Péter Nádas - Libro del recuerdo. Pérdida y recuperación de conocimiento


A pesar de saber quién era y en qué situación me encontraba, no experimentaba otra sensación que la de la pura liberación, porque de aquel estado se habían borrado todas las señales que parten de nuestros instintos y hábitos y que, apoyadas en experiencias y expectativas, evocan imágenes y sonidos que alimentan la corriente de la imaginación y del recuerdo, con la que atribuimos a nuestra existencia su razón de ser y, en cierta medida, le imprimimos su trayectoria, marcamos nuestra situación y establecemos relación entre

«Que venga ella», una novela de Pepa Gorostidi

Marisa es una niña feliz en el Madrid de posguerra, pero la muerte de su hermana Teresa detona una serie de acontecimientos que según pasan los años la conducen, irremediablemente, a hacer algo terrible. Una imposición que le impide vivir su juventud como a cualquier otra chica de su edad. Un secreto que acaba saltando por los aires hasta dejar al descubierto la verdadera y deleznable naturaleza del ser humano. 
Que venga ella es una novela narrada en primera persona que traslada al lector a la vida cotidiana de una época, sin necesidad de artificios ni

«Un tren hacia el norte», un relato de la escritora húngara Ágota Kristof

Una escultura en un parque, cerca de una estación abandonada.
Representa a un perro y a un hombre.
El perro está de pie y el hombre de rodillas con los brazos rodeando el cuello del animal y la cabeza ligeramente inclinada.

Los ojos del perro miran hacia la llanura que se extiende hasta que se pierde la vista, a la izquierda de la estación. Los ojos del hombre miran fijamente hacia delante por encima del lomo del perro,

Dos poemas de la autora italiana Michela Zanarella, en traducción de Elisabetta Bagli

La vita ha bisogno del verbo

La vita
ha bisogno del verbo
della luce.
Aprirsi nel verde di terra
è ciò che il midollo umano
cerca sulle guance del cielo.
E forse nelle crepe
di un orizzonte
sosta un chiarore cerebrale
che matura
per amore
in polvere di destino.

La vida necesita del verbo

La vida
necesita del verbo,
de la luz.

Desde Andalucía: «Ajeno», un relato inédito de Ignacio Escañuela Romana


Tendido a través de las horas inciertas, cuando resplandores cruzan en la absoluta oscuridad. Imposible dormir y no puedo, aunque quiera, controlarlo. La noche se va a alargar hasta que las primeras horas me traigan lo incierto en el aburrido escenario de la estupefacta repetición. Pero, ahora, el tremor me zarandea y temo quedarme ahí suspendido en una eternidad horrorosa. Infierno, pues, un báratro en lo indefinido. Luces que cruzan y me deslumbran, inmisericordes. Dolor. Ni siquiera dudo, zamarreado en las auroras de la opacidad.

«La infiel», un cuento inédito del escritor venezolano Alberto Jiménez Ure


La función de «alta voz» del celular le permitió a Homínido escuchar, indignado, al marido de la mujer (de nombre Espectacular, que le practicaba la felación) preguntarle dónde estaba y ella -con dificultad a causa del falo que del testigo tenía en el lugar más profundo de boca- le respondía que en un supermercado.

-«Te amo ad perpetuum, Espectacular: regresa pronto» -insistía la persona que ella solía negar por esposo en el curso de sus furtivos encuentros y flirteos sexuales con distintos varones de la comarca.

Luego de tres horas, la señora regresó a su casa sin compras y fue

Desde España: «He sonreído», un relato de David Crauley

He sonreído como dictaste. Aún no sé si lo hice para ti o contra mí, pero fue una sonrisa honesta y llena, mientras duró. Sé que tracé un nuevo sino sobre algún astro lejano que se regocijó. También él supo que estuve en ti. A veces conmuevo el cielo, a veces soy mucho mejor enemigo de mí mismo si huelo tus raíces.
Estar en ti, estar dentro de ti, estar conmigo cuando me pierdo en ti, recuperarme en ti: son las mejores maneras de olvidar todo lo que ladra y estalla allá afuera donde, ni tú ni yo, somos lo que amamos, sino lo que silenciamos confundidos en la masa de los que tampoco son lo que aman, sino lo que enmudecen entre una

Un poema traducido al español de la autora italiana Miriam Bruni

Es el saber lo que busco
no el amontonar
de placeres o distracciones
durante tardes agradables.
Hay que esconderse
realmente en los prados
si queremos que el prado
descubra su tesoro.
Hay que dejarse enterrar
por mucho tiempo en el cielo
si queremos del cielo
con sensatez hablar.

Desde Italia: un poema de Emanuele Martinuzzi, en traducción de Yuleisy Cruz Lezcano

Alba longa

Fino a quando un gracile verso salperà dal cuore
di queste colline maree, incagliate nel non essere
sogno dalle stesse verdi lontananze che le incidono,
non saremo una fine.

Nessuna alba ha attecchito tra queste terre in piena
di ricordi, nubi come vertebre ne hanno sorretto
il peso continuo di cieli assenti, senza riposo,
senza nessuna ragione se non la morte.

«1862», un texto perteneciente al libro «Colores de otoño», de Henry David Thoreau

Los europeos que llegan a América se sorprenden de la brillantez del follaje otoñal. En la poesía inglesa no dan cuenta de semejante fenómeno, porque allí los árboles adquieren sólo unos pocos colores radiantes. Lo máximo que Thomson dice sobre este tema en su poema «Otoño» está en estos versos:

  
    Mirad cómo se apagan los coloridos bosques,

    la sombra que se cierne sobre la sombra, el campo alrededor

Desde Bélgica: «Cántico de los borrachos», un texto de Giacomo Perna

A veces llegan días en los que no podemos. 
Son días sin sol ni lluvias, de parecer indescifrable. 
El cielo tiñe el alma de todos los matices, intenta confundir las verdades con un arcoíris de inmundicia, un irrespetuoso bacanal de colores desahuciados que engañaría a los más desprevenidos, pero no puede con nosotros, pues solo nos termina revelando los embustes del vacío. 
– Blanco – 
O son noches de relumbre desasosegante, de párpados irrequietos, zozobras al acecho, deseos áridos, sudores congelados por el estruendo redundante – ya no puedo más – e inquietudes que

«Más allá de la razón», un texto del escritor nicaragüense Alberto Juárez Vivas

Aquellas ganas de escribir, aquel deseo insoportable por ser un gran escritor, surgió en sus años universitarios cuando dos de sus más íntimos amigos desaparecieron de una forma inexplicable, y al cabo de unos meses los encontraron hechos cadáveres. Y eso que solo fueron reconocidos por el anillo de graduación que ambos andaban. Noches enteras y sistemáticas se las pasaba tratando de asir y ordenar sus ideas, con el único objetivo de ser un denunciante más, de los literatos anónimos, que a través de sus escritos literarios reclamaban el derecho a la vida, el derecho a una sociedad justa.

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Vindicación del Caos · por Alberto Jiménez Ure

En el vasto escenario de la naturaleza y la destructiva influencia del hombre, surge la "Vindicación del Caos" de Alberto Jiménez...