Explorar los submundos urbanos implica adentrarse en los espacios y comunidades que a menudo pasan desapercibidos para la mayoría en las grandes ciudades. Estos lugares son a menudo habitados por personas que buscan mantenerse alejadas de la vista pública y que se han creado su propia forma de vida, cultura y comunidad.
Miami, San Francisco, Nueva York y Barcelona son ciudades cosmopolitas y vibrantes que albergan comunidades diversas y fascinantes. Al adentrarnos en sus submundos urbanos, podemos descubrir espacios de los que muchos no tienen conocimiento.
En Miami, podemos encontrar comunidades como la de los cubanos exiliados en la pequeña Habana, que han creado una cultura vibrante y única que se ha desarrollado a lo largo de décadas. Además, también hay grupos de artistas y músicos que viven en las calles, creando su propia escena creativa y cultural. Lo que nunca podremos pasar por alto es el puente levadizo del la calle West Flagler de Miami y sus alrededores.
San Francisco, por su parte, es conocida por albergar una gran cantidad de subculturas, desde la escena punk hasta la comunidad de teatro de improvisación y las personas que practican el "freeganismo" (una forma de vida basada en la reutilización de alimentos y recursos), pero sin duda, si existe una comunidad que se ha caracterizado por la decadencia y la desigualdad, esa es Tenderloin.
En Nueva York, podemos encontrar submundos urbanos como el de los "hikikomoris" (jóvenes japoneses que se aíslan completamente de la sociedad) y los "homeless by choice" (personas que han decidido vivir en la calle como una forma de protesta contra la sociedad de consumo). Son diversas las zonas, pero en este artículo nos centraremos en la isla de Ward's, por considerarla, realmente el foso, la expresión más palpable del subsuelo de la ciudad de los rascacielos.
Por último, en Barcelona, podemos encontrar El Raval, y comunidades como la de los "okupas" (personas que viven en edificios abandonados y los convierten en espacios comunitarios), así como grupos de artistas y bohemios que viven en los barrios más antiguos de la ciudad.
Explorar estos submundos urbanos nos permite entender mejor la complejidad de la vida urbana y apreciar la diversidad de las personas y culturas que coexisten en las grandes ciudades. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, en algunas ocasiones, estas comunidades a menudo se forman como resultado de la marginación y la exclusión de ciertos grupos sociales, y que no siempre tienen las mismas oportunidades y acceso a los recursos que el resto de la sociedad.
Foto: Tom Forrest
La pequeña Habana - Miami
El submundo artístico de la Pequeña Habana en Miami es un lugar vibrante y diverso, que ha sido el hogar de muchos artistas locales durante décadas. Este barrio histórico, ubicado en el corazón de Miami, ha sido un imán para los creativos debido a su energía creativa y su vibrante cultura latina.
La Pequeña Habana se convirtió también en un lugar de reunión para los exiliados cubanos en la década de 1960, después de que Fidel Castro tomara el poder en Cuba. Con el tiempo, la comunidad se expandió para incluir a personas de otros países latinoamericanos, como Colombia, Nicaragua y Honduras.
En la década de 1980, se transformo en el epicentro del movimiento cultural en Miami. Los artistas locales comenzaron a establecer galerías de arte y a organizar exposiciones y eventos para mostrar su trabajo al mundo. También comenzaron a trabajar juntos en proyectos colaborativos y a compartir recursos, lo que ayudó a fomentar la creación de una comunidad artística sólida y unida.
Sin embargo, a medida que el barrio se volvió más popular y atractivo para los turistas y los desarrolladores inmobiliarios, muchos residentes de bajos ingresos comenzaron a enfrentar desalojos y desplazamientos. A pesar de esto, muchos creadores locales siguen luchando por mantener su presencia, intentando mantener su legado cultural vivo.
La indigencia es un problema que afecta a muchas personas en la Pequeña Habana. Sus habitantes son los más afectados por la falta de vivienda y los problemas económicos.
También es cierto que algunas partes de Miami, incluyendo las áreas cercanas al puente sobre la Flaguer, han sido identificadas como lugares peligrosos y de alto consumo de drogas.
Aunque es cierto que la calle Ocho, ha sufrido un proceso de decadencia en los últimos años. Muchas de las pensiones y casas antiguas donde los inmigrantes solían agruparse para establecerse en la ciudad están en mal estado y necesitan ser renovadas.
Miami y la Pequeña Habana son un puente interesantísimo para los artistas llegados desde todos los puntos de la orbe. Fue en este lugar donde descubrí la organización cultural "The Hall", El hotel Thomas Jefferson, una residencia sin nombre al borde del río al límite de Miami Dade, y conocí a los pintores Noa y Magín.
