Desde Bélgica: «Cántico de los borrachos», un texto de Giacomo Perna

A veces llegan días en los que no podemos. 
Son días sin sol ni lluvias, de parecer indescifrable. 
El cielo tiñe el alma de todos los matices, intenta confundir las verdades con un arcoíris de inmundicia, un irrespetuoso bacanal de colores desahuciados que engañaría a los más desprevenidos, pero no puede con nosotros, pues solo nos termina revelando los embustes del vacío. 
– Blanco – 
O son noches de relumbre desasosegante, de párpados irrequietos, zozobras al acecho, deseos áridos, sudores congelados por el estruendo redundante – ya no puedo más – e inquietudes que

«Más allá de la razón», un texto del escritor nicaragüense Alberto Juárez Vivas

Aquellas ganas de escribir, aquel deseo insoportable por ser un gran escritor, surgió en sus años universitarios cuando dos de sus más íntimos amigos desaparecieron de una forma inexplicable, y al cabo de unos meses los encontraron hechos cadáveres. Y eso que solo fueron reconocidos por el anillo de graduación que ambos andaban. Noches enteras y sistemáticas se las pasaba tratando de asir y ordenar sus ideas, con el único objetivo de ser un denunciante más, de los literatos anónimos, que a través de sus escritos literarios reclamaban el derecho a la vida, el derecho a una sociedad justa.

«Los fugitivos», un cuento sobre ángeles del autor mexicano Ronnie Camacho Barrón

El día en que los humanos perdimos la fe, fue el mismo en que los ángeles descendieron a la tierra, al principio el mundo se maravilló ante ellos, pues poseían cuatro pares de gigantescas alas blancas, sus ojos resplandecían más que el propio sol, las facciones de sus finos rostros les daban un aspecto andrógino y emitían una intensa aura celestial que hacía que cada persona en un radio de diez metros a la redonda terminase rendida a sus pies.
Como era obvio, los creyentes del mundo les recibieron con los brazos abiertos, estaban ansiosos por escuchar el mensaje que seguramente Dios les había encomendado darnos.

“Fue el Estado”: riesgos y retos del periodismo de investigación | Por Raúl Allain (*)

El reportaje radial “Fue el Estado”, producido por el periodista peruano Daniel Alarcón y emitido en su emblemático portal web “Radio Ambulante” (http://radioambulante.org/audio/fue-el-estado) aborda el problema de los riesgos que tienen los periodistas que investigan sobre los nexos de corrupción entre el narcotráfico y el Estado, que incluso los hace víctimas de asesinatos a manos de sicarios contratados por las organizaciones criminales.
Se aborda concretamente el caso de México, un país latinoamericano muy golpeado por el narcotráfico, y la labor de

«Sábados en el parque», un relato del escritor, poeta y traductor argentino Rodrigo Miguel Quintero

Los “no lugares o lugares de todos” tienen esa magia de sacarnos el tedio de una buena sacudida. En mi ciudad natal fue la plaza en homenaje a San Martín, donde aprendí a caminar y de premio mi madre me daba un abrazo cada vez que llegaba al monumento.   

Siempre pensé que caminar era eso, hasta que me tocó caminar solo. Su mano se alejó, su presencia se hizo recuerdo. Quedé solo entre la multitud. Me senté a observarlos. 

Un grupo de nenes jugaban en un monopatín algo gastado que en otra época fue color rojo. Un dejo

Una muestra del poemario: «Los días asincrónicos de Tina», por Carmen Rosa Orozco

Día 180 Luces y dedos. 

Era una línea delgada y luminosa
sobre la cual andaba junto a los niños
que perdieron la vida por decisión de su madre
cerraba los cuadernos y me hablaban desde el vientre:

–Ella prefirió la belleza y la estridencia, el sonido demacrado de cada palabra la desorientaba, tocabas la flauta dulce junto a la sombra de la luna la noche que fuimos succionados abruptamente; las serpentinas de papel crepé se agitan, enredas tus dedos en ellas, son color fucsia y

Nueve microrrelatos de Heimito von Doderer

El desayuno

Hoy por la mañana desayuné en el baño, algo distraído. Serví el té en el vaso que utilizo para enjuagarme cuando me limpio los dientes y eché dos terrones de azúcar en la bañera, que, por desgracia, no bastaron para endulzar una cantidad tan grande de agua.

Nuestra época 

Mi portera se ha separado de su marido, lo que en cierto modo ha supuesto un alivio para mí, ya que él y yo utilizábamos la misma talla de cuellos de camisa. Sin embargo, desde que su nuevo

«Los extraviados», un relato de Rusvelt Nivia Castellanos

En este mundo, nace otro día de tormentos. Desde temprano, salen los nubarrones revueltos con la polución, pesado el clima trepida en la metrópolis. Y la mayoría de gente, sale a la calle para vivir su pesadilla. Cada hombre y cada mujer, va por su destino, yendo con su crisis existencial. Menos ni casi nadie hace cosas buenas. Estos individuos andan enfermos por las afueras. Desunidos, ellos se mueven entre la misma muchedumbre. Por este caos; sus vidas transcurren con desconfianza, sufriendo de la cabeza, más prosiguen por sus rumbos con desesperación.
 Sobre mayor apresuramiento, pasan estos ciudadanos a los

Verity Bargate: No, mamá, no | Capitulo primero  

Lo que más me impresionó cuando me dieron a mi segundo hijo y lo cogí en brazos fue la total ausencia de sentimientos. Ni amor. Ni cólera. Nada.
Contemplé las hinchadas facciones amoratadas, las manos achatadas, el escroto que le colgaba casi hasta los tobillos, y sentí tan poco placer y afecto como si hubieran envuelto por equivocación la placenta en una manta y me la hubieran puesto entre los brazos. La verdad, al principio pensé que eso era lo que habían hecho.
Luego nunca pude saber con certeza si se lo había devuelto bruscamente pasándoselo por encima de mis piernas al doctor

Desde Uruguay: «Algún puente», un relato de Adrián Sosa

-¿Esta frío no?
-Parece –dijo Carla cortante.
-Y si, pleno invierno, no se puede pedir otra cosa.
-...
-Si al menos lloviera un poco, serviría para algo.
-...
-¿Dieron lluvia para hoy?
-...
-Es un disparate 
-...
-Que locura, siento tanto frío.
-...  
-Pero ahora te encontré a vos. Ya no me puedo quejar.

Carla miraba por la ventana hacia afuera del bar sin siquiera asentir

«Disección del poema» y «Circus», dos textos de Alberto Mario Carlos Gutierrez

Disección del poema.

Aquí vemos los átomos,
los corpúsculos del alba,
y el cementerio del templo,
del ojo embalsamado.
Allá vemos un ejemplo
de los astros aturdidos,
por eso llevan sus manos
a los oídos perdidos.
Arriba un alacrán
que pica en el centro
de las excavaciones profanas.
Abajo
un dios ancestral
con cuernos y cola,
tridente en la mano
y un verso.

Dos poemas de Luis Cuadros Falla

Keops


nada ocurre 

con el pasar de las horas

solo la noche encrespada

dulce y azul

rayo de nube

que devasta el tiempo

la cabellera desatada

de aquella estrella 

y la mágica intensidad

ENTRADA DESTACADA

Vindicación del Caos · por Alberto Jiménez Ure

En el vasto escenario de la naturaleza y la destructiva influencia del hombre, surge la "Vindicación del Caos" de Alberto Jiménez...