¡Carolina!: Un cuento de Fátima Chong - ¡Soy psicótica!, he reído a carcajada abierta llenando el sanatorio de horror

Fátima Chong

Antes de ingresar a este hospital, escuché las voces que me hablaban extasiadas, me decían que no temiera, que ella era mi hija, quizá cambió un poco, yo la identifiqué, esos ojos sólo podían ser los de Carolina, bellos y pueriles, era cuestión de tiempo para hacerla recordar que yo era su madre, ella me olvidó, pero reconocería su habitación, las canciones de cuna que aún le canto. ¡Yo sería incapaz de robarme, de secuestrar, de hacer sufrir a una niña inocente! Es mentira que padezco psicosis, lo único que me ocurrió es que estuve triste por la ausencia de mi hija, Carolina lo es todo para mí. 

Desde Sevilla: "Del infierno del amor", un relato de David Crauley - La araña, satisfecha en su red como el Sol en el cielo al mediodía

Para una vez que ligaba en meses lo hacía con una puta: no sabía si era mala suerte o una jodida bendición caída del cielo a deshora. Mientras me decidía ella quiso sacarme de dudas lanzándome la sonrisa cautivadora de una araña hambrienta en paz con el destino sabedora de que el porvenir sería provechoso. Era evidente que ella tenía hambre y yo, en cambio, tenía una sed tremenda; era tan sencillo como esto o más complicado porque tenía entendido que los hambrientos y lo sedientos no se llevaban muy bien en ninguna parte, pero no quise pensar en ello; porque no podía

"La curiosa forma de medir el tiempo", un texto de Ahmed Balghzal - Las agujas empezaron a girar en sentido antihorario

Ahmed Balghzal

No es nada nuevo afirmar que el tiempo es la única esencia del ser humano, su metáfora y paradoja más definitoria. Que seamos tiempo, es ya un tópico. Eso es lo que explica, de otra forma no puede ser, la curiosa obsesión del hombre por darle una forma a esta sustancia que por definición es un inexorable y continuo fluir. Medir el tiempo fue la primera de las formas de la consciencia humana del sí mismo, y a partir del momento en que se creyó inventar la forma idónea —medir era siempre fragmentarlo— se selló la más básica de sus condiciones: una perdurabilidad.

Cinco centavos: un cuento de Patricia Rogel Benítez - "Aquella mañana, tenía dos opciones"

Cada día nos levantamos sin imaginar lo que nos deparará el destino, no tenemos ni la más remota idea de lo que pasará, hasta que, al volver a la cama por la noche, recapitulamos los acontecimientos del día. Eso fue lo que me pasó a mí. 

Ese parecía un domingo cualquiera, pero lo que voy a contar, marcó mi vida para siempre.

En aquella mañana, tenía dos opciones: quedarme en casa haciendo nada, o ir a escuchar misa, sobre todo hoy que recién había pasado mi cumpleaños.

Irene: Una carta desde el manicomio

Irene era una mujer de mediana edad, soltera, de “estatura media, buena constitución y temperamento nervioso”. Presentaba, según refiere su historia clínica, tendencia a la irascibilidad y a la desconfianza, lo que siempre le generó problemas tanto con su familia como en su trabajo de “sirvienta”. En su expediente se describe cómo, en una ocasión, hallándose sola en su domicilio, fue víctima de un intento de robo, del que se defendió agrediendo al intruso. Poco tiempo después fue condenada a seis meses de cárcel, pena que le generó intensos sentimientos de rabia e injusticia y sed de venganza contra el juez responsable del juicio.

Nogal: Un cuento de Brandon Barrios - "Dilató sus pupilas y contempló"


Anais tenía sed. Con la mirada, le indicó a su acompañante que le sirviera algo de agua, como si pretender que él la entendiera no hubiera sido suficiente.  
Nogal no se movió de donde estaba. Lo único que hizo fue lamer una de sus patas para luego secársela haciendo presión contra su cabeza. Anais se levantó y volcó en un vaso el contenido de una jarra. El reproche hacia su gato también fue con la mirada.  
El felino continuó aseándose.  
¿Dónde estaba la Otra? Anais la había perdido un día de otoño mientras corría por una llanura o por el bosque, no lo recordaba.

