Salto, febrero de 1968.
Querida Abuela:
¿cómo estás? Aquí ya tenemos todo pronto para mi cumpleaños. Ayer pasó algo raro: el papá de Luisito lo llamó a Papá para preguntarle si no había un “error”. Parece que nuestros compañeros más ricos nunca invitan a su hijo a sus cumpleños -Luisito tiene una beca. Papá le
dijo que si yo lo había invitado era porque él era mi amigo y debía venir a la fiesta…