Foto: Gabe Pierce
Tenderloin - San Francisco
Pregunte a cualquiera que viva o haya vivido en el área de Tenderloin y obtendrá algunas reacciones bastante interesantes: expresiones de asco, de extrañeza y desgarro. Tenderloin tiene reputación; es un lugar dónde conviven personas sin hogar, locos y drogadictos. Este es el centro de todo. Es mundialmente famoso por ser un sitio de miseria y dolor, por supuesto, tuve que ir allí para vivir la experiencia.
El distrito de Tenderloin ocupa aproximadamente 225 acres cuadrados del centro de San Francisco. Son aproximadamente 50 cuadras y esta encajado a mitad de camino entre chinatown y el distrito de la misión.
El vecindario alberga espacios de arte, salas de concierto y una mezcla de restaurantes informales, exclusivos y modernos
Tenderloin tiene la tasa más alta de personas sin hogar y de delincuencia de todo San Francisco. Recibió su nombre por ser la parte más vulnerable de la ciudad.
En el gran terremoto en 1996 fue destruido y en su lugar se levantaron un montón de hoteles de mala muerte y salas de juego. En la década de 1920 se hizo conocido por primera vez como un lugar de prostitución, de soborno y consumo.
En los años setenta surgió un estilo de vida más alternativo y se convirtió en el hogar de una gran cantidad de refugiados del sudeste asiático. Desde entonces ha resistido la gentrificación y hoy parece que ha sido entregada al lote más triste que se pueda imaginar.
Las condiciones de miseria, los tiroteos, apuñalamientos, el grafiti y las tiendas de licores. Los clubes de streptease sirve de telón para unos residentes que han sido separados del resto de la sociedad.
Personas que se alinean en las aceras para dormir sobre cartones, en sacos de dormir o tiendas de campaña en las que se esconden como en una especie de burbuja para abusar de las sustancias.
Sin duda, Tenderloin ha sido y es un lugar de moda para los consumidores de estupefacientes… y lo interesante es que está en el distrito de los teatros y tan solo a pocos minutos del ayuntamiento.
La calle Taylor y Ellis, donde el expendio se hace insostenible, cercanas a todo, solían ser lugares vibrantes, llenos de actividad y vida. Sin embargo, hoy en día, esta zona ha caído en un estado de decadencia que parece cada vez más irreversible. Los transeúntes son bombardeados con imágenes de miseria, pobreza y desesperación, lo que hace que sea difícil caminar por estas calles sin sentirse abrumado por la tristeza.
El desmoronamiento de Taylor y Ellis no es un fenómeno nuevo. Durante décadas, esta zona ha sido conocida por la fatalidad de una historia que no cambia.
Caminar por estas calles significa tener que sortear a drogadictos, vagabundos y prostitutas, que parecen estar en todas partes. El olor a orina y heces se mezcla con el olor de los cuerpos sin duchar que se han apoderado de las aceras. Las jeringas, la música a todo volumen y los envoltorios de drogas están esparcidos por todas partes, lo que convierte a esta zona en un peligro para cualquier persona que no esté acostumbrada a este ambiente.
Es fácil notar el estado deplorable de los edificios y la falta de mantenimiento que los hace parecer cada vez más desmoronados. Las ventanas rotas y los grafitis cubren las paredes, mientras que los callejones están llenos de basura y desechos.
Además, la violencia es un problema constante en esta área. Los robos, asaltos y peleas son una ocurrencia común. Y como si fuera poco, ahora llega el Fentanilo, un potente opioide agonista sintético utilizado como analgésico, cien veces superior a la morfina en efecto y letalidad.
La vida en esta zona se ha vuelto desesperanzadora. Los habitantes de Taylor y Ellis parecen haber perdido toda esperanza de salir de su situación, y esto se refleja en su comportamiento autodestructivo Interminable.
Foto: Juan Carlos Vásquez
Ward's Island - Nueva York
Ward's Island es una pequeña isla ubicada en el East River de la ciudad de Nueva York, que ha tenido una larga y oscura historia.
En el siglo XIX, la isla se convirtió en el sitio de un asilo, conocido como el Asilo de Pobres de Nueva York, que albergaba a miles de personas en condiciones inhumanas. Muchos de los residentes eran ancianos, enfermos mentales y discapacitados, que a menudo eran abandonados por sus familias y vivían en condiciones deplorables. Los informes de la época describen la isla como una "ciudad de la muerte" donde los pacientes eran maltratados y vivían en una miseria total.
En 1892, se construyó un hospital para pacientes con fiebre tifoidea en la isla, que posteriormente se convirtió en el Centro de Enfermedades Contagiosas de Nueva York. Durante el siglo XX, la isla también albergó un asilo de enfermos mentales y un hospital psiquiátrico para niños.