"Reseña de la Novela 'Entre la lluvia y el fuego' de Alex Armega"

"Reseña de la Novela 'Entre la Lluvia y el Fuego' de Alex Armega"

Editora BGR acaba de incorporar a su colección digital de Novela Hispanoamericana, dirigida por el escritor Homero Carvalho Silva, la primera novela de Alex Armega.
«Entre la lluvia y el fuego» nos transporta a los albores de la Segunda Guerra Mundial, cuando un grupo de marinos alemanes, sobrevivientes del acorazado Graff Spee tras su enfrentamiento con barcos británicos en las aguas del Río de la Plata, se convierten en prisioneros de guerra bajo el amparo del Gobierno Argentino. Durante todo el conflicto bélico, estos marineros son alojados en el Club Hotel de Sierra de la Ventana, en el sur de la Provincia de Buenos Aires.

Una muestra poética de Francois Villanueva Paravicino: "Visiones de este infierno y de otros abismos siderales"

Foto de Ahmet Polat

Mirad, ciegos; oíd, sordos,
mi calma es un océano embravecido bajo una tormenta
que ataca desde las altas esferas y desde sus pupitres;
los dioses me matan de hambre y ustedes por necios;
mis mejores años se llevaron el polvo de las clases,
los gritos, las burlas, los llantos, un gran sobreesfuerzo  
y cierta alegría, una melancólica alegría.

"De tan pesimista que soy, soy optimista", un artículo de Edinson Martínez

Foto de Kate Trifo

En 1947 el célebre escritor argelino-francés Albert Camus publicó su obra La peste, una novela que, inscrita en la corriente existencialista, tan en boga en aquellos tiempos, en seguida se convirtió en uno de los textos más importantes de la posguerra, en un momento en que, contemporáneamente, otros grandes novelistas daban a conocer sus obras con el predominio de temas de orden reflexivo, intimistas y filosóficos. 

En La peste, el autor, como si avizorara nuestro presente en una suerte de adivinación sobre lo que, en efecto, enfrentaría la humanidad

Desde España: "Nuevo Varsovia", un relato de Guillermo Martínez

Foto de cottonbro studio

Empieza a anochecer y las farolas se encienden cuando llego a la puerta del famoso club Nuevo Varsovia. Faltan cinco minutos para que sea la hora a la que he quedado con mi cita, así que me doy una vuelta por el lugar y echo un vistazo a los escaparates. Hace años estaba plagado de tiendas de cómics, bazares con ropa de surf y garitos de música alternativa. Ahora solo veo negocios enfocados al turismo. Camisetas de Yo Estuve en Gijón. Horribles cafeterías donde debes ir a pedir a una pantalla táctil, para luego obtener un papel que entregas a una sonriente chica que te dará algo que llama cafelate.

Desde Colombia: "Cazando al Hombre Solitario" - Una Historia de Sebastián Trujillo

La noche era lluvia. Una intensa lluvia estremeciendo al mundo. Las centellas estriaban las alturas. Se desplomaba el cielo, una estrella en llamas, un gato; luego un hombre solitario en el tejado de una casa.
Así nació. Emulando un poco la leyenda de Adán, porque jamás fue niño. Dada su naturaleza atípica, fantástica y surrealista; la muchedumbre le llamaba hijo de Lucifer, bandido, apostador.
Jugaba a la baraja por una chispa de luz. Odiaban de él la búsqueda de fuego en almas estropeadas por la ciudad. Odiaban algo que ellos liquidaron en sí mismos y, a causa de

Dos poemas de Jacques Prévert - Un hombre está caído y bañado en su sangre


Las flores los jardines las fuentes las sonrisas
Y la alegría de vivir
Un hombre está caído y bañado en su sangre
Los recuerdos las flores las fuentes los jardines
Los sueños infantiles
Un hombre está caído como un bulto sangriento
Las flores las fuentes los jardines los recuerdos
Y la alegría de vivir
Un hombre está caído como un niño dormido. (El fusilado).

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Vindicación del Caos · por Alberto Jiménez Ure

En el vasto escenario de la naturaleza y la destructiva influencia del hombre, surge la "Vindicación del Caos" de Alberto Jiménez...