Tú eras la resistencia: Giacomo Perna - Poesía

Foto de Guto Abreu

Estoy en un proceso complicado:
Trato el trago con juicio
En general, intento organizar con sentido el vicio;
Proyecto mis ansias en la virtud
Convenciéndome de que la labor
El esfuerzo el sacrificio los desvelos no remunerados
Apunten a la nobleza del alma;
Callo la zozobra con la lectura
Centrándome en las letras impresas
Para no hacerle caso al remolino de frases indigestas
Que solo me marea;
Me inyecto confianza
En los músculos las venas en las palabras de confor 
Para espantar mis miedos;
Me obligo a respetar los preceptos del amor
Desviando la mirada de las tentaciones
Y concentrando mis energías en las atenciones y el cariño;
Solo me falta Dios
Para completar mi propio cuadro del patetismo,
Pero por (¿Des?)dicha
Nací muchos más allá de los límites de su jurisdicción.
Es esta la manera, dicen, de volverse mejor.
Sin embargo, nunca estuve tan mal.
La gastritis me corroe las entrañas
Las piernas dejaron de sostenerme
Y el cansancio me ha chupado las mejillas.
Tengo la catadura áspera de un espectro.
Según el médico es el estrés.
Según yo es el aburrimiento.
La abstinencia es sosa y revela una verdad atroz:
No pasa nada en el mundo que merezca la pena.
Además, es un parásito obstinado
No respeta el silencio ni la calma
Y chilla como un niño engreído
En los momentos menos oportunos.

La labor me angustia.
Y más aún los que trabajan con esmero y pasión
Es más, quisiera apuñalar con rabia
Una y otra vez
A todos los que afirman con orgullo y convicción
Que el trabajo ennoblece al hombre.
Carajo.
No hay almas más extraviadas en la tierra.
Desde que me porto bien
–si esto significa algo–
La lectura se ha vuelto un pasatiempo hueco:
Los libros ya no tienen nada que decir.
Menos mal que cristo está lejos
Porque la idea de entregarme a sus pregones
Me revuelve los ácidos gástricos
Y empeora mi malestar.
Hace diez años imaginaba el futuro
Parecía tornasolado.
Ahora busco el futuro
Pero me pierdo en la neblina.
El pasado tampoco tiene mucho sentido:
se ha vuelto sombrío y hostil.
Hay que seguir convenciéndome
Dicen los oráculos del bienestar.
Tal vez tengan razón.
Pues más allá del bien y del mal
La ilusión es la que absuelve al hombre de sus culpas
Alivia sus dolores
Y los persuade con la idea
Desleal inhumana y aterradora
De que el único camino de los justos
Es el que ya está trazado por los pastores.
Tú eras la resistencia
Me dijo un día mi amigo Alejandro.
Dijiste bien: yo era
O pensaba serlo.
A estas alturas ya no soy nada
Sino un pájaro enfermo que sueña con volver a volar.
Para la gente como tú y yo
Mi gran amigo
Sólo quedan dos opciones:
Retirarse o seguir soñando.
A ver qué nos tocará.



Giacomo Perna. Nacido en Nápoles, Italia, después de transcurrir un semestre cursando en un colegio de Costa Rica gracias a una beca del programa de intercambio AFS, decide estudiar Lenguas, Literatura y Culturas de Europa y América en la Università degli studi di Napoli ‘L’Orientale’. Tras matricularse en unos estudios de Máster en Bélgica, decide abandonar para dedicarse a la cooperación humanitaria en contextos de emergencia, trabajando en los Andes peruano primero y luego en el Pacífico colombiano, donde actualmente reside. En 2019 fue publicada su primera novela en italiano titulada “Caffé Nudo”, por la editorial Bookabook. De ahí, se dedica a la escritura de cuentos, poemas y relatos en español. Sus escritos han sido publicados por varias revistas y periódicos digitales y físicos en Europa y América. 


📝 Lee otros poemas de Giacomo Perna (en Herederos del Kaos): Que harías vos... • La duodécima ronda.

Foto de Brett Sayles: pexels-public domain.


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