Me he quedado horas contemplando una fotografía. Nada artístico, sólo una foto familiar, un momento arrancado de un domingo justo después de la comida.
No me ha dado tristeza. Me ha dado más bien por fijarme en cada detalle, en las figuritas que
Me he quedado horas contemplando una fotografía. Nada artístico, sólo una foto familiar, un momento arrancado de un domingo justo después de la comida.
No me ha dado tristeza. Me ha dado más bien por fijarme en cada detalle, en las figuritas que
Salto, febrero de 1968.
Querida Abuela:
¿cómo estás? Aquí ya tenemos todo pronto para mi cumpleaños. Ayer pasó algo raro: el papá de Luisito lo llamó a Papá para preguntarle si no había un “error”. Parece que nuestros compañeros más ricos nunca invitan a su hijo a sus cumpleños -Luisito tiene una beca. Papá le
dijo que si yo lo había invitado era porque él era mi amigo y debía venir a la fiesta…SIN TIEMPO DE PARARSE A PENSAR
La única esperanza es el próximo trago.
Si te apetece puedes dar un paseo.
Sin tiempo de pararse a pensar,
La única esperanza es el próximo trago.
Inútil titubear en el límite,
De ser cierto que la creatividad es nuestra parte divina; de ser cierto que cuanto más original sea un escrito terminado más derecho tendremos en demandarle a Dios que nos conceda la realización de alguno de nuestros deseos más profundos: Pues yo te aseguro que para escribir esta carta inventaría un idioma que pudiera ser entendido por todas las personas del mundo pero que nadie pueda volver a utilizar en lo que nos resta de historia.
Crearía un alfabeto de caracteres fabulosos que fueran una mezcla de lenguas septentrionales y australes para que ningún ser sobre la tierra, presente y futura, pudiera reescribir de nuevo.
Sentí la necesidad de abrir los ojos repentinamente. Todavía turbado entre sueños, sudoroso y agitado, cuando aún parecía pisarme los talones aquel grotesco engendro de la pesadilla, apenas fui capaz de distinguir la hora que las manecillas del reloj de pared, difundiendo vagamente una
Paroxismo de la penaConozco las coordenadas del dolormaldito arquitectocomo una hormiga la inmensidadde las montañascomo la soledad a la compañìacomo un lamento repartido cada dìaasì conozco a mi vida.
MáMamá llevaba siete corazonesy un sol cuando la conocí.Esto sucedió por el año 1970, tres años más quizás.Mamá tenía brazos blandos, suaves y fuertes.En su fortaleza, poco a poco, fui escudriñando.Mamá enseñaba.Ella me enseñó a oír el silencio de las estrellas.
En el vasto escenario de la naturaleza y la destructiva influencia del hombre, surge la "Vindicación del Caos" de Alberto Jiménez...