ZONA DE PAZNunca iré a Cali, Medellín, al Triangulo de Oro,ni a las siete Bases Militares;colombianos ni inmigrantes de Siriatocarán la puerta de mi casa;no hay humo de amapolas en mis habitaciones,nadie mastica marihuana en mi balcón,la guerrilla no sabe que soy nieto de otro combatiente,los oficiales del gobierno desconocen que mi papáfue de los círculos de izquierda,los paramilitares ignoran mis inclinaciones pacifistas,ninguno de los actuantes en el pacto conocen mis necesidadesal secretario de la ONU no le han dicho la cuantía de mi jubilación.Las estudiantes de Bogotá no saben nada de mi poesía,la isla donde vivo no forma parte de San Andrés ni Providencia,el café que bebo no se cultiva en los huertos colombianos,en El Abra no existen huellas de mi raza.Es tarde para que Taironas y Muiscasalcancen el Caribe,el esclavo de Popayán no supo del negroen los cañaverales de mi Cuba,Jenkins y sus guerrasno estimularon las guerras de Maceo y Martí,ni el asesinato de Gaitán tomado en cuentaen el Campus de La Habana,,No quiero un bogotazo,sí una trompada en el rostro de algunos dirigentes;no hay conservadores en las butacas del congreso,los narcoterroristas no se acuerdan de mi cumpleaños,aquí no hay DAS, ni palacio de justicia,ni conflictos militares, asesinatos selectivoso masacres contra los honestos.No hay razones para que un "Supertucan"aterrice en mi azotea:Raúl Reyes no salió de mi familia;sin embargo, en una de mis salasse rinde homenaje a los desaparecidos.No quiero un Partido diferente;
quiero un país diferente,vivir en paz con un IDH de 0,790aunque me obliguen a firmaruna declaración de principios,y aseguren que los niños de Tolemaidatraerán alegría a mi vejez,y que las rameras de Cúcuta y Barranquillaesperan en mi colchón.No debo aspirar a la cumbrede la sierra nevada de Santa Marta;ningunode los cincuenta millones de colombianossaben que existo;Mutis y Márquezno supieron de mis ambiciones literarias:nunca he ganadosiete mil quinientos dólares al mes,de haber sido así no habría escrito este poema.
ORDEN DE CAPTURAQuiero asistir a la anulación del Orden;ha regido ya por mucho tiempo,es hora de cambiarlo.Cuando el Orden tomó el podera sus pies se rindieron las embarcaciones,las familias divididas, las ínsulas perdidas, el mar,los exiliados en países libres de impuestos,los prisioneros y condenados a muerte,el artesano que se negó a construirla estatua del verdugo,los ancianos privados de derecho,los agujeros atómicos,y el ejército diezmadopor las enfermedades.A la sombra de los alcantarillados,bajo las persecuciones,la madre nutria la garganta de sus hijoscon alimentos en descomposición.También se hallaban niñasque conservaban los sueñosde la misma forma que sus cuerpospara los príncipes..Allí la existencia crecía velozmente;en todo caso guardándose para un despuésque vendría pisando los talones al destinoque eleva hacia el cielo a sus admiradores.El Orden, puesto ahora en tela de juicio,decide hacer las Elecciones, cancela la censura,propone un Referéndum sobre si es justo o norehabilitar las libertadesy ordena al Regimiento Antidisturbiosalistar sus uniformes;Sé que desde los escombrosacumulados en el fondo del desagüeemergerán las manos tal montañase impedirán la reelección del Ordenpor otra vida más.
Rolando Reyes López. (Pedro Betancourt. Matanzas. 1969). Reside desde el año 1971 en el Municipio de Jovellanos. Matanzas. Cuba. Actualmente es jubilado por Baja Visión. Muchos de sus relatos y poesías han sido publicados en revistas y antologías de varios países de Europa y Latinoamérica.
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