Ambos poemas presentan un estado emocional intenso y complejo en el hablante lírico, donde el deseo y la locura son temas centrales.
En el primer poema, el hablante lírico expresa un intenso deseo por una mujer llamada Justine. El deseo se describe como un animal enjaulado en la oscuridad.
En el segundo poema, el hablante lírico presenta una imagen de su mente como un nido para un pájaro negro que se alimenta de su cerebro.