-Escena 1-
Escuchamos jadeos y gemidos de una pareja haciendo el amor. Todo parece ir de
maravilla, pero a medida que se va iluminando tenuemente la escena, y de golpe,
cesan los sonidos amatorios. La pareja se encuentra en una cama de matrimonio
colocada en la parte centro izquierda de escena. Él y Ella no deben de tener
más de treinta años. Dos lamparillas a cada lado de la cama encendidas. Algo en
la atmósfera nos sitúa más o menos a principios de los años cincuenta del siglo
veinte.
él:
mierda...!
ella: qué...!
él: lo
siento... joder...!
ella:
qué...!
él: nada...
ella: cómo
que nada... joder…
él:
...joder...
él: qué...
ella:
qué...!
él: qué
pasa...
ella: cómo
que qué pasa, eso te pregunto yo... ¿por
qué te has parado?...
él: … lo
siento...lo siento...
ella: ¿qué
tienes?
él: no
sé...
ella:... es
por mí...
él: … no,
que no...lo siento...
ella: Otra
vez... esto es frustrante…
él:
bueno...
ella:¿bueno?
él: ...sí
ella: ¿sí?,
¿sí qué?
él: que no,
no...que, que es por mí... soy yo...
es...
ella:
qué... ¿cuál es el problema?
él: ¿cómo?
ella: ¿Cuál
es el problema? Porque aquí hay un problema.
él: Aquí no
hay ningún problema, y no te pongas así.
ella: ¿así
cómo? ...
él:
Así... me he quedado bloqueado pero ya
está, sólo es eso...
Tras una pausa. Ambos comienzan a
hablar a la vez.
ella:
perdona...
él: lo siento…
él: ¿qué?
ella:
perdona
él: No,
pero si soy yo el que...
ella:
...ven
él: qué...
ella:
ven... (vuelve a acariciarle, a besarle, pero él no consigue relajarse)... pero
qué pasa!
él: no sé,
déjalo. Vamos a dormir...
ella: (pausa
tensa) Ya está, ¿verdad?
él: ¿ya
está?
ella: ...
¿Hemos llegado?...
él:
¿llegado?...¿ a dónde?
ella:... al
final.
él: ¿al
final de qué?
ella: De lo
nuestro.
él: ¿Qué
dices?
ella: Todo
empieza y acaba.
él: ...
ella: Todo
tiene un proceso. Tal vez el nuestro se haya acabado sin más y...
él: no sé,
¿tú crees?
ella:… bueno, está claro que tú ya no sientes lo
mismo que sentías por mí.
él: Yo te
quiero.
ella: Eso
ya lo sé
él: Y tú…
ella: Eso
tú no lo sabes
él: bueno, tú…
supongo que tú también... me quieres, ¿no?
Ella responde girándose al otro lado
de la cama. Pausa
ella:
¿Recuerdas la primera vez?
él:
sí, fue inolvidable.
ella:¿de
verdad lo recuerdas?
él: ya lo
creo...
ella: ¿en
serio?
él: Pues
claro tonta, claro que lo recuerdo, cómo podría olvidarlo si fue... anteayer.
tras una pausa ELLA comienza a
reírse descaradamente
OSCAR: ...No, no, no....
Cesan automáticamente las risas. Los
dos personajes quedan congelados. Un foco ilumina ahora también a un tercer
personaje sentado frente a una mesa de estudio sobre la que descansa un
ordenador portátil. Está situado en la parte derecha del escenario. No debe de
tener más de treinta años..
OSCAR: Vamos a ver... ¡Oscuro!...
Oscuro en la escena de los amantes
él: Espera,
espera, espera...
ella:
qué...
él:
Perdona, no sé... no estoy...
ella:
qué...
él: nada...
ella:
¿nada?
él:
bueno...
ella: ¿Es
por mí?
él: no, no,
qué va... es...
A medida que se desarrolla el
diálogo de los amantes vuelve a iluminarse la escena y, paralelamente, va
desapareciendo el foco de OSCAR. Se escuchan jadeos, gemidos, risas
entrecortadas, todo ello en crescendo, y exactamente igual que en la escena
anterior. Del mismo modo, también, de repente, se cortan los sonidos y la
música.
ella:
qué...
él: que no puedo...
ella:
dime...
