Ángel, me quiero curar, intento curarme. Pero es como si una parte de mi estuviera en una descomunal rebeldía, inhabil a eso. Quiero que deje de doler pero es como si de eso se tratará, todo me manifiesta que tiene que doler, que el dolor es imprescindible.
Grito, hablo, lloro, me enojó, rompo, corro, golpeó, no es suficiente. Sigue doliendo.
A veces siento que soy algo parecido a un robot, viviendo por inercia.