No llevo nada escondido dentro de los zapatosni siquiera un reloj de agujas para enfrentarme al mundo.Olvidé des-hacer de tripas el corazóny el juego de la Rayuela.Hoy que baja la sangrepor mis piernas,me recuerdana todas las madresque no pudieron parirel hijo de sus entrañas.Hoy que la sílaba se me hace átomo y abono,que cruzo a sinalefa,mares sin rumbos ni ruidosrevoloteando descaradas a golpe de caos y migraciones.Hoy que soy oruga, mariposa y tránsitoy que nunca,jamás,olvidé la tristeza de unos ojos.Hoy que hay retazos y regazoscon (d)olor a ausenciasy vulnerabilidad,como campos segadosal sol y sombras de nubes,haciendo origamis.Hoy que asalté la ventana de mis sueñosy el viento sacudeel polvo de mis alfombras,bebiéndonosla como es costumbre,de un trago,conseguí tener la resaca suficientecasi, como cuando nos importabaentender,la mente del ser humano.
Alexandra escribe poesía y/o prosa poética. Si mezclas la revolución de las palabras, la tristeza, la ironía, la rebeldía, la osadía y algunos toques de ternura, aparecerá ella.
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Ilustración: la imagen de portada ha sido remitida por la autora de la obra.
No tengo palabras después de... impresionante ❤️🌹
ResponderEliminarhoy que el desayuno encontré la última letra. leí el poema que dejaste en el umbral del tiempo. hoy eres susurro. hermoso texto.
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