él: ...
ella: qué...
él: no
sé...
ella: ¿no
sabes?
él: Déjalo
ella: ¿que
yo lo deje? si eres tú el que ...¿pero qué te pasa?
él: ...
mira hay ciertas cosas que requieren su
tiempo, su momento...
ella: ya...¿
y?...
él: que
no... que no es el momento, no sé...
ella:(Pausa)
¿Crees que el nuestro ya ha pasado?
él: ¿el
nuestro?
ella: sí,
el nuestro
él:¿a qué
te refieres?
ella: al
nuestro... a nuestro “momento”, ¿a qué me voy a referir?
él: ¿Pero
qué dices?
ella: Todo
son momentos, los momentos son efímeros. Quizás nosotros sólo estemos siendo
efímeramente momentáneos.
él: ¿Pero
qué coño estás diciendo? Y esa forma de hablar…Pareces Jardiel Poncela…
ella: ¡Yo
sólo sé que a ti siempre te ponía... en fin, eso…
él: Joder,
alguna vez, pero no siempre
ella: No...
¡Siempre!
él:¡Siempre
no!, te gustaba a ti!
ella: ¡No,
nos gustaba a los dos… siempre!
él: ¡Eso es
mentira!
ella:
¡Serás cabrón!
él: ¡Oye,
no te pases!
ella: ...
él: Bueno,
la primera vez que vine me preguntaste si me gustaba, yo te dije que sí, me
besaste, y empezamos a hacer el amor a lo bestia... Pero el que folláramos como
gorilas aquel día no lleva implícito que la razón sea... esa.
ella: Para
empezar yo más bien diría que follamos como chimpancés. Sobretodo tú macaco
machote.
él: ¿Qué
quieres decir?
ella: Eso
mismo que te he dicho
él: Yo creía...
ella: “Yo
creía, yo creía…
Pausa
él: Lo
siento pero no me gusta. Punto... bueno... hay alguna vez… no te digo que…
ella:
¿entonces?
él:
joder, pero no siempre...
ella: vale
él: pues
eso
ella: pues
eso ¿qué?
él: nada...
eso
ella: ... ¿qué quieres decirme con “eso”?
él: ¡ay, no
sé!
ella: ...
¡quieres dejarlo, ¿verdad?!
él:¡
joder..!
ella:
¿quieres joder?
él: ... ¡joder!
ella: joder
qué...
él: ¡Oye
pero qué pasa, no creo que se le deba dar mayor importancia!
ella:
¡Claro que no, claro que no...no hay que darle mayor importancia, nooo...!
él: ¡me he
quedado bloqueado, sí vale, lo siento, ya está!... sólo es eso, un gatillazo.
No te pongas trascendente.
ella: ¿No
te pongas trascendente? Oye guapito…
él: ¿qué?
ella: Tú…
él: ¿qué?
ella: … que
llevas más de cinco meses “bloqueándote”
él: ¡Llevas
la cuenta! ...
ella:¿qué?
él: ¡
llevas...llevas la cuenta de las veces que no...!
ella:
¡cincuenta y nueve!
él:
¡¡¿cincuenta y nueve?!!
ella: Tú
mismo te asombras, ¿eh macaco machote?
él:
¡¡¡¿cincuenta y nueve?!!!
ella: Y
porque te perdono la de la boda de tu primo Rubén en el cuarto de baño...
él: ¡ ahí
nos pilló la abuela, casi le da algo!, es comprensible que no...
ella: Ya te
he dicho que esa no la cuento, esa te la perdono.
él:
(pausa)... Ya sé lo que pasa
ella: ¿sí?
él: Sí, sé
muy bien qué está pasando aquí. Pero si eres una maestra haciéndolo. Siempre lo
has sido.
ella: Qué
dices...
él: Sí, no
te hagas la tonta, sabes perfectamente a qué me refiero...
ella: ...
él: Estás
dando la vuelta a la tortilla...
ella: ¿Eres
gilipollas?
él: ...
ella: Tú no
estás bien.
él: ¿Lo
ves?. Está claro, lo que pasa es que eres tú, tú eres la que de verdad quiere
dejarlo.
ella: ¿Que
yo...?
él: Quieres
dejarlo, no lo niegues, es eso.
ella: ¿Qué
te pasa?...
