La fuente a la entrada de la casa, con su gran ostra y sus dos fieros leones, está llena de espuma, alguien le puso jabón al agua y batió y batió el agua para producir muchísima espuma, la cual se desbordo y se precipitó sobre el pasto.
Son las 7 y 30 minutos de la noche, de un día miércoles 11 de Julio, estamos en la bellísima «Casa del Tiempo» en Chapultepec, el lugar de los grillos.
En la baranda que está sobre dicha fuente, hay un grupo de performancistas asomados por el bacón, codo con codo, todos van de negro, hablan entre ellos, parecen esculturas vivientes...