¿Estás despierto?
Daba vueltas en la cama intentando conciliar el sueño. Solo.
Entreverado en la nebulosa de una duermevela maldita, sentí crujir la puerta del cuarto al abrirse y el sonido seco al cerrarse después. Percibí que se ahuecaba el lado vacío de mi cama. Su boca se acercó a mi oído y desde allí nació un susurro, ella me preguntó:
- ¿Estás despierto? Gabriel, ¿Estás despierto?