él: ¡venga dilo...estás con alguien!
ella: ¡Ya
está, Don Tremendo!
él: ¡Dilo,
dilo!...¿quién es?, le conozco, ¿verdad?
ella: Serás
idiota (comienza a reírse)
él: Oh, sí,
claro, tú ríe, ríe... ella quiere dejarlo, porque ya ha conocido a alguien que
le escucha y comprende y por eso se descojona en mi cara... ¿Quieres dejarlo?
¡Muy bien, pues lo dejamos.
ella: Tú no
estás bien. Si ya lo decía tu madre.
él: ¡Eso
es...!... Mi madre... mi madre.... ¡eso es,
mi madre...!
ella: ...
él: Te he
dicho miles de veces que no nombres a mi madre cuando estamos en... la cama...
ni a mi hermana, ni a mi tía... es por eso que no...
ella: Tú
eres imbécil.
él:... ni a
ninguna mujer de tu familia ... ni a la señorita Asunción, ni a la señorita
Marian...
ella: Pero
tú... ¿quiénes son esas?
él: Mi
profesora de literatura, y la de matemáticas... en el cole.
ella: ¡No
me lo puedo creer!
él:
¡egoísta...!
ella:
¡estúpido...!
él:
¡ninfómana...!
ella:
¡frígido...!
él:
¡puta...!
ella:
¡cabrón...!
él:
¡guarra...!
ella:¡
maricón...!
él:
¡perra...!
ella:
sí!...
él: no eres
más que una zorra...!
ella:
sí...sí...sí...!
él: eres
una puta barata...!
ella:
sí...eso es...sí...!
él: vas a
ver lo que es bueno… hija de puta...!
ella: ¡Sí,
me estás poniendo, me estás poniendo... ah la “madre” que te parió...!
él: ¿La
qué?...
ella: No,
no...
él:
¡No....!
ella: ¿No?
él: No
ella: ...No
él: Tú...
ella:¿qué?
él:¿Por
qué... por qué lo has hecho?
ella: ¿el
qué?
él:
nombrarla otra vez.
ella: ay,
yo qué sé...
él:
¿qué...?
ella: ...
estaba casi a punto
él: ya
ella: ¡...
y tú también!... ¿tú también?
él: ... sí,
creo que sí
ella:¡ ...
ya casi estábamos...!
él: Podemos
intentarlo de nuevo pero sin nombrarla.
ella:
Claro, nada de nombres ni nada de nada...
él: Vale,
venga... ¿tú o yo?
ella: Yo
misma, ¿no?
él: Sí
ella: ...
¡Vete a la mierda!
él: ¡Vete
tú guarra...!
ella:
¡Mamón...!
él:
¡Cabrona...!
ella:
¡Capullo...!
él:
¡Puta...!
ella:
¡Sí...!
él:
¡Perra...!
ella: Sí...
sí...
él: Vas a
ver lo que es bueno...
ella: Sí...
sí... sí...
él: ...Trae
la mantequilla
ella:
Glotón…
él: Y
tráeme un pepino
ella:
Juguetón…
él: Y
tráeme…
ella: Qué,
qué… ¡Qué!
él: … Nada
ella:
...¿qué?
él: nada,
que no...
ella: ¿no?
él: no
ella:
¿Tampoco...?
él: Tampoco
ella: Esto
es muy grave.
él: Eso
parece
ella: Esto
de decirnos guarradas lo hemos probado unas cinco veces y siempre...
él:
siempre, pero...
ella: no,
no, ya lo he visto, ya... el caso es que
me ha parecido... por un momento me ha parecido que sí que ibas a...
él: a que
sí, ¿tú también lo has notado?, ha sido en ese momento...
ella: sí,
cuando me has dicho lo de la mantequilla, ¿verdad?
él: sí,
ahí, ahí...
ella: creía
que ibas a llegar... esta vez quiero decir
él: no si a
mí también me parecía, sobre todo cuando te he dicho lo del pepino, ahí me he
puesto a cien, te lo prometo... pero ya ves...
ella:
¿entonces?
él: Pues
que me bloqueo cuando las nombras, no lo puedo evitar.
ella:
Bueno, pero ahora no las he nombrado.
