Lazos sanguíneos
Después de envenenar al padre, Yulian quiso contemplar su obra vanagloriándose frente a la abuela que, sumisa y consternada, veía a su yerno tirado en el suelo mientras el vientre y el pecho se le comprimían hasta morir.
La abuela en vez de infundir disciplina a su nieto le dejó realizar lo que más le gustaba: cantar, leer, cortarse los brazos y desempeñarse como «curador» en