Hoy, 21 de agosto, en el momento en que sale esta edición, está concluyendo la liberación de París. Tras cincuenta meses de ocupación, de combates y de sacrificios, París vuelve a nacer al sentimiento de libertad, pese a los disparos que, repentinamente, estallan en alguna esquina.
Pero sería peligroso empezar de nuevo a vivir con la ilusión de que la libertad que se le debe a todo individuo se le ha concedido sin esfuerzo ni dolor.