"Molly Bunny", del autor de "El festival de la matanza", Lou W. Morrison

Cara A

—¿Molly?

Apenas prestó atención a la llamada de su tutora. Últimamente su madre no traía clientes a la casa y aquello empezaba a escamarla. Cualquier cambio en la rutina nunca era buena señal. 

—Tu nombre es Molly, ¿verdad?—la mujer le colocó delicadamente la mano sobre el hombro—. Aunque me he fijado que tus compañeros te llaman por otro nombre: Sara…

Adiós a casi todo – Salvador Pániker, 2008 – 2 de enero

Llovizna. Los pies y tobillos hinchados de Goyo me preocupan y, en consecuencia, llamo al médico, el cual opina que los pies hinchados de Goyo son una cuestión mecánica y no circulatoria. Bueno. Quizás. De pronto pienso: ¿para qué sirven hoy las vidas de Goyo y de Nuria? ¿Las vidas de la mayoría de la gente? A continuación amplío la perspectiva: ¿para qué sirven las vidas de los miles de millones de animales de distintas especies que pueblan la tierra?

"La Deshora", un compendio poetico de Jorge Cappa, reseñado por Juan Carlos Vásquez.

Jorge Cappa mantiene viva la lumbre poética de su obra anterior, pero ahora la enfrenta al caos del tiempo. La Deshora oscila entre el lirismo y la canción narrativa, llevando sus símbolos —la escalera, el espejo, el giro incesante— a territorios concretos como la pandemia, el exilio y la ciudad. A diferencia de la etérea melancolía de Lumbre de marfil, aquí la poesía se abre al diálogo con la historia, sin perder su musicalidad ni delicadeza.

Génesis, un cuento de Julia Wobken, autora alemana residencia en Buenos Aires

Un tenue rayo de luz solar logró atravesar las densas nubes de invierno. Debilitado y frenado aún más por las mil y una partículas de procedencia desconocida que formaban la contaminación acumulada de hace antaño, chocó con el vidrio de los gigantescos invernaderos y murió allí, fallando en su intento de contribuir alguna luz cálida a la iluminación artificial. En reemplazo del sol, el centenar de lámparas neón alimentaba las plantas de superalimentos que crecían en macetas eficientes, ordenadas en filas como si fueran soldados.

Entrevista a Alejandro Gallegos: la orgía de los gusanos, la vida, la muerte y el filo del microrrelato, por Juan Carlos Vásquez

En esta entrevista para Herederos del Kaos, conversamos con Alejandro Gallegos Rojas, escritor ecuatoriano que ha hecho del microrrelato su territorio. La orgía de los gusanos condensa memoria, deseo y obsesiones humanas con la precisión de un bisturí y la libertad del narrador. Su economía verbal captura universos y arrastra al lector a la ironía, el absurdo y la reflexión íntima.

Thomas Ligotti – Maestro del terror filosófico y la ficción extraña

En un hermoso hogar de una hermosa zona de la ciudad (la localidad de Nolgate, sede de la prisión estatal), el doctor Munck examinaba el periódico vespertino mientras su mujer descansaba en un sofá cercano, hojeando perezosamente el desfile de colores de una revista de moda. Su hija Norleen estaba arriba, durmiendo ya, o quizá disfrutando a escondidas de una sesión nocturna con el nuevo televisor en color que había recibido la semana anterior por su cumpleaños.

El susurro invisible: historias y sombras del control mental, por Raúl Allain

No sé en qué momento empecé a obsesionarme con este tema. Tal vez fue aquella tarde en la que un viejo amigo, periodista también, me contó cómo en una cobertura en un país del que prefiero no dar el nombre, sintió —literalmente— que sus pensamientos no eran del todo suyos. Lo miré incrédulo, claro, pero él tenía esa mirada de quien ha visto algo que no se puede desver. Desde entonces, la idea de que alguien, en algún rincón, pueda meter mano en la maquinaria íntima de nuestra mente, me persigue.

Lo que dijo el reflejo, por Adrián “Fino” Sosa — escritor y editor uruguayo
Los gemidos de Alicia haciendo el amor en otra habitación, lo sacaron de los pelos de un sueño profundo. Nicolás quedó petrificado de cara al techo rodeado de una oscuridad siniestra. Estiró la mano hacia el lado que ella ocupaba en su cama con la remota esperanza de encontrarla y de que esos gritos de placer no estuvieran saliendo de la boca de su Alicia, pero solo encontró vacío en esa parte del colchón. Volvió a escuchar los gemidos, sintió las paredes de su mundo derrumbarse.

¿Qué carajo hago yo aquí? | Un artículo de Edinson Martínez

En el tránsito humano por asentar la voz en figuras tangibles para que las personas fueran capaces de leer y entonces conseguir que, el soplo del aliento inteligente que nos separa del resto de los seres vivos, no sucumbiera al olvido, los humanos hemos librado una ardua batalla desde el mismo instante en que se tuvo consciencia de la existencia misma. Es como si el instinto de la especie, tomándose de la mano de la voluntad, buscara dejar una huella en su paso por la vida, por el mundo en su ya largo trajinar. Los libros, en ese sentido, han salvado a la humanidad de la desmemoria.

Desde Ciudad de Guatemala: Memorias de una (No Solicitada) Existencia, por Ernesto Rodríguez

Justo acaba de caer rendido por el sueño, al apagar todas las defensas conscientes del cerebro, es mi turno de emerger como el aspecto inconsciente de la existencia. Como lo dicta la naturaleza de mi percepción cognitiva que se esconde hasta poder emerger en el velo de la noche, poseedora de la capacidad de ser consciente de su propia existencia, y con el sello personal de tener la obsesión de sobre analizar en infinidad de oportunidades todo hecho que pudiera dejar una impresión digna de mención en mi memoria.

Desde España: "The heart asks pleasure first", un relato de Alex Armega
Aunque no había habitación 237, el hotel donde nos alojamos, por su aspecto solitario y siniestro, no tenía nada que envidiarle al ficticio Overlook, donde se filmó el resplandor. Estábamos fuera de temporada, pero no miento si digo que eramos los únicos huéspedes, o al menos los únicos que pernoctábamos en la segunda planta, porque nunca nos cruzamos con nadie ni hablamos con nadie, salvo una noche, en la que se disparó una sirena de alarma, cuando

Thomas Bernhard , Un niño  - Autobiografía (Fragmento)

A la edad de ocho años, montado en la vieja Steyr-Waffenrad de mi tutor, quien en esa época había sido llamado a filas en Polonia y estaba a punto de marchar sobre Rusia con el ejército alemán, di mi primera vuelta bajo nuestro piso del Mercado de las Palomas en Traunstein, en el despoblado de un mediodía provinciano consciente de su importancia. Habiéndole cogido el gusto a aquella disciplina para mí totalmente nueva, pronto salí pedaleando del Mercado de las Palomas

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Vindicación del Caos · por Alberto Jiménez Ure

En En Vindicación del Caos, Alberto Jiménez Ure enfrenta la naturaleza al hombre destructivo. Sus versos muestran un universo donde el orde...