NECROFILIA
La boca ha muerto:
a qué te sabe mi lengua formolizada?
aun serpenteante
vaporizando espermas
cobijando vástagos mitóticos..
sus papilas insomnes...
a qué te saben estos dientes cianúricos?
y su calco de juguete-de-niño.
mis besos rancios
aferrados a mutismos
su océano letárgico
filtrando hálitos
a qué te sabe mi labio de escalera?
pestañeando rayos
y anélidos
mi complejo de ofidio ruidoso
la cicuta en mi vientre caduco
qué batiscafo podría
degollar la cantimplora arúspice
de la mirada tardía
a qué te sabe mi guión de puta
sembrando uñas junto a las lápidas?
NIÑA
Amo tus senos
que han devorado mis labios
de constelaciones
de llanto
alas
los amo hoy
que son fantasmas y esqueletos
que son vestigios:
fuente fotografiada
consumada,
esfinge abrazada de ocasos...
hoy que me alimento de rayos.
Ven derrama tu oceano
en mi garganta de ramas y frutos
frutos.
No musites dardos
en tu piel -versos de lirios-
tù no tienes la culpa
tu no eres del mundo.
Aun tus pies tienen huellas de niña
y tu boca... grey de plegarias,
eres mi niña del vientre agrietado
de rizos de almizcle...
y yo, homóloga a aquella hebra
te cubro, frágil libėlula...
Custodio tu imperio de cruces.
Amo tus manos aferradas al pueblo
trémulas alevillas, cantimploras de
llagas
las amo tanto que infinitas noches
he derramado en su urdimbre de satén
mi rosario de besos
niveos
virgenes.
No temas,
mi cuerpo es tu báculo...
Vuela en mi péndola abstracta:
Su tinta fragua secretos...
Amo verte a escondidas
desnuda de nervios
de monstruos.
Libre.
A mi mamá
12:08 a.m. 29/06/2006
Estos poemas fueron publicados originalmente en Herederos del Caos - febrero de 2008.
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