Además de su triste historia como un lugar de confinamiento para los marginados de la sociedad, Ward's Island también fue el sitio de una tragedia en 1904. Ese año, un incendio en el Hospital de Fiebre Tifoidea mató a más de 100 personas, la mayoría de ellos pacientes.
En la década de 1950, se inició una campaña para cerrar los asilos de pobres y los hospitales psiquiátricos y trasladar a los pacientes a instalaciones más modernas.
Hoy en día, la isla es el hogar de varios hospitales, una instalación de tratamiento de adicciones y un parque público. Aunque su historia es triste y sombría, la isla ha sido objeto de esfuerzos de renovación y rejuvenecimiento en los últimos años.
Los refugios de la isla fueron cerrados en los años ochenta debido a la violencia y a los múltiples asesinatos. La afluencia de expresidiarios, adictos y miembros de las pandillas más peligrosas del mundo llevó a la intervención del DHS (Department of Homeland Security).
A partir del año 2001, las condiciones de vida en esta isla se volvieron aún más difíciles para los sin techo que la habitan. Ese mismo año, el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, cerró varios de estos refugios, reduciendo drásticamente el número de camas disponibles.
Con menos opciones de alojamiento disponibles, muchos otros indigentes de Nueva York se vieron obligados a buscar refugio en lugares como Ward's Island. Sin embargo, la isla carecía de los servicios y recursos básicos necesarios para hacer frente a la creciente población.
Los residentes de Ward's Island vivían en condiciones infrahumanas. La falta de agua potable y saneamiento adecuado. Las instalaciones médicas en la isla también eran ineficaces, lo que significaba que muchos residentes no recibían el tratamiento que necesitaban.
Además, la isla estaba situada en una zona propensa a las inundaciones, lo que significaba que los residentes estaban constantemente en riesgo de perder sus escasas posesiones.
"En un incidente en 2001, una tormenta tropical inundó gran parte de la isla, dejando a muchos de los residentes sin hogar. En 2002 se cambiaron los protocolos de acceso y se instalaron cámaras de seguridad para restringir los accesos ilegales y la venta de alcohol y drogas. El posterior traslado de muchos de sus habitantes y la activación del proyecto de esparcimiento mediante la construcción de campos de golf, tenis, fútbol y áreas de esparcimiento de todo tipo han ido cambiado la marca demoníaca y oscura de la isla, pero no su historia."
Pero no sólo la isla era un refugio para los sin techo, también era un sitio de reunión para aquellos que querían salir de Manhattan y abusar de las sustancias, era un lugar para los artistas más arriesgados, para los grupos que ante la perturbación de la metrópolis buscaban aislarse ante las vistas más conmovedoras de la ciudad.
Foto: Elizabeth Villalta
El Raval - Barcelona
El Raval es un barrio ubicado en el centro histórico de Barcelona, España. Es conocido por su vida bohemia, multiculturalidad y por ser el hogar de la iglesia de San Agustín, que ayuda a los pobres.
El Raval ha sido históricamente un barrio problemático debido a la pobreza y la criminalidad. Sin embargo, en las últimas décadas se ha convertido en un centro de vida nocturna y cultural, atrayendo a artistas, estudiantes y turistas.
La multiculturalidad es un aspecto fundamental del Raval. Debido a su historia como un barrio de inmigrantes, se pueden encontrar diferentes culturas y etnias viviendo juntas en el mismo lugar, lo que ha llevado a una mezcla de influencias culturales y gastronómicas.
La iglesia de San Agustín, fundada en el siglo XVIII, es una institución importante en el Raval. La iglesia ha sido una fuente de ayuda para los pobres durante muchos años, y ha sido un centro de apoyo para la comunidad local.
La historia del Raval está estrechamente ligada a la de Barcelona. Fue un lugar importante para la industria textil en el siglo XIX, pero también ha sufrido la pobreza y la marginación.
En los últimos años, ha habido un esfuerzo por revitalizar el barrio y mejorar la calidad de vida de sus residentes.
Sin embargo las situaciones de prostitución por muchas de sus calles, la gente pinchándose heroína, durmiendo dónde sea porque no tiene otro sitio a dónde ir y no quieren marcharse no se detiene. El escenario descrito es una constante, de la decadencia más absoluta a una desigualda que encierra todo tipo de exabruptos. Un entorno de deleite para las mentes más perturbadas: jeringuillas, consumidores de heroína, rateros, pisos vacíos, indigencia, narcopisos y turistas con alto poder adquisitivo. Rodeados de comercios de souvenirs y pequeños supermercados carísimos y de pésima calidad, abiertos las 24 horas del día.
X Juan Carlos Vásquez, dirige y edita Herederos del Kaos
Image by Bertsz from Pixabay
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