Los boliches están vacíos,
sólo una sombra camina por los pasillos.
Se cierra el día inexorable,
el borrador de conciencias nocturnas
huye por las cornisas,
techos mudos y mojados.
En la tarde,
llovió a cubetazos
es decir a montones.
Los boliches están vacíos,
sólo una sombra camina por los pasillos.
Se cierra el día inexorable,
el borrador de conciencias nocturnas
huye por las cornisas,
techos mudos y mojados.
En la tarde,
llovió a cubetazos
es decir a montones.
Uno nace, crece, vive,se descubre poetaentrega palabrasy el verbo se queja,aunque lo tapanlos dulces trinosde aves migratoriasa las que las palabrasapuntan,se dirigen,son flechas,que hieren las nubes de colores.Abajo, un gorrióncamina a saltitosdeambulando entre letras.Las nubes heridas,mimetizan su cromática
Corría el 1700 cuando hubo de llegara la hermosa Nueva Españadesde el Reino peninsular.A territorios lejanos y extrañoscon la fe en la mente y corazónpara cumplir su misióncontinuar con amor y devociónel plan de evangelización.Fray Francisco Gorositode la Orden Mercedariauna vez en la Nueva Españaen la bella Puebla recibirácuál será su nuevo destinoen el México Virreinal.A la Villa de Carrión
Latidos de ObsidianaSe abandonó a la desmemoria.Se inmiscuyó en sus pasillos,cubiertos de sombra.El silencio,terminó por devorarlo.La noche,llegó con fuerza decisiva,con piel de estrellasde fulgurantes brillos.
En En Vindicación del Caos, Alberto Jiménez Ure enfrenta la naturaleza al hombre destructivo. Sus versos muestran un universo donde el orde...