Empieza siempre de la misma manera.
Ante todo, la sensación.¿No habéis notado nunca el paso de un pequeño pie que camina sobre vuestro cráneo? ¿Un sonido de pasos sobre vuestra calavera, arriba y abajo, arriba y abajo? Empieza siempre así. No podéis ver quién es el que camina. Después de todo, está encima de vuestra cabeza. Si sois hábiles, esperáis el momento oportuno y pasáis súbitamente una mano por vuestros cabellos.