Andrea se enamoró una lluviosa tarde de julio; lo vio subir al tren dos estaciones después que ella, y ni bien ingresó al vagón su vida pareció cambiar para siempre. Alto, rubio, ojos celestes, de unos treinta y cinco años y cuerpo atlético, vestido con traje oscuro, corbata bordó, zapatos italianos y un portafolios de cuero negro en sus manos. Se acomodó en un asiento en la fila del costado y no pudo dejar de mirarlo durante el viaje, primero a escondidas, de inmediato de manera evidente.
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'Mi niña', cuento de Paulina Luisa Sarfson
Después de casi cuarenta años de promesas incumplidas, postergaciones, de esperar un algún día, decidí volver.
Peiné a mi pequeña con dos colitas, y sendos moños azules sobre esos rulos rebeldes. Un jumper escocés tableado sobre una polera también azul. Medias tres cuartas blancas y unas guillerminas de charol negro prendidas con un botoncito a la derecha.
'Amanecí con resaca en el infierno', cuento de Benito Olvera Israel
Cuantas ruedas del Samsara recorrí vagando de cuerpo en cuerpo buscando aquella Agua Sagrada. Ultraje mil tumbas, trafique con cabezas de león, momias del faraón, le vendí a Papas y a Templarios miles copias baratas del grial, trafique con mi propia identidad me vendí a la sierpe roja por un vaso de coñac, a la grande babilón por un foco de neón, le robe a Prometeo el fuego sagrado y lo empeñe por un viaje en la barca de Caronte, amanecí con resaca en el infierno y le pedí al camarero un vaso del Leteo, entre la bruma me pongo de pie y avanzo a lo más profundo de este noveno circulo, la podredumbre es inimaginable, terribles alaridos cruzan este lugar.
Poemas: Retrato cubista - Una mujer me espera (Bilingüe español - Inglés) | Francisco Álvarez Koki
Retrato cubistaQuedaré detenido ante el temorde incendiar las alfombrasJosé Lezama LimaDesde el lienzo cubistay desde la altura…de una métrica medida,unos ojos como oídos nos sentían.Tal vez después el osado pintorinterrogue al cuadrosobre nuestros jadeos y demás juegos malabares.
Artículo: Jaime Saenz 'En otra dimensión de la vida', por Gisela Morales
Encontré el encanto de mi ciudad con los relatos de Jaime Saenz, cuando en las visitas a su casa, improvisaba historias para morirse de risa, de las caras de sorpresa o de susto de sus sobrinas. Nunca se cansó de repetirnos que era hermano de Satanás y por eso vivía en la oscuridad. Nosotras jamás nos atrevimos a dudar de tal verdad y simplemente escuchábamos las anécdotas de personajes y de calles o las descripciones de olores y apariciones o desapariciones.
«El filo de la navaja», poema de Yanic Schebsdat Rivero

Marta entra en la habitación, agobiada por su conciencia,
asustada e intranquila. De un portazo queda a oscurasen el cuarto.Julia está en el rincón junto a la mesa de cama,con la cabeza gacha, ropa blanca y pelo suelto.Marta intenta abrirla puerta para escapar; sienteel filo de la navaja enterárseleen el cuello, la sangre baña sucuerpo y allí queda varada.
Cinco días antes Marta asesinó a Julia...
"Amo - Sementera: Poemas Bilingües (español - inglés) por Francisco Álvarez Koki"
AmoAmo tus grandes ojoscomo las noches de luna llena,que riza nuestros besos.Amo tus palabras…que tímidamente callastecuando empezabas a amarme,y amo esos suspirosque lánguidamente derramassobre el alma de mi cuerpotodas las mañanascuando tremendamente me amasmás allá de todo silencioy toda consonancia.
'Espantapájaros', cuento de J. R. Spinoza
¿Quieres saber cómo terminé aquí? Fue a causa de los cuervos. ¡Vaya que son inteligentes! ¡No! ¡No me pongas esa cara! Esto sucedió antes de que nacieras… ¡Ven, pósate sobre mi hombro! Te contaré la historia. ¿Dónde estaba? Ah, sí… ¡Ustedes son muy listos! Una vez vi un documental acerca de una parvada como la tuya que imitaba el aullido de los lobos. ¿El motivo? Conseguir que un lobo real llegara a la zona y capturara a la presa. Lo que terminaba sucediendo. Luego de comer, el cánido dejaba un banquete para las aves.
Otros autores acerca de la obra de Francisco Álvarez Koki
La poesía de Francisco Álvarez está atiborrada de imágenes insólitas: «y lo negro fue cobre / y el grito fue bamba» y de oxímorones: «tartamudeo el silencio». Continúa, asimismo, una larga tradición (Shakespeare, Calderón) al observar al mundo como un gran escenario donde «una sombra de ombligo… se cierne sobre la sinalefa de mi tiempo». A ratos también juega con las herencias de la sabiduría popular en sus refranes trastocados «ya muerto el poeta / murió la rabia», o traiciona las expectativas como cuando escribe: «me siento como un niño pequeño / agarrado a la falda de mi dolor». (Miguel Falquez Certain).
Dos cuentos de Paulina Luisa Sarfson
Indulto
No había logrado dormir, la cita con la muerte ya tenía hora pautada. Su estómago revuelto apenas si podría tolerar un café negro. Pero aún con náuseas y resistencia, la condena se llevaría a cabo.
Rogó a Dios por su salvación y la de todos ellos. Luego vendría la confesión ante el sacerdote. Aún aguardaba un milagro, el indulto del gobernador. La esperanza intacta hasta el último segundo. Un perdón desestimado. No hubo compasión ni clemencia.
Selected Poems of Francisco Álvarez Koki
Your body's punctuationFrom this point I wonder. . .About the ellipsis and the commasOnly familiar to your body and me.I’m now filled not only with sadnessBut also with the geography of silence.Sonata to a body bathing in a tubLike a vessel, the bathtubRocked you in time,And I was your silenceAcross the water.
'Sensaciones', relato de Juan Luis Henares
La escena en esta soleada mañana es de ensueño: el viaje en el Auto Unión DKW Universal celeste —modelo 1963, herencia de papá—, el sonido característico de su motor dos tiempos sumado al aroma de la mezcla nafta-aceite, un serpenteante camino cubierto de hierba, el arroyo con pequeños peces de colores en sus cristalinas aguas, los pájaros en vuelo sobre las copas de los árboles y el concierto de sus cantos, la fragancia de las flores y la bella casa de madera junto al bosque de pinos.
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