Odio el maldito aire infer… perdón, invernal de noviembre.
Maldito frío. Maldito mes. Maldito trabajo.
Bueno, en realidad no lo odio.
Odio haber olvidado la chamarra rellena de plumas o el abrigo de lana. Detesto haber traído un simple y pinche rompevientos que no protege (ni rompe) nada.


