Bajo la mascarilla de oxígeno nadie nota el aliento a alcohol. Y te consta.
Vendrás arrastrando tu tambaleada ridiculez, tal vez tras resecarte la lengua en el baño de la estación, tal vez tras discutir con Montalvo porque te infraccionó, y a la tercera, te ha advertido, sales del cuerpo de bomberos. No sabes la alegría que me causa elucubrar sobre tus probables desgracias. Elucubrar significa pensar en escenarios posibles, aunque prescindan de cualquier fundamento racional.