él: También
cuando pienso en ellas...
ella:
Cuando...No me lo puedo creer.
él: Sí, me
bloqueo, ¿qué pasa?
ella: ¿has
vuelto otra vez a pensar en...? ¿en qué coño estabas pensando...? porque en el
mío no, claro, no me mientas, dime la verdad...
él: sí.
ella: ¿sí?,
sí qué...
él:
... yo... en mi hermana...
ella:
¿cómo?
él: y en mi tía,
ella: ¿qué?
él: ... y
en la señorita Asunción y en la señorita Marian un día que me sacó a la pizarra
y...
ella:...
él: ¡Joder
todo eso que te estaba diciendo, sentía que todo eso... se lo estaba diciendo
también a ellas!...¡ soy un cerdo!
ella: Eres
un gañán.
él:¿un qué?
ella: Un...
Pero ¿por qué cojones tienes que estar revisando mentalmente el álbum familiar
y el del colegio cuando estamos a punto de follar?
él: Es que
también ha habido algo más.
ella:¿Algo
más?, ¿otro álbum de fotos antilujuria?
él: No
ella: ¿te
has imaginado a doña Carmen Polo con lencería de cuero?
él: No...
Ajjj, ¡no!
ella:
Entonces... ¡Coño, di algo, habla!
él: Creo
que...
ella: ¿sí?
él: no sé,
te he mirado a la cara y...
ella: ¿y?
él: ...
pues que he sentido que...
ella: ¿qué?
él: … que
formas parte de mi vida, que eres como de mi familia, como mi madre, como mi
hermana tal vez y...!
ella:
¡Hostia!
él: Hostia
¿qué?
ella: ¡Me
estás diciendo que soy para ti como tu madre o tu hermana, o como la señorita
María esa...!
él: Marian,
se llamaba Marian....
ella:
¡Bueno, como mierda se llame!
él: No te
pongas así... No, no es eso. Lo que trato de decirte es que ...
ella: No
estarás diciéndome eso, ¿verdad?... Oh, mierda, es eso...
él: Bueno,
qué pasa, yo soy así, ya te lo dije, soy muy tradicional, muy familiar.
ella: Sí, y
vas a misa a diario.
él: ¡No,
los días impares menos cuando cae en domingo!
ella:¡Bueno,
me importa una mierda, pero llevamos así cinco meses! Joder, al principio era
tan distinto, follábamos en todas partes, a todas horas...
el: ya
ella: ...
pero ahora lo hacemos menos que Carmen Sevilla y Luis Mariano….
él: Oye...
ella:
qué...
él: ¿No
será...?
ella:
¿qué...?
él: ¿No
será que te estoy queriendo demasiado?
Pausa. Ella comienza a
reírse descaradamente.
OSCAR: ... Y lentamente, sin que cese la risa, se va
haciendo de nuevo el Oscuro...
Al tiempo que OSCAR pronuncia estas últimas
palabras, se va haciendo el Oscuro en escena.
OSCAR (off): ...Bueno, ya veremos.
En unos segundos, toda la escena se
convierte en una vista de la ciudad, sus tejados, sus ventanitas iluminadas, en
alguna de las cuales se encuentra OSCAR escribiendo, y tal vez alguno de
nosotros soñando... Sobre los tejados la noche estrellada. Una estrella fugaz
cruza de parte a parte, y tal vez OSCAR o alguno de nosotros pedimos un deseo.
Se vuelve a hacer el Oscuro.
Sergio
Villanueva, escritor y actor valenciano. Abandonó sus estudios de Económicas y
Empresariales para formarse como actor en la Fundación Shakespeare de España y
en el Royal Nacional Youth Theatre de Londres. Desde el principio su inquietud
no se cierra tan solo a la interpretación y comienza a escribir textos
teatrales, relatos y poesía. Pronto aborda su primera novela, “Ausencias” (Ed. Tetragrama 1998). “El laberinto de celuloides” y “Los adioses póstumos” cerrarán una
trilogía inconexa que él mismo define como homenaje a sus memorias. Su
siguiente trabajo narrativo, dando un giro completo, será una novela histórica.
Ha publicado una antología poética (“Poemas reunidos” Arango Editores,
Colombia, 2007) y diversos artículos en distintos medios de comunicación. - Web Site - Face -
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