Una explosión de autores independientes frente a las presiones de la censura y la incomprensión.
Las corrientes literarias cambian de manera natural, con intervalos indeterminados, los cuales sirven como punto de apoyo, partida y revisión. Si bien estos cambios no se dan de manera autoritaria, sino más bien como un proceso de cambio ineluctable, la policía de la crítica, de la mano de las “necesidades” de las editoriales del mercado, sostienen unos estándares que, de cumplirse, nos llevarían a todos los