Apenas pongo un pie dentro del departamento escucho ruidos.
Gemidos. En un microsegundo la tensión se me acumula en la boca del estómago. Me fui hace unos quince minutos, caminé cinco cuadras y me volví porque olvidé la orden para el análisis prenupcial. Leo no vino conmigo porque hoy tenía cosas que hacer por la mañana.