La voz que me subleva es la lucha del espíritu, lo que realmente importa cuando nos escuchamos por dentro. Desde un lenguaje directo y cargado de sensibilidad Juanse se enfrenta a la muerte, transita miedos y traumas, alterna con la locura ganando siempre la vida y nos enseña la grandeza del amor más allá de lo efímero del cuerpo y la finitud de la pasión. Se rebela ante la rutina y el acoso laboral desde la desidia, la sospecha o una mañana ante el espejo cuadrándose como un boxeador dispuesto a matar a su jefe.
Las imágenes se suceden con delicada precisión y conforman un libro donde la plenitud teatral de algunos poemas alcanza momentos sublimes. De repente se siente el vértigo de interpretarse a uno mismo, de enfrentarte a tu asesino o de ser el espectador de las múltiples voces que te asaltan. La realidad se confunde con la ficción como dos gemelas indistinguibles.
Si en la primera parte nos encontramos una poesía más realista y en la segunda se nos muestra a un autor escénico, hacia el final el autor despliega su paleta de colores e irradia al poemario de una luz onírica, plena de misterio, donde transitan buques que se pierden en la noche, cráneos que golpean contra el suelo en la fortaleza interior del poeta o una revuelta en las aldeas donde animales mitológicos aparecen sublevados contra la gran urbe.
El viaje del héroeAún quedan muchas horas hasta el amanecer en las que sientes la opresión en tu pecho como una llamada a destiempode la madrastra locura.No se trata de zarpar a lugares remotos los tétricos pasajes están en tu cabeza y la lucha es contra uno mismocontra las pupilas desorbitadas del espejo. Tiemblas.Temes deshacerte en la naday ser un segundo en pausa dentro del manicomio.Empotrados los ojos a la ventana todavía duermes con el flexo encendido llorando por el verso que te acunepor la respuesta de algún ángel de Alberti que ronde despierto y se apiadede unas manos frías de pánico.Quién iba a pensar que te levantarías aterrado cuando alguien volteó las patas de la camay tirándote de los dientes te sentó en la poesía para que en vez de un canto vitalistasea un canto a la camisa de fuerzaa la inesperada desconexión de lo existente. Calma.Al cabo del rato el sueñogracias al psiquiatra, un folio sacado del cajón.Ni tan siquiera Dios,que andaba fumando por el pasillo,se ha dado cuenta de la guerra silenciosa.Mañana nadie te lo notará en la cara cuando el profesor de escritura dramática ponga en la pizarra los pasos de Campbell en el viaje del héroe.Y ahora a dormir para siempre.
Asuntos pendientesSi algún día me encuentran muerto en una bañera repleta de sangreno lo dude, señor comisario, no he sido yo.Aún tengo varios asuntos pendientes conocer a fondo las rodillas de mi amada leer Los detectives salvajes de Bolañoy otros tantos que no es de recibo que aquí los cuente.Así pues, no quiero que digan que muerte tan violentaes propia de un inadaptado.
Rastree todos mis pasos señor comisario fíjese bien dónde tomé mi último café averigüe quién estaba allí sin yo saberlo y cuándo subió para despuésatacarme por la espaldacomo solo lo hacen los cobardes malnacidos.No quiero ser muñeco de cera en el ataúd tengo ganas de incordiar a este siglo enfermode ser algún día poeta y que mi padre me respete.No lo dudeaunque cuelgue sostenido de una cuerda a un metro del sueloaunque aparezca una nota con mi letradespidiéndome …y sea lo más evidentey no hayan dejado pistas yo jamás haría eso.Si la suerte me concedeotros veinticinco años por delanterescataré de las ascuaslos libros que forjaron mi sery ya solo me importará el poema.Llegado el caso y siendo osado pediría acabar mis díasalejado del mundanal ruido en un paisaje mitológicoacorde a los deseos de la infancia para perderme por mi poesía vivida cuando me arrase el alzhéimer.EquisAlguien golpeó en mi puerta de madrugada pero no me dio tiempo a regresar del sueño solo dejó un cofre vacío y perturbadorpara que sea yo quien construya el significado.
InfinitoMe has traído dentro del poema viejo muelle frente al mardonde estoy retomando la existencia.Permanezco embelesado por el rumor del oleaje amándote marino,alumbrado por tu serena sonrisa navegando a través de los recuerdoscon libertad de espíritu y sin remordimiento.Me brota la rebeldía de vivir resuena el mundo circundante tiembla la noche estremecida y mi niño muertoacaba de abrir los ojos.Te despediste sin estruendo me enseñaste a no temerel abismo tras la última puerta.Gracias por dejar que descarrile libre por no inculcarme nada en la infancia por permitir quemar un sinfín de escritos hasta dar con el verso certero.Jamás olvidaré cuando volando a Liverpool para rescatar a Carmen de su deliriodijiste que el despegue de un avión lo explica una fórmulapero que pueda suceder es cuestión de magia.Tu reflexión venida de un hombre de ciencias de un dibujante de estelas por cielo y mar guarda una concepción trascendenteuna mirada que traspasa horizontes.Ahora entiendo la fe de tus últimos días la tranquilidad con la que aupabastu vasito de vinola alegría al rememorar Sebastopol o Valparaíso los puertos de tu juventud en plena Guerra Fría.Me has traído dentro del poema para que entienda mejor tu legado.No se acaba el universo con los cinco sentidosnos encontraremos quizás en otro azul inabarcable.
Biografía del autorIlustración de portada: Sonia SanzInstagram: @notempoediciones
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