Dentro de mi globo ocular derecho
vive
una parejita peleándose
llamados
Doblequis y Equisyé.
Doblequis
se gana la vida
cosiendo
trajes marciales unisex ;
por
sus agujas me duele el ojo
pero
ahí está su tierra, ya no los puedo echar.
Equisyé
dirige desde su sede en mi ojo izquierdo
un
ejército de hombres odiosos
maltratadores
del mundo y la mujer,
mientras
tratan de conquistar
con
mentiras y lamentables maneras
forrados
de trajes marciales
empapados
de pérfidos anhelos,
van
sumando a su paso trastos de felicidad.
Dentro
de mi globo ocular
Doblequis
acaba de parir a su octava hija ya no deseada,
(producto
de la prepotencia marital).
llevará
un destino distinto
al
de su esclavizada madre...
su
libertad elegida guiará a las demás.
Collares de sistemas planetarios
alrededor
de tu delgado cuello.
Tu
cuerpo tiene que luchar
contra
el claustro amenazante
Tus
dedos se multiplican por decenas
para
alcanzar arrancar los brotes
de
mediocres colores que pretenden devorarte
para
apropiarse de tus secretas cintas
Ayer
la noche dejó de purificarse
para
traducirse a día como debió;
ayer
descubriste la luz que alerta en tu frente,
desintegra
las intenciones poco gratas
convirtiéndolas
en corazoncitos sin venas
que
forman montañas derredor de esta ciudad ilusoria,
sin
alma, sin raíz ni sentido de pertenencia…
En
dicha ciudad, que crece en varios lugares a la vez,
son
la 1:00 y dentro de una hora será la 1:00,
el
tiempo se arrastra sudoroso siendo un gran “Uno”,
porque
cada segundo, siglo
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