Su vida conyugal había transcurrido pacíficamente. Era una buena relación, consolidada a lo largo de toda una vida.
Tantos años juntos desdibujaban los recuerdos de romances pasados, los cuales se le antojaban extraños, ajenos. Y es que no recordaba haber estado realmente con nadie antes que con él; era como si él hubiese estado siempre allí.