el vasto escenario de la naturaleza y la destructiva influencia del hombre, surge la "Vindicación del Caos" de Alberto Jiménez...