Paroxismo de la penaConozco las coordenadas del dolormaldito arquitectocomo una hormiga la inmensidadde las montañascomo la soledad a la compañìacomo un lamento repartido cada dìaasì conozco a mi vida.Ella es como un aspa impàvida detenidacomo un silencio antiguosin profundidad, sin sentido.Ella tiene los ojoscomo la boca de un volcàn dormido,la lengua como un campo en sequìa,a las que las sucesivas estacionessolitariashan dejado muy gràvidacomo un sol de plomo,llevo una vida sin vida.Ella es muerte en mi carneella es sombra en el dìaella es todo y es nadaConozco la sinfonìa del trapecista,sin sentido;y la verdad en la mentira,màs mentira;Ella es como un aspa impàvidadetenidacomo un campo en sequìallevo una vida sin vidaLas brasas invisiblesDame un derrotero, una razònun campo de plumasmàs allà de las làgrimas que azotanatrozmenteel medio dìaComo el grito del pàjaro cazadocaigo en la onda sorda que el tiempoestira sangrientamentePrivada de la vida, la muertees un helecho de rosas negrashojarascas humeantesSu perfume la despedida de mi màsinaudito dolorY las brasas que me habitantrozos de escarniosobre palabras que se desplomansobre el papel.
Giuliana Llamoja Hilares nació el 15 de octubre de 1986, bajo el signo de Libra. Ingresó en la Universidad Femenina de Lima (UNIFE) para seguir la carrera de Derecho. Hasta la narración de los acontecimientos se quedó en el tercer semestre de estudios generales. La noche del sábado 5 de marzo del 2005, Giuliana Llamoja sostuvo uno de los tantos enfrentamientos caseros con su madre, debido a una discusión típica en algunas relaciones hija-madre, madre-hija; pero esta ocasión fue especial. La riña dio como resultado la muerte de su madre ova María del Carmen Hilares Martínez.
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